Capítulo 17

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El viaje hacia el campamento no era excesivamente largo y eso fue algo que todos agradecimos.

Respecto a mis compañeras de habitación no podía decir nada ya que ni Emma ni yo las conocíamos, pero ninguna pertenecía al equipo de animadoras por lo que supuse que no habría tanta tensión como en otras habitaciones.

Aunque era la que más manchada estaba mis compañeras me dejaron la última para la ducha, pero no importó demasiado pues pude investigar con tranquilidad cuál era la cabaña en la que habían asignado a Brandon. Pensaba hacerle una visita después de ducharme, ya lo había decidido, y eso fue lo que hice. Tras conseguir quitarme la pintura costosamente y cambiarme de ropa salí disparada a su cabaña.

-Apostaría a que esa es Liv -oí decir a Eric desde dentro cuando me oyó tocar a la puerta-. Yo me voy, no quiero estar cuando empiece a arder la habitación.

-No va a quemar la habitación Eric, no seas absurdo -contestó Brandon antes de que mi vista se encontrara con él al abrir.

Supuse que acababa de salir de la ducha pues no tenía ninguna camiseta puesta y pequeñas gotas de agua hacían brillar tanto su torso como su pelo debido a la luz de la habitación.

Estaba más bueno de lo que recordaba.

Nadie sabía lo agradecida que le estaba al equipo de animadoras y sobre todo al entrenamiento de Élite por mi físico pero a menudo tendía a olvidar que la mayoría de alumnos del colegio en Élite también hacían aquel entrenamiento, y eso incluía a Brandon, como si no tuviese suficiente con jugar al fútbol.

- ¿Pintura? ¿En serio? -conseguí decir tras tragar algo de saliva.

No me esperaba verle así pero no iba a negar que me desconcentraba de mi objetivo.

Eric no tardó ni un segundo en pasar por mi lado para salir de la habitación dejándonos solos en ella.

-En realidad te lo tendríamos que agradecer a ti. Fuiste tu la que dijo que los globos de agua eran muy básicos, por eso cambiamos de idea. Pensé qué estarías más enfadada -respondió Brandon pasando una mano por su húmedo pelo ante mi tono de voz.

-Es difícil mantenerse enfadada si te presentas así -contesté mirándole antes de poner una mano en su pecho con la que empujarle hacia dentro mientras me encargaba de cerrar la puerta con la otra.

- ¿Eso es todo? -preguntó riendo un poco.

-No -contesté centrándome en por qué había ido-. Esto es por lo de cariño -dije tirándole una de las almohadas con fuerza gracias a la telequinesis-, y esto por la pintura -añadí imitando el gesto con otra de las almohadas.

-Vosotros también nos habéis tirado huevos, no es justo que me tires una almohada por eso -replicó él mirándome.

-Tírame una tú también si así te sientes mejor -le espeté dirigiendo mi vista a las almohadas del suelo.

Él se agachó para coger una y tirármela pero en el mismo momento en el que la lanzó yo la paré con la telequinesis, desviándola.

-Vale -dijo suspirando.

No tardó en coger un par de almohadas mientras me las intentaba lanzar pero yo no hacía más que esquivarlas moviéndome por la habitación o empleando la telequinesis para devolvérselas. El único problema fue el no darme cuenta de lo pequeña que era la habitación pues cuando topé con una pared cercana a una de las camas Brandon soltó las almohadas y se acercó a mí con una sonrisa divertida, colocando sus manos en mi cintura y, por segunda vez en el día, dejándome entre él y la pared.

Noté que su rostro se acercaba al mío y por un segundo mis ojos se clavaron en sus labios, cada vez más cerca de los míos. Una parte de mí quería que me besara pero sabía que no lo haría. Sus manos se aferraron a mí con fuerza, pero en lugar de terminar con la distancia que nos separaba aprovechó su posición para llevarme hacia la cama y tumbarme en ella, quedando encima de mí y sujetando mis muñecas impidiendo que pudiera moverme.

La Joya de los ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora