29 - Camino a casa.

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ANTES QUE NADA:

Primero.

NUEVA PORTADA!!! OS GUSTA???? La ha hecho P4REID0LIA (he intentado hacerlo con el @ 3 veces pero no me deja ponerlo no sé por qué, lo siento :c) , y a mi por lo menos me encanta!!! Muchísimas gracias, ed verdad! Me ha hecho mucha ilusión!

Segundo. 

Prometí subir el capítulo ayer, que era el cumpleaños de @Michelle_Mazuro y no pude hacerlo. ¡Feliz cumpleaños, aunque sea tarde!

Tercero.

Este capítulo es un poco meh, soy consciente, pero quería introducir el PROXIMO CAPITULO entre nuestra prota y Shuji. Tenéis ganas de magreo y yo tambien!! Así que en el próximo pasarán cositas! La tensión sexual entre los dos ya sabemos que es más que evidente.... ¡Tengo muchas ganas de escribirlo!

Cuarto.

Como siempre, disfrutadlo y os leo en comentarios!!!


POV _____

La noche había sido un suplicio, no pude conciliar el sueño entre pensamientos que asaltaban mi cabeza. En cierto momento, una vez pasadas las 3 a.m., y harta de dar vueltas en mi cuarto y tomar infusiones relajantes que me ayudasen a conciliar el sueño, decidí salir a tomar el aire.

Me coloqué una peluca castaña, con la melena corta y rizada, me maquillé una serie de pecas y lunares para disimular mi identidad, me abrigué con un chaquetón y un pañuelo, y salí al frío de la noche.

Las calles estaban desiertas y sólo se veían algunas luces encendidas en las casas, probablemente de estudiantes preparando los exámenes. Había echado de menos pasear por la noche, sola. En EEUU era casi imposible salir sin sentirme acosada. Había extrañado la aparente seguridad de mi país. 

Me recoloqué el pañuelo, tapando mi garganta y protegiéndola del frío y llegué, casi sin querer, a un parque, que quedaba al borde de un río. Me senté en los columpios y me balanceé con suavidad.

Ese parque no era desconocido para mi, solía acudir con mi hermano cuando éramos pequeños, y nos quedábamos jugando hasta las tantas, cuando nuestra madre venía, desesperada, a buscarnos. Sonreí con tristeza al recordarlo, y me quedé un rato absorta en mis cosas, mirando al columpio vació a mi lado, e imaginando como sería la situación si mi hermano estuviera aquí.

Habríamos salido juntos, montado gresca por alguna pelea estúpida y los vecinos nos hubieran llamado la atención. Al final, después de una carrera para huir de las broncas, hubiésemos llegado a casa rendidos, y dormiríamos hasta mañana del tirón.

Pero allí no estaba mi gemelo. Me lo habían quitado. Esa nostalgia fue dejando paso, de forma inmediata, a una rabia profunda y explosiva. 

Los últimos minutos de la vida de Kei pasaron por mi mente, y me palpé la zona de la espalda marcada por la cicatriz del cuchillo con el que intentó quitarse la vida. Dolió. 

Oí de fondo la risa de Kisaki, cómo intentó darle la vuelta a la tortilla en el momento más crítico, culpándome a mi de todo lo ocurrido, cuando el verdadero culpable había sido él. Cuando se coló su imagen en mi mente, apreté los puños con tanta fuerza, que clavé mis uñas en la mano, haciéndome daño. 

Vi la cara de Shuji, totalmente perplejo al enterarse de nuestro parentesco, implorando un perdón y una explicación que no le di. Eso si fue culpa mía.

Vi a Mikey, cegado por el odio, despojado de humanidad, consumido hasta los huesos por una mentira.

Y no pude evitar, una vez más, sentir que Kisaki tenía parte de razón y que yo tenía culpa en todo aquello. 

Checkmate | HANMA SHUJI | TOKYO REVENGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora