Capítulo 14

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—¡JODER HEMOS DESPERDICIADO UNA SEMANA! —grita Wanda muy enfadada con nosotros—. ¡DILE A TU CHUCHO QUE DEJE DE COMER, EL DESGRACIADO NOS VA A LLEVAR A LA QUIEBRA! —me señala a mí y a Rey más enfadada que antes.

La verdad es que sí hemos gastado una semana y por eso no le estamos reprochando nada a Wanda. Aaron y yo nos hemos pasado toda la semana juntos. Daniel y Tara creo que tienen un romance secreto porque tampoco los hemos visto mucho y siempre estaban juntos. Hugo ha tenido sexo con cuatro chicas diferentes cada día siempre que ha salido a discotecas. Wanda se está quejando pero se lo ha pasado muy bien con su nuevo 'amigo'. Y mi madre se ha sacado un amigo muy íntimo en menos de una semana, algo muy raro.

—¡VUELVE A GRITARLE A PHOSKITO Y TE ARRANCO LOS PELOS, PELIRROJA DE BOTE! —le grita Daniel, trayéndome a la realidad con su grito.

—¡VENGA PAYASO, VEN, QUE TE ROMPO LOS HUEVOS DE UNA PATADA! —le grita.

—Lo siento mucho —le digo a Vicent, el amigo de mi madre—. Te acostumbrarás.

—Mis hijos también son así —se ríe—. Son muy divertidos tus hijos. —mira a mi madre.

—Solo tengo dos hijas, Tamara y Claudia —se ríe—. Si hubiera parido a todos los demás me hubiera dado algo.

Cuando me doy cuenta todos están mirando mal a mi madre, ella no paraba de reírse junto con Vicent.

—Pues somos muy majos. —dice Daniel, mientras se cruza de brazos, malhumorado.

Estábamos tan cansados que todos nos quedamos dormidos, y cuando me doy cuenta ya estamos en casa otra vez.

—Rey, tu nueva casa. —lo suelto y parece encantarle el sofá.

Todos llevan sus maletas a las habitaciones.
Aún quejándose de muchas cosas.

—¿Me estáis diciendo que os vais a quedar a vivir aquí? —enarco una ceja.

—Nosotros no —contesta mi madre—. Nos vamos ya. Hasta el próximo cumpleaños —se despide de todos y Vicent y ella se van.

Ahora todo estaba en silencio, estaban todos dejando las cosas en las habitaciones y solo escuchaba el tic-tac del reloj y los coches pasar.

Me tumbo boca abajo en el sofá y recuerdo que así fue el primer día que conocí a Aaron y Daniel. De pronto una oleada de dolor y asco vienen a mí.

Me incorporo lo más rápido que puedo y unas ganas de vomitar hacen que salga corriendo al baño. Estaba mareada me sentía muy mal.

Empujo a Daniel que justo había salido de su habitación. Cuando llego al baño empiezo a vomitar enseguida.

—Eso te pasa por ponerte del revés. —habla Hugo, detrás de mí.

No puedo contestarle porque estoy mareada y no sé donde me encuentro.

—¿A esta que le pasa? —pregunta mi hermana.

—Me ha empujado y ha venido a vomitar —contesta Daniel, parecía estar quejándose.

—¿Habéis tenido sexo? —le pregunta Wanda a Aaron.

—Sí —le contesta, mirándola mal—. No la he dejado embarazada, lo hemos hecho con protección esta vez.

Me levanto y tiro de la cadena. Me miro al espejo y veo lo pálida que estoy.

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