18 - "Cita de amigos"

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POV _____

Esa semana volvimos a las clases. Los primeros días fueron un caos, todo reuniones con los orientadores escolares, ya que deberíamos irnos planteando nuestras opciones al acabar el curso. Y de paso, me llevé alguna que otra bronca por haber permitido que mi hermano repitiese curso.

Al salir de clase iba para mi trabajo de medio tiempo los días que no entrenaba, y de ahí a casa a estudiar. 

Shuji y Kisaki seguían viniendo con regularidad a mi cafetería, y había aprendido un código con señas con el primero, para saber cuándo podía acercarme a hablar con ellos y cuando no. Obviamente, aunque no me acercase cuando tratasen temas personales, estaba siempre con la oreja pegada, cualquier información que pudiera conseguir del rubio sería bienvenida.

En los entrenamientos me volqué más de lo normal en mejorar mi velocidad, una parte de mí se había tomado a lo personal la rapidez con la que Shuji me había tumbado el día que nos convertimos en amigos a la fuerza, y me prometí que no volvería a pasar. Emma alucinaba, y me contó en uno de los descansos, a modo de marujeo que Hinata practicaba karate. Me había vuelto muy cercana a esas dos en los últimos días, incluso teníamos un grupo en el teléfono por el que hablamos a menudo. 

Quitando esas pequeñas nimiedades, todo volvió a ser tediosamente normal.

Pero, conforme pasaban los días, crecía en mi un sentimiento de nerviosismo, que no sea iba por más que intentase aplacarlo. Cada día que pasaba, era un día menos que quedaba para quedar con Shuji e ir al parque de diversiones. En mi cabeza se repetían mil escenarios de cosas que podían pasar mal o que podían acabar chafando el día, y eso no ayudaba con la ansiedad.

No sé en qué momento se corrió la voz, pero al final Hinata y Emma se enteraron de que tenía una "cita" (aunque intenté explicarles que era entre amigos no se lo creyeron), y de ahí, al resto de los amigos de mi hermano, que se acordaron de repetirme no menos de 5 veces por día que iban a estar también en el parque, espiando. Al final tuve que amenazarlos a todos. De todas formas, mis dos amigas se ofrecieron a estar, por si ocurría cualquier cosa, que tuviera una excusa para irme. Y no me dieron opción a quejarme.


Al llegar el sábado, día acordado para ir al parque, me desperté con las ojeras por los tobillos. La ansiedad de que la agresividad de Shuji se hiciese presente por algún imprevisto, más los comentarios que se habían encargado mis amigos de soltarme durante toda la semana habían hecho que la noche anterior no pudiese dormir.

Me desperté deseando que fuese domingo para pasarme el día en la cama, me pesaba la vida. Me arrastré hacia la ducha, lavé mi cabello, lo sequé y lo peiné. Abrí el armario y me senté delante, acariciando a Noya, que se había acostumbrado a dormir conmigo, imaginando conjuntos en mi cabeza que no me terminaban de convencer.

- Daf iguaf lo qued te ponfaf - mi hermano se asomó por la puerta, con el cepillo de dientes en la boca -, quien ef fea, ef fea...

Le lancé una zapatilla a modo de respuesta, que esquivó sin esfuerzo ninguno. Cogió el gato en sus manos y salió, diciendo algo del palo que "no quiero que le enseñes la violencia a mi hijo". Menudo idiota.

Al final, decidí llamar a mi comodín en estos casos, que se presentó el piso poco después.

- Gracias por venir - le abrí la puerta en cuanto escuché el ruido de su moto aparcando -. Esto es urgente.

- Uuh - respondió sonriendo mientras iba directo a mi cuarto -, entonces sí que va en serio. A Baji no le gustará saber esto.

- Anda ya - entré detrás de él a mi cuarto y cerré la puerta detrás. 

Checkmate | HANMA SHUJI | TOKYO REVENGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora