79

326 77 13
                                    

─Esto no tenia que ser asi. ─dijo Mark con una angustia terrible consumiéndole─. Dijiste que no-o usarías armas.

─ ¿En serio eres tan idiota para creer eso? ─pregunto Jeno sin creérselo─. ¿Cómo puedes tener la mentalidad tan infantil? Desde siempre te haces el niño herido de la historia, en verdad estoy harto de ti.

Mark esta arrepentido, si tan solo hubiera hecho caso a las palabras de Jisung. Si tan solo no se hubiera dejado manipular.

─Ustedes dos. ─los apunto─. Ustedes no tenían idea de nada...es increíble lo estúpidos que son los humanos.

Fue todo tan rápido que el corazón de Jisung se aceleró. Una sombra a gran velocidad ataco a Jeno hasta que ambos terminaran en el suelo en solo cuestión de segundos, todo en un parpadeo. Era Doyoung quien lo ataco y ahora se encontraba peleando cuerpo a cuerpo en un intento de distracción.

Jisung trato de ponerse de pie pero un roce en sus manos lo hizo temblar por completo, volteo detrás y fue un gran alivio al ver que se trataba de Taeyong desamarrándolo para después ayudarlo.

─El libro...─susurro Jisung.

─Lo sé, espera afuera, yo me encargo. ─mantuvo sus ojos en Mark retrocediendo ante la escena. Antes de que Taeyong fuera en dirección a él, Jisung lo detuvo.

─No le hagas daño a Mark. ─suplico y su ángel asintió.

Taeyong se alejó para tratar de acercarse a la escena pero en cuanto escucho el sonido de una bala siendo disparada su vista se fue con Doyoung. El terror le llegó al corazón.

Doyoung se encontraba en el suelo para después conectar miradas con el otro ángel, sintiendo ese mismo terror.

Taeyong inspecciono su cuerpo en busca de heridas pero agradeció que no fuera asi. En cambio, Jeno tenia el arma en alto con su respiración acelerada.

─ ¿Se creen astutos? ─pregunto el demonio y todos quedaron congelados cuando apunto a Jisung con el arma. Doyoung se preparó─. Son tan ridículos y estúpidos, ¿¡por qué intentan cambiar el destino!? Ahora mismo solo disparare y se acabo para todos. Como sucedió la primera vez, volverá a suceder.

Antes de que Jeno apretara el gatillo Mark soltó el libro. El sonido de la bala hizo eco en todo el lugar.

El corazón de Jisung se sobresaltó cuando Mark se interpuso frente a él, consiguiendo que la bala impactara sobre su espalda una y otra vez. El menor jadeo sorprendido mientras tomaba su cuerpo hasta que ambos cayeron al suelo. Vio como los ojos de Mark se llenaban de lágrimas.

Antes de que Jeno pudiera entender su acción, tomo el libro del suelo y escapo. Doyoung lo siguió sin dudarlo pero Taeyong aun seguía sorprendido.

─Mark, Mark. ─susurro Jisung rompiéndose a llorar. La esperanza acerca de que todo era una ilusión se había marchitado, se sentía real, sentía el dolor en su pecho al tener a su mejor amigo sangrando ante sus ojos.

─Lo siento Jisung, lo siento tanto. ─pronuncio en su último momento de vida. La agonía estaba reflejada al igual que sus lágrimas bajando por sus mejillas. Sentía su cuerpo cada vez más débil─. Lamento todo lo que te hice, no te merezco...no merezco nada de ti. ─sollozo mientras se aferraba a Jisung, con sus manos apretando sus brazos─. Te traicione de la peor manera, lo hice antes y lo volví hacer. No mere-ezco siquiera volver a nacer.

─No es cierto, me salvaste...tu-tu...─trato de articular pero solo salieron sollozos de sus temblorosos labios.

─Te lastime en el pasado y volví hacerlo en el presente. ─en ningún momento dejo de mirarlo, sintiendo sus ojos pesarle.

Esta vez hablaba con toda honestidad y Jisung no quiso que siguiera. Mark apretó el agarro para acercarlo y lo vio por un instante, queriendo recordar su rostro hasta el más mínimo detalle. Observando su rojizo rostro lleno de lágrimas y sus ojos perdiendo ese brillo.

─Jisung. ─lo nombro por última vez─. No quiero volver a nacer si volveré a lastimarte.

Los ojos de Mark se cerraron lentamente. Su cuerpo no tuvo movilidad por perder tanta sangre. Su cuerpo sin vida cayó en el pecho de Jisung, con su pálido rostro descansando en su hombro.

La tristeza y la frustración se mezclaron por dentro, se soltó a llorar en alto y ruidosamente abrazando el cuerpo fallecido de Mark. Sintió la agonía de haber perdido a su mejor amigo en brazos.

(...)

Doyoung acorralo a Jeno en un muelle lejos del almacén y de la zona de descarga, lo persiguió por un buen rato hasta que por fin lo logro. El demonio soltó una maldición en grito al tener frente a él un gran lago, sin escapatoria.

Para sorpresa y miedo, Doyoung saco su espada de su cinturón, asustando a Jeno.

─Esta vez no vas a escapar.

El demonio dio un paso hacia atrás, observando la espalda del enemigo desprendiendo un humo verde y por unos instantes le recordó al guerrero Doyoung. Levanto el arma con ambas manos y la vista fija en él, con un solo propósito, cortarlo en dos.

Saco el libro y se lo extendió pero Doyoung no se movió. Espero unos segundos y Jeno lo único que hizo fue con su mano desocupada sacar el arma.

─Ya no tiene balas. ─dijo Doyoung como si fuera necesario. Jeno lanzo el arma al lago y su vista se fijó en el libro

─ ¿Debería tirarlo también?

─Lánzamelo y no te hare daño. ─le indico con la furia albergándolo.

─Mentiras, no dejarías que me vaya con las manos vacías. Matarías a cualquier persona que hiciera daño a Jisung.

─Es verdad. ─admitió apretando su agarre a la espada.

─Hagamos un trato. ─Doyoung no hablo, permanecía atento a cualquier movimiento─. Te doy el libro y me encargare de otro ángel. Ya sabes la razón de porque los quiero a ustedes dos. Puedo conseguir otro ángel solitario.

─ ¿Y si me niego?

─Rompo el libro ahora mismo. ─careció totalmente de expresión─. Decide.

Doyoung parecía enloquecer, sus ojos mostraron más intensidad. Al ver lo tardado que fue su respuesta solo consiguió desesperarlo. Jeno abrió el libro y comenzó a destrozar cada página por completo, rompiéndolo por la mitad desde el lomo. La adrenalina le bombeo las venas al ver como Jeno destrozo el libro para después darse vuelta y lanzar el libro hasta que se perdiera en algún punto del lago.

El horror le atenazo el cuerpo y casi lo deja paralizado. Doyoung soltó un grito de furia y se abalanzo hacia él. Paso el filo de la espada por la mitad de su cuerpo, causando que la sangre salpicara su rostro. Le dio una patada causando que las partes del cuerpo cayeran en el agua, hasta el fondo.

Sintió el mundo detenerse y la espada se deslizo entre sus dedos al ser de esa manera. Trago en seco sintiendo su respiración faltarle, pero más preocupante fue el sentimiento de que su fin se acercaba. 

DandelionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora