25

528 104 7
                                    

Jisung no le gustaba cuando se daba la oportunidad de comer en "familia". No pasada seguido pero cuando sucedía él siempre se quedaba en silencio. Y hoy era una de esas pocas veces.

Se dedicó a comer un pedazo de su carne con sus pensamientos hechos un lío. Miro a sus padres sin ninguna expresión en su rostro y menos con intenciones de iniciar una conversación.

─Un compañero de mi clase me invito a que me dieran clases privadas...con un tutor elite. ─mintió Jisung tomando su cuchara con fuerza y esperando que estuvieran en un "buen humor".

─ ¿Quién? ─pregunto su madre.

─Mark.

─ ¿Mark....? ─pregunto su padre familiarizado con ese nombre.

─ ¿El chico que está en primer lugar de toda la escuela desde que entro? ─pregunto Haesoo sabiendo esa historia gracias a las demás madres de los alumnos─. Escuche que entro a mitad del año y llego tan rápido a primer lugar, que inteligente debe ser.

─Si...él. ─respondió avergonzado.

─ ¿Te hiciste cercano a ese chico? ─preguntó Haesoo sin creérselo─. Ya era hora que hicieras ese tipo de amistades, te servirán en un futuro.

─Solo repasaremos algunas cosas por cuatro días, el lugar está cerca de su casa. Mark dijo que podía quedarme en su ca...

─ ¿Por cuatro días? ¿Crees que somos estúpidos? ─pregunto su padre dejando la comida de lado─. ¿A dónde iras realmente?

─No se trata de eso, Mark quería llevarme con uno de sus tutores especiales para presentarme. Podría ser de gran ayuda para mi ingreso universitario.

De milagro su madre le creyó, pero Johnny seguía dudoso. Recordó todas las veces anteriores que Moon presumía a su hijo que se encontraba en el extranjero y como todos lo alagaban, supuso que se trataba de ese Mark. Después de todo regreso a Seúl y ambas historias coincidían.

─ ¿En serio? ─preguntó la mujer─. Ese tipo de alumnos nacieron en cuna de oro, ve con él.

─El tutor ahora esta impartiendo clases a pocos alumno, incluyendo a Mark. No quiero perder esa oportunidad, solo serán cuatro días. Además, Mark no nació en cuna de oro.

─Ten suerte que tu si. ─le respondio─. Si no, todo sería tan complicado, no quiero ni saber que pensarían las demás personas. De por si eres una vergüenza con tus estudios, no quiero ni imaginar que pasaría si no tuviéramos dinero.

─Puedes ir ─acepto Johnny─. Pero si me entero que mentiste, no lo dejare pasar.

─Gracias. ─Jisung dejo los utensilios en su plato para ponerse de pie─. Ya no tengo hambre.

─Perfecto, ve a estudiar.

"Soy tonto por pensar que dirías otra cosa", pensó Jsiung mirando a su madre. Esperaba escuchar un mínimo "termina tu comida".

Se fue directo a su cuarto cuando las personas del aseo tomaron su plato y se lo llevaron. Cuando llego a su cuarto se acostó en su cama con la mirada hacia el techo y tuvo algo en mente.

Cerró los ojos con fuerza y junto las palmas como si pidiera un deseo y suplico que aparecieran sus dos ángeles ahora mismo. Segundos después los volvió a abrir.

─Si funcionó. ─se sorprendio Jisung al ver a Doyoung y Taeyong frente a él, pero esta vez estaban vestidos diferentes. Doyoung solo tenía unos shorts hasta la rodilla y un hoodie mientras que Taeyong traía una simple camisa negra con unos pantalones de dormir.

─ ¿Cómo hiciste eso? ─pregunto Doyoung aun sorprendido por tan repentino cambio de lugares─. No vuelvas hacer eso, mínimo hubieras avisado. ─se quejó sentándose en la silla frente al escritorio.─. Estaba a punto de bañarme, si tardabas un poco iba a suceder una tragedia.

─Que asco...─susurro Jisung.

─ ¿Estabas aburrido?

─Quería que me ayudaran a hacer mi maleta. ─les dijo yendo directo a su closet y comenzó a mirarlo detalladamente.

─ ¿Qué mentira le dijiste a tus padres? ─preguntó Doyoung cruzado de piernas.

─Eso no importa ahora. Ayúdenme. ─Taeyong fue el único que le hizo caso. Jisung comenzó a pasarle algunas prendas para que las sostuviera en mano.

─A la próxima podemos venir caminando. Eso de aparecer de la nada gasta energía. ─dijo Doyoung estirando su cuerpo y soltando un bostezo.

─ ¿Caminar? ─pregunto Jisung deteniéndose.

─Vivimos cerca de tu casa.

─ ¿¡En serio!? ─grito pero de inmediato se cubrió su boca con sus palmas porque sus padres podrían escucharlo─. ¿Cómo lograron comprar una casa siquiera?

─Trabajando en tu escuela como profesores sustitutos.

─Ya, en serio, ni siquiera salen de sus oficinas, no me creo esa mentira suya. Dudo que algún alumno los conozca, nadie los ha visto. ─dijo Jisung─. ¿Cómo tienen dinero?

─Es un secreto de ángeles. ─respondió Taeyong dejando las prendas en la cama y comenzando a abrir otro closet para sacar una maleta y guardar todo de manera ordenada.

─No es justo, díganme.

─Mejor te digo otra cosa, el blanco te queda. ─Taeyong tomo una gorra del color que nombro para colocarla en la cabeza del menor─. Va hacer mucho frio allá, deberías ir abrigado.

─Hablo en serio.

─ ¿No te gustaría pintarte el cabello de color blanco como yo? Te verías mucho más guapo.

─ ¿Me vería? ─pregunto actuando ofendido.

─ ¿Aguantara la decoloración? ─preguntó Doyoung en broma.

─Yo no me lo decolore...─dijo Taeyong mirándolo─. Solo fue destino, tal vez porque soy el ángel bueno.

─ ¿Y yo el malo? ─cuestiono ofendido porque su cabello era negro al igual que su vestimenta de diario.

─Tendría sentido, siempre esta el mal y el bien, estando al lado de Jisung somos una abalanza. Además, siempre usas negro, de alguna manera se considera así. El blanco es de pureza.

─ ¿Pureza? Eso es lo que menos tienes.

─No cambien de tema. ─interrumpió Jisung colocándose en medio para que lo miren─. Mejor ayúdenme a terminar.

─Llévate un repelente de mosquitos. No me gusta que me piquen esos insectos. ─dijo Doyoung rodando los ojos.

─ ¿Van a ir? ─pregunto Jisung.

─ ¿Hay algún problema?

─Creí que iría solo.

─Somos tus ángeles, tenemos que ir contigo para cuidarte.

─Lo sé pero...quería ir yo solo.

─ ¿Por qué? ─pregunto Doyoung extrañado.

─Solo...─el menor se llevó la mano hasta su cuello sin saber como continuar─. Olvídenlo, tienen razón, me sentiré más cómodo si vienen conmigo.

─ ¿Tan rápido te quieres deshacer de nosotros? Cuida tus palabras. ─lo apunto Doyoung.

─No lo intimides. ─lo regaño Taeyong lanzándole una camisa de Jisung que estaba tirada en la cama, Doyoung lo maldijo quitándose la prenda que lo golpeo.  

DandelionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora