Las voces que provenían del jardín se colaban en la casa junto al viento de la noche. Hablaban tan bajo que no las reconocimos hasta que llegamos a la puerta entreabierta que daba al jardín. En cualquier otra ocasión, al comprobar a quien pertenecían las voces Brandon y yo hubiésemos entrado, pero había algo distinto aquel día.
A la leve luz de la luna y las luces, Emma y Eric estaban tumbados en el césped, demasiado juntos para estar teniendo una simple conversación amistosa, pero demasiado separados para que aquello fuera romántico.
-Eric, es solo una teoría, no tiene por qué ser cierta -dijo Emma empleando toda la calma que pudo en su voz.
-Ya, ¿pero cuando se ha equivocado Liv en una teoría? -preguntó Eric mirándola-. Tal vez sea por la manera en la que dice las cosas, pero todo parece tener sentido cuando las explica.
-Bueno, ¿y qué si tiene razón y los rebeldes son prómeius? -comenzó Emma alzando un poco su voz-. Tu primo no va a unirse a ellos por eso.
- ¿Cómo lo sabes? -reclamó él, y pude notar por el tono de su voz que el tema le preocupaba más de lo que aparentaba-. El grupo de los rebeldes crece cada día. Se ve cada vez que realizan un nuevo ataque. ¿Qué te hace pensar que no van a convencer a todos los prómeius prometiéndoles habilidades o algo parecido, qué no van a convencer a Mike para que se una a ellos?
Pensé que Emma tardaría unos segundos en contestar, porque yo en su lugar no sabría qué decir. Sin embargo, Emma no dudó en sus palabras.
-Estoy convencida porque tu primo se parece mucho a ti, y tú jamás te unirías a ellos. Tienes más sentido común que eso.
Noté que Eric iba a decir algo más, pero Emma fue más rápida y se adelantó.
Tuve que contenerme para no gritar de la emoción cuando Emma besó a Eric en aquel momento.
A Brandon también le pilló por sorpresa aquel gesto.
Ambos nos apartamos de golpe de la puerta durante unos segundos y una pequeña risa se nos escapó cuando nuestros ojos se encontraron en la oscuridad.
Durante años habíamos querido que Eric y Emma estuvieran juntos para salir los cuatro en citas dobles de verdad. Los cuatro salíamos continuamente juntos pero ninguna vez habíamos podido llamar a aquellas salidas citas de manera oficial.
-Créeme, lo sé -escuchamos decir a Emma con tono tranquilizador en su voz.
Por una parte me sentí mal al estar ahí pero Brandon y yo solo necesitamos una mirada para saber que no nos iríamos por el momento por lo que volvimos a asomarnos a la puerta.
Ellos intercambiaron una sonrisa y Eric se acercó más a ella.
-Este ha sido mejor que nuestro primer beso -comentó mi amiga como si nada.
Yo miré a Brandon incrédula, sin dar crédito a sus palabras.
- ¡¿Ya se habían besado antes?! -exclamé en un susurro- ¿Tú sabías algo?
-No -me confirmó él-. ¿A ti Emma no te había dicho nada? -preguntó también en un susurro, igualmente sorprendido.
Yo me limité a negar cuando escuché que la voz de Eric se hacía presente de nuevo.
- ¿Lo recuerdas? -la voz de Eric sonó tan sorprendida como lo estábamos Brandon y yo.
-Fue nuestro primer beso, por supuesto que lo recuerdo -dijo Emma un poco más bajo.
-Siempre pensé que lo habías olvidado, como el resto de la noche -añadió Eric divertido sin apartar su vista de ella.
Emma no pudo evitar reír un poco al escucharlo.
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La Joya de los Elementos
FantasyLa vida solía ser fácil. Sólo tenía que preocuparme por la animación, por el instituto. Mis mayores problemas eran las noches a solas en Seattle y en ocasiones los proyectos escolares. ¿Mis pensamientos? Mis pensamientos eran sobre fiestas, sobre ch...