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Año 1478 - Dinastía de Joseon

Reino Suh

El príncipe Jisung cambio la hoja del libro para después leer el primer párrafo pero solo consiguió soltar un suspiro sin entender tantas reglas innecesarias, había leído dos libros seguidos acerca del reino. Era demasiado para èl.

Sus ojos vagaron por todas partes para distraerse hasta que se posaron en la ventana que daba dirección al establo del palacio.

Divisó al guerrero Doyoung a lo lejos peinando a su caballo blanco con toda tranquilidad, hasta pensó que estaría en un sueño de tan magnifica escena.

Sin más cerro su libro y le dio una rápida mirada a las dos mujeres kisaeng que se encontraban cuidándolo.

─Vuelvo enseguida. ─aviso levantándose del suelo.

─ ¿A dónde va príncipe heredero? ─pregunto una de ellas.

─Solamente iré por otro libro. ─mintió─. He terminado los que mi padre me entrego.

─No se preocupe, yo iré por ellos. Usted debería descansar, no podemos dejar q...

─No. ─volvió a interrumpir─. Necesito un poco de aire fresco, por favor quédense aquí.

El príncipe salió para irse apresurado hasta el establo. Se encontró al guerrero y corrió hacia él con una gran sonrisa, en cuanto se colocó de frente miro al cabello asombrado. Era mucho más impresionante verlo de cerca, usualmente los de su padre eran negros o cafés, nunca había visto uno blanco.

─ ¿Es de usted? ─fue lo primero que pregunto.

─ ¿Deberías estar aquí? ─pregunto el guerrero Doyoung dándole una rápida mirada para seguir pasando el cepillo por el pelaje del caballo.

─He escuchado que es uno de los guerreros de mi padre, uno especial.

─Y yo escuche de tu padre que te estas preparando para ser rey. Deberías estar ocupado con la preparación.

─Mida sus palabras, no le conviene ser grosero frente a mí. Puedo hacer que lo decapiten.

Doyoung soltó una leve risa ante esas palabras infantiles, dejo al caballo y volteo a verlo.

─ ¿Usted cree que el rey aceptaría eso? ¿Matar a uno de sus mejores guerreros que por años ha estado cuidando el reino y arriesgando su vida para traer la paz? ─pregunto con una pizca de diversión, el príncipe se quedó callado.

─ ¡Príncipe Jisung!

Los dos voltearon ante ese grito. Taeyong venia acercándose a ellos con molestia y preocupación combinada. No podía ni descansar tres segundos porque Jisung no hacia lo que le pedían, de alguna manera se escapaba de sus deberes.

─Hace tiempo que no te veía, joven Taeyong. ─saludo Doyoung mirándolo fijamente. Tae le dio una reverencia─. Ahora eres un esclavo.

─No soy un esclavo. ─le reprimió este con mala gana.

─ ¿Puedo cabalgarlo? ─pregunto el príncipe de la nada mirando al caballo.

─No, tu padre dijo qu...

─No puedes, nadie puede. ─interrumpió el guerrero.

─ ¿Por qué no?

─Porque solo yo puedo.

─Supongo que su caballo es rebelde, los de mi padre lo son. ─dijo encogiéndose de hombros.

─Lleva tiempo ganar su confianza, son más difíciles que los humanos. Son desconfiados, la paciencia es la clave.

─Debería volver adentro, si su padre lo ve afuera se meterá en problemas. ─pidió Taeyong tomando al menor de la mano para guiarlo adentro del palacio pero el menor no se dejó.

─Le compro su caballo. ─dijo Jisung enderezándose y actuando con autoridad, cosa que solo le dio risa a Doyoung.

─No esta en venta.

─ ¿En dónde lo consiguió?

─Yo lo crie.

─No le creo.

─No lo haga.

─Príncipe, por favor, no se deje ganar por sus palabras. El guerrero Doyoung le gusta jugar con las personas hasta molestarlas. ─suplico Taeyong jalándolo pero el príncipe seguía sin hacerle caso.

─Le diré a mi padre sobre tu comportamiento.

─Y yo le diré que estas aqui, en vez de estar tomando acción de como ser un buen rey. ─sonrió burlón al ver como Jisung apretó sus labios de enojo.

─Usted es muy grosero.

─Y usted muy irresponsable, ¿qué hará cuando se convierta en rey? Todo el reino te tendrá fe, parece que no tomas esto con seriedad. Actúas tan desconsideradamente.

─ ¡Yah! ─le grito apuntándolo pero Taeyong en un rápido movimiento apego el cuerpo del menor al suyo para después taparle la boca con su mano y llevárselo a rastras lejos del guerrero Doyoung.

─Nos vemos príncipe heredero. ─se despidió Doyoung agitando su mano para volver a lo suyo mientras el pobre príncipe trataba de quitarse del agarre para seguir peleando. 

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