8. Wow, redimirme, no pensaba que conocías esa palabra

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Me despierto un martes, recordando sus labios sobre los míos, sus manos en mi culo, y su erección en mi barriga. Y si, estoy caliente. Tampoco es que sea nada del otro mundo, los tios se levantan con una erección y las mujeres también podemos despertar con ganas de follar. Aceptadlo, es completamente natural.

Me voy a duchar para despejarme un poco. Salgo, me pongo un top blanco, y una falda negra larga. Lo acompañó con unos botines con tacón y un "choker" negro (vamos, la gargantilla de toda la vida). Bajo con la mochila ya preparada para no tener que subir y me como un par de tostadas mientras reviso Instagram. Una vez acabo, pasó por el baño para revisarme mi escaso (pero existente) maquillaje, a base de corrector, pintalabios nude y un poco de rímel. Apenas se ve, pero me apetecía cuando salí de la ducha.

A las 7:20 salgo de casa. Como cada día. Sin retraso y sintiéndome extrañamente en paz con el mundo. Y si, es extraño, porque no tengo ningún motivo para estar así.

Y a pesar de mi aparente estado de felicidad, el día pasa igual de aburrido que el resto: práctica de balonmano en clase de educación física, derivadas en matemáticas, sintaxis en lengua castellana, phrasal verbs en Inglés... vamos, lo mismo de siempre.

A última hora, a la una, me acerco junto a las chicas a clase de Historia. La anterior fue Filosofía por lo que Chloe estuvo en clase de Tecnología. Y es por eso también que ahora nos está contando cómo Jimmy, su compañero de pupitre, acabó destrozando los proyectos de dos equipos en una jodida (y escandalosa) caída.

-Pues mirad, él decidió hacerse el machito, e ir a coger la caja de herramientas... Y ya sabeis que es musculoso como un spaghetti... Bueno, y eso, que él va, y comienza a volver súper lento, con cara de "me voy a cagar o a correr aquí mism... del esfuerzo". El caso es que se le-le resbala, se tro-pieza con ell...- para este punto, las palabras de Chloe son una mezcla inteligible de sollozos, risas, carcajadas y tartamudeos- se-se-se choca, cae sobr-sobre un proyecto.... Chof... se levanta... pi.... perdón... y volviendo.... Jajajajaj... se vuelve a caer... jajajaja... nadie sab... si reir, llorar o matarle... jajajajajajajaja.

Las demás nos reímos, aunque no se si de la historia o de sus risas estridentes. Cuando llegamos a la clase, vemos una hoja de papel delante de la puerta: Por motivos personales, la Señora Milton no dará las últimas dos clases. Los de la última clase podrán irse a su casa.

-¡Bieeen!-dice Tess aplaudiendo.

En la vida hay pocas cosas que te hacen feliz de manera genuina: ver como la planta que cuidas florece, terminar un libro y que haya acabado como querías, un beso en la frente, un abrazo de esos que te reconstruye por dentro, y poder dormir una hora más o salir una hora antes porque el profesor no pudo dar la clase. A los que os ha pasado me entenderéis. Bueno, y a los que no, no os costará de imaginar.

Y la mejor sensación es cuando vas andando por el pasillo y el resto de alumnos te miran con envidia, y tú sólo puedes andar con la cabeza bien alta, contoneando el culo y moviendo el pelo. Definitivamente, la mejor sensación.

-Pues vamos- les digo cogiendo a Samy y a Tess del brazo. Ésta última se lo coge a Chloe y vamos las cuatro juntas.

Nos sentimos las reinas del mundo mientras caminamos por el centro del pasillo y los demás nos miran como diciendo puta suerte.

Lo dicho, es lo mejor.

-Soph- escucho que alguien me llama por detrás y me giro: John. Esta gran sensación no podía durar tanto, no...- como salimos antes, ¿quieres que vaya antes a tu casa? A eso de las tres, tres y algo...

Miro a mis amigas, las cuales se miran entre sí sorprendidas; sólo les falta abrir la boca. Y es que olvidé mencionar ese pequeño detalle, ups.

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