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En cuanto guió a Johnny a su oficina se dedicó a cerrar la puerta con seguro para no ser molestados. Tomo la oportunidad de tener privacidad en cuanto el partido de Jisung termino y claramente Johnny no se negó a seguirlo.

─Siento como si no te hubiera visto en años. ─hablo Johnny encantado de estar con él.

─Eres el único.

─ ¿Y por qué me pediste que estuviéramos a solas?

Antes de que Doyoung pudiera responder Johnny se adelantó, casi como una confesión.

─Me interesas. Ni siquiera pude dormir por estar tan preocupado acerca si volveríamos a vernos. Me da algo de esperanza saber que puedo veni...

─Estar interesado en una persona y quererlo son dos cosas diferentes, no las confundas. ─interrumpió Doyoung─. No tengas ese pensamiento, ni siquiera trabajo realmente aquí. Podría irme de un día para otro si eso quisiera.

─ ¿Por qué lo harías?

Sus miradas se encontraron y Doyoung sintió unas inmensas ganas de besarlo. Era su momento, sería un sueño que por fin se cumpliría. Todas las veces que estuvieron ellos dos juntos en el pasado, nunca había tenido una oportunidad como esta.

Pero estaba mal, no podía aprovecharse del asunto. Cuando estaba a nada de darse por vencido Johnny lo tomo de la mejilla y estampó sus labios contra los suyos en un beso desesperado. Doyoung sabía que con el destino no existe las coincidencias, es inevitable y una vez que entiendes lo que significa siempre es tarde.

Justo cuando se alejó, Johnny admiro su rostro. Sonrió enternecido y volvió a unir sus labios una vez más. El corazón de Doyoung palpito frenéticamente al anhelar que el beso siguiera, se dedicó a colocar sus manos en su cintura.

El beso paso de suave y delicado a uno necesitado e íntimo. Sostuvo la mandíbula de Doyoung en mano y la otra la coloco en la parte baja de su espalda, manteniéndolo cerca.

En cuanto sintió los labios de Johnny bajar a su cuello, lo alejo de un empujón. Como si sus labios fueran a quemarlo.

─ ¿Porque tan asustado? Actuabas sin importancia que sería absurdo que ahora te pongas nervioso. ─se burló pero a Doyoung le dio igual.

─Si vuelves abrir la boca no voy a dudar en sacarte de aquí a golpes.

Lo hizo sonreír, después de siglos por primera vez Doyoung había hecho sonreír de felicidad a Johnny. Al tener esa reacción lo tomo de la mano y la estrujó entre las suyas. Doyoung sintió miles de mariposas en su estómago.

─ ¿Para qué sostienes mi mano?

─Necesito consuelo. ─respondió Johnny dejando un beso en sus nudillos─. No sabemos cuándo nos volveremos a ver.

Ese era el miedo de Doyoung, pero pasaría tarde o temprano.

(...)

Jeno soltó un gruñido de dolor en cuanto sintió el algodón húmedo pasar por debajo de su ojo para tratar de limpiar la herida. Agarro la mano de Mark con brusquedad y la alejo con fuerza para después soportar el ardor por unos instantes.

─Se curara por si sola, te dije que no necesito todo esto.

─ ¿Cómo terminaste asi? ─pregunto Mark tirando el algodón y tomando asiento en la cama.

─El maldito de Taeyong llego justo cuando estaba con Jisung.

─ ¿Qué le hiciste? ─lo miro temeroso y preocupado en cuestión de segundos─, ¿Cuando fue? ¿Salió lastimado?

─No sabía que estabas más preocupado por tu amiguito que por mí. ─soltó ofendido.

─Solo...

─ ¿Fuiste a su casa? ─pregunto Jeno, giro su cabeza sintiendo un dolor en su cuello. Se mordió el labio al no querer soltar un quejido.

─Lo hice, busque por todo su cuarto y no encontré nada.

─Entonces debería estar con esos dos.

─No voy a entrar a casa de un desconocido.

─ ¿Por qué no? ─pregunto Jeno soltando una risa sin gracia, casi forzada─. Antes hasta robabas.

─Tu lo hacías y me obligabas. ─se sintió tan avergonzado e hizo un esfuerzo para no sentirse mal.

─Yo nunca te obligue. ─se lo dejo en cara─. En cualquier momento podías irte y dejarme, pero no lo hiciste...sigues aquí. Puedes largarte ahora mismo si quieres, no regreses a mi cuando te sientas un fracaso y quieras acabar con tu vida. ─tomo su brazo sin piedad y le enseño su muñeca empeorando, viendo como su piel se tornaba fea con ronchas y las marcas más notorias al punto donde a cualquier persona le daría miedo que llegara a sobrepasar la línea.

Mark no supo que decir ya que tenia tenia razón. Se dedicó a esconder su mano detrás de su espalda por tal humillación.

─Yo me encargo de Jisung y tu entraras a la casa.

─ ¿Y si me descubren? ─pregunto Mark en voz baja con miedo.

─No lo harán, idiota. ─rodó los ojos─. Sera mañana.

─Mañana no puedo.

─ ¿Por qué no? ─de alguna manera se molestó, no podían perder tiempo.

─Estaré en una reunión con mi padre, Jisung y su padre. Van a contarlo, lo sé.

─ ¿El matrimonio? ─Mark asintió─. Entonces tu lo distraes, mantenlo por un buen rato.

─ ¿Y no te van a encontrar ellos dos?

─No, después de lo que paso esta mañana no lo van a dejar solo.

Mark jugueteo con sus dedos, tenía la cabeza demasiada ocupada con todo esto y con la certeza de que era un cobarde e hipócrita. Si lo descubren todo se complicara.

─Jeno. ─lo llamo cortando el silencio─. Quiero hacerte una pregunta.

─ ¿Qué?

─ ¿Alguna vez me amaste de la misma manera que yo lo hago contigo?

Volteo a verlo pero Jeno no lo hizo, solo se quedó mirando al suelo y deseando que se detuviera de ser tan cursi. Le irritaba.

─Te amo tanto que me siento un idiota por no ser correspondido. ─admitió Mark─. ¿No te gusto ni un poco?

Jeno no respondió, se puso de pie y se fue directo al baño cerrando de un portazo. Mark echo un vistazo a su alrededor, con el silencio acompañándolo y de nuevo sintiendo la sensación de soledad. 

DandelionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora