☪Capitulo VII

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"Ohana significa familia, y tu familia no te abandona ni te olvida

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"Ohana significa familia, y tu familia no te abandona ni te olvida."

-Lilo y Stich

SAMANTHA CLARK

Crecer.

Algo no muy satisfactorio que digamos. Cuando somos niños, queremos crecer con la ilusión de que seremos lo que nuestras mentes creen que seremos, creyendo que nuestros sueños se cumplirán: unos quieren ser astronautas, pilotos, doctores, otros cantantes, actores, bailarines y otros solo quieren crecer y ver que les deparara la vida al hacerlo.

Yo pertenecía al último grupo. Solía soñar que, al crecer, tal vez, mis padres me iban a querer, iban a dejar de hacerme a un lado, que iban a ser mi familia. Sin embargo, eso no sucedió. Todo fue empeorando gradualmente. Cuando cumplí los trece, dejaron de ignorarme solo para hacerme ver lo infeliz y desgraciada que era; para recordarme todo lo que nunca seria para ellos. Ahí fue cuando empezaron los comentarios sobre mi físico. «Nunca serás lo suficientemente buena para nadie, así que acéptalo, eres solo un jodido estorbo.» solían decírmelo todo el tiempo; lo repetían tanto que yo misma llegue a creérmelo.

Para una niña de trece que solo quería el amor de sus padres y la protección de su familia, eso fue afectándole en todo el sentido de la palabra. Volviendo insegura a una pequeña que solo soñaba con ser amada y valorada. Que solo buscaba el cariño en aquellos que debían quererla.

Habían transcurrido varios días desde la llegada de Mason a casa y debo decir que muchas cosas habían cambiado con eso; mi madre estaba feliz, mi padre no me había golpeado, y Susie... bueno, ella seguía siendo la misma.

Esos días habían estado comportándose como una familia, «Típica actuación». Mis padres siempre trataron de guardar las apariencias delante de Mason, pues él siempre me defendió, siempre estuvo para mi cuando ellos nos estaban. Era el único que me veía con ojos diferentes a los que ellos me daban; era mi familia, era mi guardavida... mi héroe. Pero, a la mala tuve que aprender, que, hasta los héroes, cuando están heridos, te fallan.

Iba en el asiento del copiloto sumergida en mis pensamientos. Miraba por la ventana observando todo y tratando de ignorar el incómodo silencio que había en el auto. El ambiente no era el mejor y no quería hablar, no tenía ánimos para eso.

—Voy a poner música —habló quien manejaba.

No le respondí. Escuché un suspiro dejar sus labios. Pronto el ambiente se llenó con uno de los temas de Avicii. The nights inundó el auto, haciéndome recordar tiempos viejos. Aquellos tiempos donde Cler aún estaba, esos donde no dejaba de cantar a todo pulmón como la loca que era.

«La música inundo el auto mientras avanzamos por la autopista. Cler cantaba tan alto y con tanta energía que solo me limite a mirarla en silencio. Era una chica muy enérgica y llena de vida, muy llena de vida, y lo dejaba ver en cada cosa que hacía, porque lo hacía con pasión.

¿Qué tiene de malo ser yo?  |Nueva versión|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora