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Jisung casi se tira al suelo de lo cansando que su cuerpo se sentía. Las clases privadas siempre lo dejaban con un dolor de cabeza que no lo dejaría en paz por un buen rato. Dejó caer su mochila y se desplomó en el sofá sin tener la energía de ir a su cuarto. Cerró los ojos y trato de descansar, solo duro unos pocos minutos antes de presentir algo ante él.

─Hijo. ─era su madre.

─ ¿No estás en el trabajo? ─pregunto en bajo, con flojera.

─Salí temprano por unos asuntos, ¿estas cansando? ─pregunto mientras se agachaba para estar a su altura. Acomodo el cabello de su hijo con delicadeza, Jisung quiso quedarse dormido por esas caricias─. Iba a llamarte para ir por ti pero ni respondiste mis llamadas, supuse que ya vendrías para acá.

─Lo siento.

─No deberías, pero quería hacerte una pequeña pregunta. ─Jisung soltó un "hmm" a nada de quedarse dormido─. ¿Tu padre no esta actuando raro contigo?

─No, ¿por qué?

─Lo he notado más distante de lo usual. Encontré un recibo de una reservación de un restaurante, él no gasta tanto dinero en ese tipo de cosas. ─Jisung escuchaba sus palabras cada vez más lejanas, caería dormido en cualquier momento y sobretodo si su madre seguía con sus caricias en su cabello─. Siento algo inusual, ha estado en su celular más tiempo y según tiene más trabajo. Pero olvídalo, no tengo porque preocuparte de eso, solo sigue con tus estudios. ¿Ya comiste algo?

─No lo he hecho. ─Jisung salió de su pequeño sueño y contesto con calma─. Tengo hambre.

─ ¿Qué te gustaría cenar? Te haré cualquier cosa.

Jisung abrió los ojos con pesadez sin creerle sus palabras. Tomo la mano de su madre sin querer hacerle el mínimo daño físico y la alejo de su cabeza.

─ ¿Por qué me estas tratando tan bien estos días cuando toda mi vida nunca lo hiciste?

"¿Qué quieres de mí?", quiso preguntar pero se contuvo.

─No he sido una buena madre, quiero cambiar eso.

─ ¿Por qué de repente?

Haesoo se vio visiblemente sorprendida por esa pregunta. El timbre interrumpió y Jisung rompió el contacto visual para observar la puerta.

─ ¿Quién es? ─pregunto Haesoo yendo directo a abrirla y soltó un jadeo de sorpresa─. Ay, hola Mark, ¿qué haces aquí a esta hora?

Jisung se puso de pie tan rápido que todo el sueño desaparecio en cuestión de segundos. Se aproximó hasta la entrada sorprendido.

Mark le dio una reverencia por respeto. Haesoo le sonrió tratando de ocultar su emoción pero fue inevitable.

─Lamento la interrupción, quería ver a Jisung.

─No debes disculparte, pasa, adelante. ─Haesoo se hizo aun lado al igual que su hijo y Mark se adentró─. Te he visto en fotos pero eres mas guapo en persona.

─No, no. ─lo negó Mark pero la madre de Jisung siguió con los cumplidos.

─ ¿Tu padre sabe que estas aquí?

─Sí. ─y esta vez no mintió. Moon ni se negó y hasta lo felicito, cosa que no le ayudo mucho.

─Vi en la página de la escuela que mañana tendrían un evento deportivo, deberían estar descansando. Solo por ustedes dos los dejaré pasar. ─bromeo Haesoo mirándolos encantada─. Estaré ahí para apoyar a ambos.

─Pero mañana trabajas...─se interpuso Jisung.

─Es cierto, veré si puedo hacer algo.

Su madre nunca pedía un día libre para ir a verlo en algunos eventos escolares, eso fue más raro aun. Con clara confusión en su rostro miro a Mark.

DandelionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora