30.- Promesa.

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POV ___________

Paseaba de su brazo por las calles, con el usual silencio que, con anterioridad, se instauraba entre nosotros. Notaba como me miraba de soslayo, a veces con ganas de hablar, pero inmediatamente se callaba al girar mi rostro para prestarle atención​.

Al chocar sus ojos con los míos, yo me llenaba de nerviosismo y sentía la necesidad de apartar la mirada corriendo, avergonzada y probablemente sonrojada.

¿Qué estaría pensando de mí, después de como me había comportado en mi piso? ¡Yo soltándole esa chapa de que había cambiado, y no era capaz de sostenerle la mirada por unos segundos! Qué patética.

La conversación con Kana aún estaba en el ambiente, y mi corazón latía con fuerza al recordarlo.

- ¿Se te ha comido la lengua el gato? - pregunté haciendo acopio de valor, pero intentando que no se notara mi nerviosismo. No quería seguir en este silencio que se iba tornando incómodo a cada paso.

- No es eso - se rió mientras giraba la cabeza, negando -. Es que estás muy guapa, has cambiado mucho en estos años - me ruboricé y escondí la cabeza en el pañuelo. El volvió a reír -. Lo que no ha cambiado es que sigues siendo adorable.

- Teóricamente, tienes que​ tratarme con respeto, no meterte conmigo - reí yo también, sin sacar los mofletes del ​pañuelo.

- Teóricamente, solo cuando ejerces como líder, ¿no? - me guiñó un ojo con picardía -. Fuera solo eres _____, mi... ¿amiga?

- ¿Su...pongo?

La conversación volvió a cortarse tras esa pregunta. No estaba segura de si volver a considerar que éramos amigos o no. Si solo era mi subordinado o no... O, en todo caso, si yo quería que fuese algo más que eso. Cada ápice de mi estaba maldiciendo a Kana por su idea, y me pregunté cómo le estaría yendo con Kisaki. L​o mismo volvía con información importante en la próxima reunión...

- Puedo hablarte de lo que ha pasado hoy si...

- No - le corté en seco -, todo lo que repercuta al Sakage se habla en las reuniones. En América vi una película, "El club de la lucha​", y una de las reglas de ese club es que nadie habla de él.​ Así funcionamos, así es como nos protegemos.​

- Wow, si que te has puesto seria de repente... Esto debe ser muy importante para ti.

Entre silencio y silencio habíamos llegad​o ya al piso, y él se había detenido justo en el inicio de las escaleras. Nunca fuimos muy de hablar en los paseos, pero nunca me parecieron tan incómodos como para no querer seguir dándolos. Pasaría horas alrededor de la manzan​a incluso, con esa sensación de agobio en el estómago y la cara roja por el nerviosismo incluso,con tal de continuar con ellos.

- Puedes soltarme ya, que me vas a arrancar el brazo.

Fue entonces cuando me di cuenta de que había aumentado la fuerza de mi agarre a su brazo, mientras mi cabeza deseaba que no se acabase el paseo. Lo solté de inmediato y volvi a notar como me subían los colores mientras el reía por mi reacción​. ¿Por qué siempre conseguía ponerme así?

- Bueno, pues ya estamos aquí - suspiró cuando terminó de reírse -. Te mando un mensaje cuando llegue a casa, ¿vale? Tu a dormir, que tienes cara de muerta.

Jugué con los extremos del pañuelo, balanceándome sobre mis talones encima del escalón. ¿Qué quería hacer? ¿Qué quería que pasara? Una parte de mi, la más impura y lasciva, sabía perfectamente qué quería, pero la otra parte, la racional, decía que aquello no estaba bien. Las cosas habían cambiado, y ahora yo no podía continuar como antes, aunque hubiesen quedado claros sus sentimientos hacia mi. Pero, ¿y los míos...?

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⏰ Última actualización: Oct 11, 2022 ⏰

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Checkmate | HANMA SHUJI | TOKYO REVENGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora