7 - Juego.

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POV HANMA

Kisaki y yo habíamos llegado antes de tiempo a la nave donde iba a tener lugar la pelea, y nos escondimos en el nivel superior, esperando impacientes a ver cómo se desenvolvían los acontecimientos.

Desde hacía un tiempo atrás, nos habíamos dedicado a manipular desde las sombras a algunos de nuestros peones, haciéndoles caer poco a poco en la locura. El modus operandi había sido sencillo: cruzarnos con la persona, soltar el comentario justo y desaparecer, haciendo que esas palabras calasen en su cabeza, haciéndolos enloquecer. Y he de reconocer que había sido divertido. No todos los días tienes la opción de ver cómo se corrompe alguien.

Kisaki parecía un experto en ese juego, en el de romper a la gente, y yo solo me dedicaba a dejarme llevar, observando con regocijo la escena. No era el mismo placer que moler a alguien a palos, pero sí igual de delicioso. Y esto no había hecho más que empezar.

Me senté detrás de unas cajas, encendiendo un cigarro. Todo iba a salir bien, no había margen de error en los planes de Kisaki, pero aún así estaba nervioso. En realidad si podía haber un elemento discordante que modificara el curso de hoy. Ella.

No tenía ningún motivo para pasarse por aquí, no estaba en su ruta, y yo no debí haberle dicho nada. ¿Y si se plantaba allí? Sería una estupidez enorme, y, aunque probablemente no tendría ningún problema, me preocupaba que pudiera entrometerse, porque entonces tendría que escoger entre ella y el plan. Y no me haría gracia tener que perder mi segunda diversión.

Lo cierto es que los días atrás, le había cogido el gusto a irme a la cafetería donde trabajaba, aunque no pidiera nada, y ver cómo se ponía nerviosa, o las caras que ponía ante un cliente maleducado (y que pensaba que nadie notaba).

- Estás distraído - señaló Kisaki, a mismo tiempo que la ceniza del cigarro caía sobre mi pie -. Ya comienza, no te pierdas nada.

La aparté de mi mente como buenamente pude, me recoloqué entre las cajas y esperé a que comenzara el show, pero el sentimiento de nerviosismo no se fue.


Ese día pude ver en marcha a Mikey, "el invencible Mikey" en acción. De solo una patada, logró tumbar a Osanai. Justo como decían los rumores. Iba a ser interesante enfrentarse a él. Me relamí los labios solo de pensarlo.

- Estás totalmente demente - susurró Kisaki, y soltó una carcajada silenciosa -. Definitivamente no me equivoqué contigo.


El resultado superó lo esperado: Moebius había perdido a su líder, y la ToMan al capitán de su tercera división. Ahora teníamos que empezar nuestro trabajo de corromper a la pandilla de Mikey, lo cual sería infinitamente más divertido. No podía esperar, la excitación se apoderaba de mi por momentos.

El resultado había sido doblemente satisfactorio porque ella me había hecho caso y no había aparecido.

Salimos corriendo al escuchar los coches de policía, que se habrían hecho oídos de la pelea, y nos alejamos lo máximo que pudimos hasta perder el sonido de las sirenas. Mi acompañante lucía más contento de lo normal, demasiado contento para lo que estaba acostumbrado.

- ¿Cuál es el siguiente paso? - me detuve detrás, mirándolo con expectación.

- Hm... Yo me encargo el subcapitan de la ToMan, y de romper a Kiyomasa, tu vas a estar al frente de Moebius hasta el momento - decretó, calculando en su mente los siguientes pasos a dar -. Es importante ocasionar un conflicto directo entre la ToMan al completo y Moebius, ese será nuestro siguiente objetivo. Estoy esperando a que venga alguien que puede volver esto aún mas interesante.

- ¿Ah? Me muero de ganas de conocerlo entonces.

- Vamos a tomar algo para celebrarlo, Hanma - y echó a andar.

Decirle de ir a la cafetería donde trabajaba _____ era demasiado cantoso, más cuando siempre intentaba acabar allí, así que me dejé guiar hacia un bar de mala muerte, donde nos sirvieron unos tragos.

No teníamos edad aun para beber, pero, si sabías a qué sitios acudir, era pan comido conseguir algunos shots y cervezas. Nos reservaron una mesa al fondo, protegida entre dos pilares y nos sirvieron allí las bebidas.

Ahora que había bajado la adrenalina de mi cuerpo, ella volvió a colarse en mis pensamientos. Ahora mismo estaría trabajando, probablemente, y le quedarían un par de horas para salir. Sacudí la cabeza para que saliesen los pensamientos de ella, centrándome solo en la bebida y el cigarro, pero se había aferrado a una parte de mi cabeza, y parece que no se quería desprender.

- ¿Cómo es? - preguntó de repente Kisaki, y lo miré sin comprender -. Ella, la chica torpe de la cafetería.

- No es torpe - bebí un trago largo.

- Pero sabes de quién te hablo - sonrió mi acompañante -. Tú lo dijiste en su momento, hago esto por amor. No soy mala persona - enarqué una ceja -, en el fondo. Siempre que no se entrometa en esto, tienes mi bendición.

- Ni que la necesitase - respondí, tomando una calada del cigarro, y a mi compañero se le endureció la mirada-. Aish, pues no sé como es, la verdad, no la conozco. Me tumbó en un segundo en el parque la primera vez que la vi.

- ¿Te tumbó? - el tono de mi interlocutor era de sorpresa absoluta -. Increíble.

- Sí, la verdad es que me desconcertó que fuese una chica, y me distraje - me justifiqué, volviendo a beber de mi cerveza. Esperé unos segundos para volver a hablar, pensando bien qué decir -. Es fuerte, la he visto tumbar a un tío dos veces más grande que ella, y también es decidida y sarcástica. Es... interesante.

- ¿Y por qué no la metes en el juego?

Me giré ante la proposición, ¿se había vuelto loco? ¿Cómo iba a meterla? Ella preferiría morir antes que relacionarse con pandilleros, lo había dejado claro, así que, por más que pudiera interesarme la oferta, era imposible que aceptara.

- He visto que tiene relación con la ToMan - siguió Kisaki, sonriendo mientras trazaba en su mente planes -, así que podría ser interesante que...

Perdí la atención en lo que estaba hablando. No se por qué, pero tras un segundo, tenía a mi compañero cogido por el cuello de la camisa, frente a mi.

- No la metas en esto.

- No olvides tu lugar, Hanma - me agarró las manos y soltó mi agarre. Se volvió a sentar tranquilo, estirándose el cuello y bebió de su lata -. Como te he dicho, soy una buena persona. Si no quieres, no, pero no le negaré la entrada si lo pide - sentenció con una sonrisa.

Me quedé de pie, en el sitio, mirándolo. Esa sonrisa ocultaba algo, ya había puesto en marcha un plan nuevo. Y de todas formas, ¿por qué me importaba tanto? Todos éramos peones en ese juego, nadie importaba más allá de lo que pudiera ofrecer en beneficio de Kisaki, y ya se había visto con Osanai. Quizá es porque sabía que merecía algo mejor que acabar envuelta en esto.

Apuré de un sorbo la cerveza que me quedaba, y me despedí del rubio, que se había ensimismado con el teléfono, y salí del bar. Las cervezas y los shots que me había tomado empezaban a hacer su efecto, y sé que de haberme quedado allí mas tiempo, Kisaki hubiese conseguido darle la vuelta a todo.

Comencé a caminar sin rumbo, perdiéndome en mis pensamientos e intentando luchar contra los efectos del alcohol, sin tener realmente en cuenta el rumbo que tomaba.

- ¿Shuji? ¿Estás bien?


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Capítulo nuevo!

Ayer me pusieron la segunda dosis de la vacuna del COVID, y la verdad es que hoy me encuentro regular. ¿Cómo vais vosotres? ¿Os están vacunando ya?

Dejadme en comentarios lo que penséis, siempre me alegra ver vuestras interacciones!! Nos vemos en la próxima!



Checkmate | HANMA SHUJI | TOKYO REVENGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora