Una Vida Justa

Lisboa

Japón, Tokio.

??: ¡Señor, Midoriya, llegará a Lisboa en diez minutos! – mencionó entrando a la oficina.

??: Entonces comunícate para que se preparen para su llegada.

??: Si señor – salió de la oficina.

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Portugal, Lisboa.

Ha pasado un día desde el inicio de las pasantías, el peliverde caminaba por las calles de Lisboa, su avión aterrizó hace treinta minutos, se supone que debería ir a un lugar en la región de Santa Cruz cerca del jardín de Constantino, pero decidió dar una vuelta por la ciudad, talvez comprarle un recuerdo a su hermana y amiga.

Ni siquiera tenía maleta, lo único que llevaba consigo era una mochila. Estuvo dando vueltas por la ciudad buscando una tienda de recuerdos hasta que dió con una, a su hermana le compro un llavero de colección del antiguo héroe Spiderman y a su amiga le compro una cadena con un trébol de cuatro hojas.

La tarde había caído y con eso la hora de que Izuku se dirija al lugar de la reunión.

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Izuku se encontraba frente a una casa que parecía vieja, había un hombre gordo con lentes de unos cincuenta años esperando fuera de la casa.

??: ¡Tu eres Izuku, ¿Cierto?! – su rostro mostraba una gran felicidad por ver a Izuku.

Izuku: si, soy yo – dijo con un tono y mirada de asco.

??: ¡No sabes cuánto tiempo he esperado conocerte, Izuku! ¡Venga, entremos, te mostraré el lugar! – Izuku siguió al hombre a la casa.

Está es la otra vida de Izuku, algo que solo el director, Midnight, Aizawa, el alcaide y Ayane saben, una vida de la que no puede escapar, Izuku ha sido usado por muchos, este sujeto solo es otro más en la lista.
El hombre llevo a Izuku hasta la habitación principal.

??: ¡Aquí es donde nos divertiremos! – dijo abriendo la puerta. El peliverde entro a la habitación y detrás de él el sujeto.

Era una habitación enorme, había una cama en la que fácilmente podrían entrar cuatro personas, sobre la cama habían juguetes sexuales y en las paredes pinturas de hombres teniendo relaciones.

??: ¡¿Que te parece?! ¡¿No es hermoso?! – el peliverde se encontraba en medio de la habitación con la mirada baja, Izuku sabía que ya no había vuelta atrás, desde hace cinco años está es su vida.

??: ¡Nos divertiremos tanto aquí! – dijo con una sonrisa mientras se acercaba a Izuku – ¡¿Quieres comenzar?! – puso su mano sobre el hombro de Izuku.

Cuando el peliverde sintió la mano del sujeto, rápidamente se dió la vuelta y con su mano derecha lo sostuvo del cuello, luego lo miro, la mirada de Izuku era una completamente sería, tanto que incluso aterró un poco al sujeto.

Izuku: ¡No estoy aquí para tus bromas! – dijo completamente molesto.

??: Lo…lo siento – Izuku casi que no lo dejaba respirar – por…por favor… su… suéltame…

Izuku: ¡¿Te dejaras de estupideces?! – el hombre solo asintió con la cabeza e Izuku lo soltó.

??: Me…contaron sobre ti, no quise creerles…pero viéndote ahora, ellos no mentian.

Izuku: ¡Déjate de halagos y llévame con él! ¡Se que tu no eres el jefe!

Thomas: puedes llamarme Thomas, gusto en conocerte, Midoriya Izuku – el tono de su voz era uno más serio. El sujeto se dirigió a una de las pinturas en las paredes y luego la movió, revelando un botón en la pared, el sujeto lo presionó y el armario en la habitación se movió revelando una escalera que conducían a un piso inferior.