9. Tal vez yo quiera quemarme

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Aviso: ¡CAPÍTULO +18! (Si quereis saltaroslo, pasad directamente al siguiente)

Nuestros labios encajan perfectamente y el roce entre ellos me hace suspirar. Mis manos suben hasta su cuello, y trato de acercarle más. El profundiza el beso abriendo sus labios y empieza a jugar con mi lengua. Sus manos suben y bajan por mis brazos, llegando hasta mi cuello, dejando pequeños hormigueos que me excitan.

En un momento, me levanta y me sienta en la encimera de la cocina. Ahora estoy a su altura y puedo acercarle fácilmente. Envuelvo mis piernas a su cadera y lo acerco más a mi; no quiero centímetros entre nosotros, mi piel le necesita.

Sus labios dejan los míos para empezar a atacar mi cuello, dejando besos húmedos desde mi oreja hasta mi pecho. Yo gimo, y aprovechándose de mi momento de debilidad comienza a mordisquear y chupar un punto concreto de mi cuello. No hay que ser muy listo para saber que mañana, o tal vez sólo en unas horas, tendré un chupetón enorme que ya veremos como tapo. ¿Mi problema? Que ahora mismo no me importa una mierda. Lo único que quiero, es que continue.

Cuando se separa, levanto su cara para volver a besarle. ¿Qué coño estás haciendo? grita mi cerebro, pero sinceramente, llevo seis meses a dos velas, estoy caliente y él está bueno, y joder, no es como si la gran mayoría de adolescentes no hicieran ésto todo el tiempo.

Sus labios acogen los míos con pasión y sus manos buscan el borde de mi top para quitármelo. Me quito el top y le ayudo a quitarse su camiseta. Paso mis manos por su pecho y sus suaves abdominales. Sí, John siempre ha sido como el típico adolescente de película, al menos físicamente.

En vez de volver a sus labios, mi boca busca su cuello y comienzo a dar besos suaves y húmedos por él. Decido dejarle una marca, un chupetón, como él hizo conmigo y mientras mordisqueo su cuello, él decide hablar:

—Dios... Soph...—suena tan sexy cuando me lo dice él— te juro que me encantas... que me encanta tu cuerpo... y tocarte... y follarte y que te entregues... a mí... pero no deberíamos hacer esto...

Odio que se ponga así cuando estoy caliente. ¿Me arrepentiré mas adelante? Probablemente sí, pero ahora mismo me da igual. Quiero lo que quiero... ya me entendéis. Y lo que quiero es follar, estoy caliente.

Con una valentía extraña que no sé de dónde sale, pues mía no es, bajo mis manos por su torso, hasta llegar a su pantalón. La deslizo hasta quedar mi mano entre éste y su bóxer, justo encima de su "amiguito".

—Creo que tu pene no opina lo mismo—le digo guiñando un ojo... no sé de dónde sale esta perversión, juro que mía no es.

—Joder Soph..., deberías parar... no creo que pueda aguantar mucho más... si sigues... acabarás empotrada contra una pared con mi polla destrozando tu coño... estás jugando con fuego... te quemarás Sophie.

John siempre ha sido muy mal hablado en el sexo, siempre le ha gustado tener el control. Y a mi, sinceramente, me gusta, me excitan sus palabras rudas susurradas en mi oído mientras me penetra rápidamente. Dios, no se que me está pasando hoy...

—Tal vez yo quiera quemarme— respondo metiendo finalmente la mano en su bóxer y sintiendo en mi palma su gran erección.

—Tú te lo has buscado.

Sus labios atacan mis pechos ahora desnudos y yo arqueo la espalda gimiendo en voz alta. En algún momento de ello, tanto mis pantalones como los suyos desaparecen y sus labios vuelven a los míos. Su lengua juega con la mía volviéndome loca, sus manos bajan a mi ropa interior, apartándola lentamente provocándome mientras lo hace.

—Estás muy mojada joder— me dice pasando su mano por el interior de mis muslos— pero, agghh, no voy a follarte, luego te arrepentirás y volverás a alejarte...

Con sus palabras me aparto. Sé que tiene razón, y ahora mismo me invade la vergüenza. No sé porqué, tampoco es que haya hecho nada, pero así me siento. Bajo del mármol dónde estaba y salgo de la cocina cogiendo mi top. Mi sujetador acabó por el suelo y no voy a pararme a recogerlo, así que simplemente me pongo el top.

Voy al comedor y me siento en el sofá. John se acerca a mi y se sienta a mi lado. Coge mi cara y la levanta, para que le mire:

—Ahora tengo que irme. No te sientas mal ¿vale? Ni avergonzada ni mierdas de esas, porque no hiciste nada malo. ¡Mira como me has dejado!— dice señalando su bóxer y riendo—más bien hiciste algo muy bien.  No te mortifiques por nada, ¿ok?

—Tranqui, no lo haré— me conoce muy bien... no sé si eso es bueno o malo —supongo que deberías irte ¿no? Te acompaño.

Me levanto y le acompaño a la puerta. Antes de abrirla, me da la vuelta y me pega contra ella para besarme con pasión. Muerde mi labio inferior y lo suelta poco a poco, haciendo que un escalofrío de placer recorra mi cuerpo hasta situarse en la parte baja de mi barriga. Se acerca a mi oreja y me susurra:

—Te hubiera follado en esa misma cocina, una y otra vez. No creas que no quería. Nadie me la levanta más rápido que tú, no lo olvides.

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Hasta aquí el capítulo de hoy... Uff que calor no? Empezó fuertecito jajaj, pero me gustó mucho escribir una escena así, porque era mi primera vez.

¿Que os va pareciendo? No olvideis darle a la estrellita si os está gustando

Bueno, hasta el próximo capitulo guapxs. ¡Bye!

❤️🧡💛💚💙💜

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