Parte 37

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NARRADOR LEVANA

A la mañana siguiente me fui a bañar cuando entre en la duche, pude recordar todo lo que me había hecho ese maldito, sin poder resistir llore me frote tan fuerte la piel hasta sangrar, aun con el dolor en mis piernas y vientre bajo continúe al salir de la ducha pude ver las marcas y morenotes de mi piel a causa de la violación.

Me coloque ropa holgada busque entre mi cartera maquillaje para tapar el moretón de mi pómulo, solo quería escapar de esta realidad que me atormenta, pero no puedo nadie puede sacarme de esto.

Cuando baje para ir al comedor para tomar mi desayuno mi padre con un traje muy elegante estaba estaba tomando un café.

-Buenos días- salude y me senté al frente de mi padre, se notaba que estaba feliz. 

-Buenos días princesa- me saludo mi padre con una gran sonrisa.

-Buenos días hija- saludo mi madre y me entregaba un taza de leche y cereal.

-Gracias mamá, ¿Dónde vas ir vestido así papá?-pregunte

-Él padre de tu novio me ha ofrecido un trabajo en su empresa de administrador-dijo con una sonrisa mientras que mi madre no parecía muy satisfecha con lo decía mi padre.

-Veo mamá que no estas muy contenta con la noticia-dije y ella asintió.

-Si, hay algo que no me gusta de esa familia y menos de ese chico- contesto mi madre 

-Creo que estas exagerando amor, y ahora se me hace tarde para mi entrevista- se levanto y le dio un beso a mamá y a mi en la cabeza y se fue.

Quedándome sola con mi mamá, era mas que evidente que se tocaría el tema que se había quedando pendiente el día anterior.

-Mamá te dije que no me sentía bien porque estoy muy abrumada con los preparativos de la boda- trataba que mi voz sonará firme sin temblores ni nada, para que  madre no sospechara nada.

-No me engañes Levana, ayer te mirabas pálida y parecía que algo te dolía-dijo mi madre mirándome a los ojos.

-Estoy bien y ayer estaba adolorida por esos zapatos tan altos-conteste mostrando una pequeña sonrisa.

-Esta bien, pero aún no me convences-contesto ella mientras tomaba un sorbo de su café y analizándome a través de su mirada.

Quedándome callada no respondí sobre lo que había dicho y enfocándome en el punto de la asa de la taza me perdía en mis pensamientos, hasta que de pronto la voz de mi madre me saco de ellos.

-Levana se que vas pasar a ser ya toda una mujer adulta y casada, solo te pido que no te embaraces, espera unos años mas- sus palabras me hicieron concentrarme lo que decía.

-Claro-afirme

-Escúchame bien, nunca pensé en llegarte a decir esto, pero cuídate con pastillas o preservativos para evitar el embarazo- quedando sin palabra mis vellos de mi brazo se erizaron, que iba hacer él nunca se protegió ¿habría quedado embarazada?

-Recuerda esto, por mas rico y guapo que sea nunca dejes que vulnere tus derechos ni te pueda forzar a nada que tu quieres y si alguna vez pasa algo denúncialo,  tu sabes que siempre contaras conmigo- me dijo mi madre agarrándome la mano.

Quería llorar él me había obligado hacer muchas cosas en contra de mi voluntad, no podía decir nada, él tenia comprados a todos.

Había pasado dos semanas esos días estaba mas tranquila sin él pero a la ves no superaba lo que me había hecho.

Cada mañana llamaba a mis amigas, sin embargo ni una contestaba, no podía seguir en esa situación sin saber nada de ellas. 

Tome un bolso decidida a salir de casa, aunque sabia bien que los guardaespaldas de Ryan estaban vigilando la casa, mis padres por supuesto no tenían idea de que éramos vigilados día y noche.

Sali por la ventana del baño quedaba detrás de la fachada, baje por las ramas de las enredaderas casi faltando poco se rompió y caí fuertemente contra el piso, mis rodillas se lastimaron, sin darle tanta importancia me levante y corrí hacia un arbusto grande, hasta ahora no se habían dado cuenta.

Me puse la capucha de mi polera para pasar inadvertida empecé a correr hasta llegar al metro y subirme, una vez en el trataba de buscar el paradero mas cerca a la casa de Halima, al bajarme buscaba direcciones para dar con la casa. 

Dos horas fueron las que tarde para dar a la casa de mi amiga, estaba feliz al fin podría saber que les paso, porque no se habían comunicado conmigo.

Toque el timbre de la lujosa casa y desde el comunicador me contestaron 

-Busco a Halima, soy su amiga Levana-conteste 

-En estos momento la señorita Halima, no puede atenderla- contestaron desde el comunicador.

-Por favor es algo importante- rogué 

-Lo siento, en estos momentos no se encuentra- contestaron 

-Por favor solo será un momento- suplicaba 

No obtuve respuesta me quede fuera de la casa esperando que saliera, ya había perdido la noción del tiempo, creo que estaba como tres horas, cansada por el sol y la caminata me levante del suelo y empecé a caminar en dirección al metro. 

Ya estaba empezando atardecer el tiempo se había pasado, le dije a mi madre que estaría antes del atardecer, la batería del celular se descargo no tenia medio para comunicarme, camine y camine y cada vez iba oscureciendo.

Cuando llegue al fin al metro pude dar un gran respiro, durante el trayecto iba pensando en mis amigos, no sabía nada de ellos y me preocupaban mucho.

Al llegar a casa cansada solo quería darme un baño y dormir, sin embargo al ver estaba el auto de Ryan y el de sus padres, recordé que tenia una cena con ellos. 

No podía ingresar por la puerta principal, trepe de nuevo las enredaderas y faltando poco para llegar a la ventana del baño, caí fuertemente al piso estaba vez el golpe fue mas fuerte, me dolía terriblemente mis piernas y mis manos estaba llenas de rasguños. 

Estuve un buen rato sin moverme ¿Qué podría hacer?, solo quería que me tragara la tierra y no tener que enfrentar todo lo que me estaba pasando, hoy no fue un buen día para mi y solo quería desaparecer en ese instante. 


ATRAPADA A ÉLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora