Parte 38

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NARRADOR LEVANA

Estaba muy adolorida para ponerme de pie, mi cara estaba ya empañada de lagrimas, por suerte nadie se había dado cuenta que estaba la parte de atrás de mi casa, mis padres estarían muy preocupados y ni que hablar del demonio de Ryan debe estar enojado, sin embargo no podía aparecer por la puerta principal de esta manera.

Escuche los autos arrancar de los Relish, me levante como pude cogiendo y con mucho dolor fui a la puerta principal y ahí estaban mis padres con celulares en mano, se veían muy preocupados.

-Mamá papá- dije entre lagrimas, al verme fueron los dos corriendo hacia mi.

-¿Qué paso Levana? ¿Dónde has estado todo este tiempo?- Mi mamá me abraza, no podía pronunciar ni una sola palabra, me ahoga entre lagrimas.

Ya adentro de la casa mi mamá me había colocado una manta mientras bebía una taza de café, tenia a mi padre y a mi madre al frente.

-Qué ha pasado, nos has tenido muy preocupados ya estábamos apunto de llamar a la policía- dijo mi padre con algo de seriedad y a la vez preocupación.

-Me perdí, me baje en otro paradero y mi celular no tenia mucha batería y se apago no tenia como comunicarme con ustedes y al llegar aquí me había acordado de la cena que tenia con los Relish- Les dije a mis padres

-Y tu amiga porque no te presto su celular para que nos llames y recogerte- Pregunto mi madre 

-No de encontraba- conteste bajando mi mirada 

-Pero porque tus rodillas están lastimadas- mi madre me miraba 

Les conté la caída que tuve por querer entrar en la parte atrás de la casa, para no tener que pasar por la puerta principal y presentarme así ante los Relish.

-Tu novio ha estado muy preocupado, sus padres ya habían mandado a buscarte- dijo mi padre 

-Lo siento por hacerlos preocupar a todos- conteste bajando mi cabeza 

-Lo bueno que ya estas aquí, ve a bañarte para poderte curar esas heridas en la pierna- dijo mi madre 

Las heridas en las rodillas eran terribles, mi madre se sorprendió por la gravedad. 

Al día siguiente encendí mi celular tenia muchas llamadas perdidas de mis padres de Ryan del día anterior. 

En la tarde era la prueba del vestido de novia, mi madre me acompaño al lugar era bastante lujoso, fui al probador y me ayudaron a colocarme el vestido al verme en los espejos, quería salir huyendo, se suponía que el día de tu boda es el más feliz, en mi caso era todo lo contrario.

Sali para mostrarle el vestido a mi madre y para sorpresa mía su madre de Ryan estaba sentada a lado de mi madre. 

-Buenas tardes Levana- dijo Iris la madre de Ryan, me observo de pies a cabeza 

-Buenas tardes señora Relish- conteste mostrando una pequeña sonrisa, sería siempre así mi vida, tener que fingir.

-Te queda hermoso el vestido- Dijo Iris, mi madre también afirmo.

Fuimos a una cafetería luego de la prueba del vestido, su madre de Ryan y la mía no paraban de conversar acerca de los preparativos, faltaba una semana para el casamiento, tan solo imaginar que tendría que vivir con él, me daba escalofríos.

-Ryan mañana llevará a Levana a su nueva casa, quiere que mostrarle las nuevas modificaciones que se han hecho- dijo Iris, casi atragantándome con el café amabas me miraron. 

No quiero estar a solas con él, aún quería disfrutar de esa semana que me queda para mi misma, tenia que decir algo.

-Si esta bien, puedes acompañarnos- Pregunte a mi madre y ella asintió con una sonrisa.

-Estupendo, le dire a Ryan que pase por las dos a las 10 de la mañana- dijo Iris

Al día siguiente  me encontraba nerviosa, no lo había visto por varios días, lo bueno que no estaría sola, mi madre estaría conmigo. 

Al bajar las gradas ahí estaba en la sala sentado conversando con mi mamá, sonreí a ambos, nos saludamos y nos fuimos. 

Durante el trayecto él se notaba muy tranquilo, amable todo lo contrario al que conocía, cuando llegamos a la casa ya sabia como era porque no era la primera vez que la había visto.

-Les voy a mostrar la entrada principal- dijo Ryan 

Mi madre estaba admirada de tanto lujo, era bastante grande y hermosa, no todo estaba como la vez que llegue aquí. algunas cosas habían cambiado.

Después del largo recorrido almorzamos, parecía todo sacado de un cuento de princesas, el príncipe guapo, amable y su gran mansión que se enamora de la chica pobre, detrás de toda esa fachada que muestra no engaña todo lo hacia para quedar bien con mi madre.

Antes de irnos Ryan le pidió unos momentos para que converse con él, mi madre obviamente acepto.

-Se muy bien que has ido a la casa de tu amiga Halima- Dijo Ryan 

-No es de sorprenderme, pareciera que me has colocado un maldito rastreador- Conteste 

-Escucha bien a mi no me conteste con ese tono- dijo algo molesto Ryan

-¿Qué les has hecho a mi amigos? ¡Dime!- mi madre no podía escucharnos ya que se encontraba ya en el auto.

-No te diré nada- 

-Eres un maldito, ¡Te odio!- Tome mi cartera y deicida a no verle mas su cara me di vuelta para la salida. 

Un fuerte jalón sentí haciendo que me detenga.

-No vuelvas a gritar, porque la próxima vez te daré verdadero motivos- su tono era serio y molesto.

-Suéltame- conteste

-Dame un beso y te soltare- cambiando totalmente a un expresión algo burlona.

-No lo hare- conteste firmemente 

-¿No lo harás?- me pregunto aún con una sonrisa, ambas manos de él sujetaron mis brazos y se acerco a mi 

-¿Qué haces? Suéltame- trataba de zafarme de su agarre pero él tenia mas fuerza. 

Se acerco a mi y me beso muy suavemente, pero al no responderle fue mas agresivo me empujo contra la pared sus manos aún estaban sujetando ahora mis muñecas.

Una de sus manos se dirigió a mis pechos la otra en mi pierna, trataba de empujarlo y el no dejaba de besarme, cuando me dejo de besar lo empuje fuertemente liberándome de él  

-Eres un asqueroso- salí prácticamente corriendo a la salida, sin darle mucho tiempo a decir algo. 



ATRAPADA A ÉLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora