Capítulo 5

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Ya era de día. Aaron seguía durmiendo a mi lado y ya no escuchaba los ruidos de la otra habitación.

Cuando salgo al salón me encuentro a Hugo y Tara hablando en voz baja.

—Aquí secretos no, que os saco de mi casa a patadas. —digo, mientras me recojo el pelo en un moño.

—Hablábamos en voz baja para no despertaros y más si no habéis dormido por culpa de Irina y Daniel. —dice Hugo, mientras se hace un café.

—La próxima vez Aaron y Daniel duermen en el sofá. —contesta Tara, sentándose en el sofá.

—¿Y yo por qué? Ni siquiera he tocado a tu hermana en toda la noche. —escucho que dice Aaron, que llegaba del pasillo.

—Eres el mejor amigo, es lo que hay. —le contesta Tara, con una sonrisa.

—¡Bueno, pero si estáis despiertos! —grita Daniel, sonriendo de oreja a oreja—. ¿Qué planes tenéis hoy?

—Morirme. —contesto, mirándolo con mala cara.

—El sentimiento es mutuo, Claudia —dice Hugo.

—Yo hoy tengo cita para tatuarme —habla Tara, ignorándonos a todos—. Si queréis venir es un buen momento, el tatuador es amigo mío.

—¿Qué tienes pensado tatuarte? —le pregunta Aaron.

—Una fecha.

—Ya tienes varias fechas tatuadas —contesto, mientras le robo la taza de café a Hugo.

—¡Pero esta es la más especial! —me lanza un cojín que esquivo justo a tiempo.

—Por cierto, ¿dónde te has dejado a la bruja escarlata? —le pregunta Hugo a Daniel de malas maneras.

—¿Bruja escarlata? —pregunta Aaron.

—Tu novia le puso de apodo Wanda porque decía que se parecía —pone los ojos en blanco.

—Espera, espera, ¿tu novia? —le pregunta Daniel a Aaron mientras se come una manzana.

Aaron y yo nos miramos, pero ambos negamos con la cabeza. Voy a coger otra manzana pero de pronto escucho la risa de Aaron.

—¿Tú de que te ríes puto loco? —pregunta Tara, alejándose de él con una mueca.

—¿Eso que tienes en el cuello es un chupetón? —dice Aaron, señalando el cuello de Daniel.

La cara de Daniel es un cuadro porque sale corriendo hasta el cuarto de baño. Aaron seguía riéndose junto con Tara, y Hugo los miraba con mala cara.

—¿A ti que te pasa? —murmuro.

—Nada, me voy.

—Pero-

—No me llaméis, no voy a salir hoy con vosotros, tengo mejores planes.

Mis ojos se abren por la sorpresa, Tara y Aaron parecen más serios y no paran de mirar a Hugo sin entender nada.

—¿Qué ha pasado? —pregunto, mientras me levanto.

—Mira, Claudia —abre la puerta y se gira hacia mí—. Hablamos otro día, ¿vale? —sale de la casa—. ¡Y dile a Irina que ya puede salir de su habitación! —cierra la puerta, fuertemente.

Sigo sorprendida, me giro hacia Tara y Aaron para ver si saben que pasaba, pero ambos tienen la misma expresión que yo.

—Me parece bien lo de tatuarnos, voy contigo —cambia Aaron rápidamente de tema.

—¡Claro! Oye Clau, ¿tú vienes? —me pregunta mi hermana.

—Ahora vuelvo.

Voy lo más rápido que puedo a la habitación de Wanda. Mientras paso me encuentro a Daniel mirándose al espejo. Paso de largo y entro en su habitación.

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