Capítulo 11

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Bueno pues hoy ya es mi cumpleaños. Ayer fue el día más estresante de mi vida. Wanda tuvo que irse a recoger el minibús de sus padres de ocho plazas.

Aaron estaba tan estresado porque no sabía dónde había puesto los boletos que la única manera que sabía de relajarlo era... bueno mucha información estoy dando.

Daniel no paraba de mirar mal a Víctor y se mantenía distante, mientras que Hugo hablaba todo el rato con mi madre.

Mi madre es la que conduce hasta llegar al aeropuerto. Vamos a estar una semana fuera y la verdad, lo agradezco mucho.

—¿Qué plan tenemos para cuándo lleguemos? —pregunta Daniel, con una sonrisa.

—Ir a la playa, a la piscina, de compras, a restaurantes, emborracharnos... —responde Tara.

—Ya te has emborrachado dos veces en los dos días que has estado conmigo. —le contesta mi madre.

—Por eso es que ha vuelto con Víctor. —me río.

—Estoy muy orgullosa de mi relación con él, gracias. —me mira mal Tara.

Miro a Daniel que está sentado a su lado, parece pensativo.

—¿No has pensado en dejarlo? —pregunta Hugo, desde atrás.

—¿Podemos dejar de hablar de mí? Muchas gracias —pone los ojos en blanco—. Vosotros dos —nos señala a Aaron y a mí—. ¿Qué habéis hecho en los últimos dos días que no he estado? —enarca una ceja.

—Nada emocionante. —contesta Aaron haciendo un gesto para quitarle importancia.

—Hemos estado ocupados. —contesto, aún mirando a Daniel.

—¡Ocupados en la cama! —grita Wanda, desde atrás.

Todos empiezan a reírse, excepto yo que me pongo más roja que un tomate.

—¿Cómo nos vamos a distribuir en las habitaciones? —pregunta Daniel, serio.

—Yo quiero una habitación para mí sola —habla mi madre—. Esta semana voy a encontrarme un novio millonario que me saque de la miseria.

Pongo los ojos en blanco ante el comentario de mi madre.

—Yo estaré en la misma habitación que Tara.

Tanto Aaron como Daniel me miran mal.

—No pienso compartir habitación con Daniel —señala Aaron a Daniel—. Yo comparto habitación contigo y Tara con él.

—¿Y eso por qué? —pregunta Tara.

—Porque tú lo aguantas más que yo. —la mira mal.

—Lo siento Aaron, pero yo duermo con Claudia —le sonríe Hugo.

—No.

—¿Por qué no? —se cruza de brazos.

—Porque tú haces muy buena pareja con Irina y no con Claudia.

—¡Es mi mejor amiga! —se queja.

—¡También es mi novia! —le reprocha.

—Claudia te exijo que lo dejes. —me mira mal.

—Aaron, te dejo. —bromeo, mientras lo miro sonriente.

Él me mira mal y se cruza de brazos malhumorado mientras que Hugo y yo nos reímos de él.

—Bueno, pues Claudia comparte habitación conmigo. —sonríe Hugo, victorioso.

—No.

—Te ha dejado. —le reprocha.

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