☪Capitulo XXVI

306 52 159
                                    

"No nacemos para ser lo que los demas quieren que seamos; nacemos para lo que nosotros queramos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"No nacemos para ser lo que los demas quieren que seamos; nacemos para lo que nosotros queramos."

-Brave

SAMANTHA CLARK

Los siguientes días fueron ajetreados y definitivamente, llenos de cambios para mi. El maestro Adam nos había mantenido al pequeño grupo que participaría en la competencia ese año y a mí, bastante ocupados y llenos de ideas para realizar una buena exposición.

Según lo que me explicaron los chicos y el profesor, tendríamos una ronda de preguntas acerca de la literatura y al final expondríamos unos ensayos que cada equipo debía hacer en conjunto o elegir uno para exponerlo al auditorio y los jueces decidieran cual era el mejor. Y lo mas alucinante era que todo debía hacerse en un solo día, por lo que debíamos prepararnos rápido.

Era mucha presión, pero, siendo sincera, me gustaba eso.

Durante esos días pude descubrir el lado gracioso del maestro, socializar con Lena y Peter, los chicos del grupo y aprender cosas nuevas que no sabía, como que la primera obra de Jane Austen en ser publicada fue "Sentido y Sensibilidad" el cual, hasta el momento, era el único no había leído, pero gracias a cierto profesor y cierta competencia que seria en honor a ella, estaba leyendo y disfrutando.

Amaba como esa mujer escribía, siempre sería un arte.

Básicamente me había pasado esos días metida de un libro a otro.

¿Lo bueno? Leía rápido, así que los devoraba en horas.

¿Lo malo? Teníamos muy poco tiempo para realizar un buen ensayo.

Toda la semana se resumió en todo eso: ir a clases, quedarme un hora todos los días para los ensayos, irme a casa, leer los libros, buscar ideas entre todos para el ensayo e investigar todo acerca de algunos escritores que el profesor nos dio. Toda una lista enorme.

Estaba haciendo mas esfuerzos que en toda mi vida.

Algunos ratos pude congeniar con Luke y los chicos, pero solo en algunas clases ya que los momentos libres los usaba para leer, ensayar o escribir algo para elaborar un buen ensayo, debido a que esta servidora se ofreció uno de esos días para escribir uno por todos. «Excelente, Sam. Tu sí que eres productiva»

Sin embrago, logre sacar unos pequeños espacios que aproveche para ver a Luke y besarnos detrás de las gradas o en los pasillos vacíos. Sentía la necesidad de verlo a cada nada y siempre buscaba la manera de verlo. Si, estaba enculada hasta los huesos de ese chico.

¿Y quien no lo estaría? Si era un amor. Luke era una perfecta combinaciones de tormenta y calma.

Y eso era lo que hacía: me calmaba. Cuando sentía que iba a dejar todo con respecto a la competencia, solo tenia que verlo, aunque fuera un segundo, y me calmaba, tomaba las fuerzas para seguir y no me rendi.

¿Qué tiene de malo ser yo?  |Nueva versión|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora