Capítulo 10

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Desde que el día anterior se había anunciado de forma oficial que Grace había desaparecido su secuestro era de lo único de lo que se hablaba en Élite, incluso en las clases. Muchos de mis compañeros no paraban de preguntar a los profesores por sus hipótesis y si sabían algo que no se hubiera dicho en las noticias, aunque ninguno dijo nada que no se conociera ya.

La única clase en la que conseguí aislarme un poco del murmullo constante fue control de elementos y habilidades pues aunque el ejercicio de esa semana no era tan complicado como el de la semana anterior sirvió para distraerme.

La señorita Adams quería que potenciáramos nuestro elemento o habilidad con ayuda de otras por lo que nos pidió que nos pusiéramos en pareja con alguien que creyéramos que pudiera ayudarnos a otorgarle más potencia a nuestra habilidad o elemento. Con tan solo una mirada y una sonrisa cómplice Eric y yo nos entendimos. Para crear el fuego el oxígeno era esencial, por lo que el elemento de Eric me venía de fábula y de igual manera no había mejor método para conseguir gases componentes del aire que de reacciones químicas, especialmente producidas por fuego.

Tras unos minutos decidimos que lo mejor sería enseñarle el ejercicio a la señorita Adams para así pedirle que nos dejara salir antes, pero tuvimos que prometerle que haríamos algo de utilidad tras demostrarle el control que poseíamos ante lo que nos había pedido para que nos dejara marchar.

-¿Crees que debería invitar a Emma a la fiesta de Halloween de Noah? Sé que Ethan te ha pedido que vayas con él, me dijo ayer que quería invitarte -dijo mientras salíamos al exterior.

Tenía razón, Ethan me había pedido que fuera con él aquella mañana en clase de historia. Noah y yo teníamos nuestros más y nuestros menos pero de alguna forma nuestro círculo en el instituto era el mismo y salíamos juntos a menudo. Me había invitado a la fiesta, por supuesto, y no me la perdería por nada, por lo que ir con Ethan tampoco me parecía el fin del mundo. Al fin y al cabo terminaría por verlo allí. Emma, además, no paraba de animarme con la idea de tener citas, y no me lo había pasado mal la última vez que salí a solas con Ethan, por lo que no me costó demasiado aceptar.

Volviendo mi mirada a Eric no pude evitar alegrarme por su pregunta. Sabía que me preguntaba cómo amigo, no como amiga de Emma y eso me hizo sonreír porque realmente quería saber qué opinaba.

-Pregúntale -animé abriendo la puerta del pasillo para indicarle que pasara-. Seguro que te dice que sí. No te voy a ofrecer una excusa por si te rechaza porque sé que no lo hará.

-No lo sé, creo que le preocupa que salgamos porque somos amigos -dijo él mientras nos sentábamos en el suelo del campo de entrenamiento-. Personalmente creo que es una tontería, Brandon y tú erais amigos antes de salir y os fue bien.

-Cierto. Si de verdad sois buenos amigos comenzar a salir si os gustáis no cambia nada, pero no nos pongas a Brandon y a mí como ejemplo. Te va a echar en cara que cortamos y ahora somos... lo que sea que somos. No rompimos por eso pero va a usarlo como argumento igualmente -le advertí mirándolo.

Eric posiblemente tenía razón respecto a Emma. Si no salía con él lo más probable es que fuera por miedo a perder la amistad. Yo podría intentar convencerla de que si le gustaba no tenía que cambiar nada que ella no quisiese, pero dudaba que me escuchara.

Me di cuenta de que él iba a decir algo más pero decidió callarse y se tumbó cerrando los ojos para evitar el sol. Para mí no suponía una gran diferencia pero sabía que la gente solía disfrutar de los momentos de sol en invierno. En Seattle estos momentos eran mucho más escasos que en Élite ya que la lluvia predominaba en Washington, por eso a la gente que vivía en Élite pero pasaba la mayor parte de su día en Seattle le encantaba volver a casa. Era muy extraño que allí hiciera mal tiempo, siempre habría alguien que pudiera manipularlo con alguna habilidad.

La Joya de los ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora