22. Mi invitado, tu invitado, su invitado

17 0 0
                                    

Vuelvo al banco en el que estamos sentadas, vuelvo a los brazos de Samy, siento la luz del sol. 'No estoy sola, nadie me sigue' me repito un par de veces. Y respiro. Estoy bien.

-Sophie, cariño, ¿te pasa algo? Estabas temblando- dice Sam. Su voz suena preocupada. Esa es el tono que no quiero escuchar de ninguna de ellas, por eso sigo negándome:

-No, estoy bien. Sólo... dormí mal, estoy cansada- al decirlo miro a Chloe, asegurándome de que no dice nada.

-Estábamos diciendo de ir a casa de Tess. Plan tranqui, palomitas y peli. Esta vez nada de fiesta, ¿quieres?

Chloe cambia de tema, rápidamente, así que parece que sigue aceptando que no quiera contarles a las demás lo de anoche. De todas formas no me apetece nada ir.

-Ehm... Creo que paso... Estoy realmente cansada. ¿No os importa quedar sin mí? Creo que me quedaré en casa, dormiré la siesta y eso...

-Claro. Bueno, si cambias de opinión, ya sabes...

Las demás me miran preocupadas, pero lo dejan estar ahí. Las tres horas siguientes, las últimas gracias a Dios, pasan rápido. Me despido de las chicas diciendo que Will me recoge y espero un par de minutos en frente del instituto. Will llega, me subo, espero, me bajo, entro a casa. Siento como mi cuerpo va en modo automático. Mi mente apenas es consciente de lo que pasa.

Como por comer, ni se que es y al acabar, subo a mi habitación. Quiero dormir, espero no soñar.

Me despierto un par de horas mas tarde y sinceramente, me siento mucho mejor. Cojo el móvil y veo varios mensajes. El primero del grupo que tengo con mis amigas, un selfie de ellas comiendo palomitas. Escribo rapidamente un que buena pinta, seguido de un corazón. El segundo es Jack, preguntándome si estaba bien. Sí, por Instagram. Le dejo en leído, no tengo ganas de hablar.

El último, John. No sé ni cómo reaccionar a su mensaje. Es de hace 15 minutos y pone "Voy para tu casa". ¿Cómo que viene para aquí? ¿Por qué? ¿Con el permiso de quien? Si no tenia ganas de estar con las chicas, con él menos, obviamente.

"¿Cómo que vienes? ¿Así? ¿Por qué si? Yo no te invité"

"Tu madre si" responde.

No se si quiero matarle a él o a mi madre. ¿SE PUEDE SABER QUE HACE ESA SEÑORA QUE DICE SER MI MADRE METIÉNDOSE EN MI VIDA HASTA TAL PUNTO?

En ese momento suena el timbre y un segundo escucho a mi madre saludando a SU invitado.

-¿Qué haces aquí?- digo malhumorada sin llegar a bajar las escaleras del todo.

-Ay Sophie, no seas así con tu invitado-. ¿En serio dijo eso mi madre? Querrá decir el SUYO.

-Yo no lo invité.

-Sophie Stone, comportate.

Me callo y me voy al comedor ya que paso de discutir con mi madre, no serviria de nada. Escucho a John venir detrás mía.

-¿Qué quieres, John?

-Nada, solo vine a ver que tal estabas.

-Estupenda- ¿por qué todos me preguntan lo mismo?

-Tu madre no opina lo mismo. Por eso me dijo que viniera, que te veías mal-. De verdad, odio a mi madre.

-Bueno, pues le dices de mi parte que estoy genial y te puedes ir ya.

-Mira, no me voy a ir. No quiero irme. Y me voy a quedar aqui hasta asegurarme de que estás bien, puesto que tampoco tienes buen aspecto. Y podemos estar mal, o ya que estamos, hablar cordialmente y ser amigos. ¿No seria eso mejor?

Tenia razón, y aunque yo no tuviera ganas de estar con él, mi madre tampoco le iba a dejar irse. Así que la siguiente hora estuvimos bien, hablando cordialmente e incluso riéndonos un par de veces recordando algunas de nuestras anécdotas divertidas como pareja. Y estuvo bien, estuvo bien poder pensar en ello y hablar de ello sin solo pensar en lo último.

-Eres preciosa, ¿lo sabes?- mi risa se corta en seco al escucharle-. E inteligente, humilde, bondadosa y risueña. Preciosa. Perfecta. Te quiero, y no merezco siquiera hacerlo. Pero cuando estoy contigo se me olvida. Tu me haces volar, soñar, creer en mi mismo... No sé que hice para merecer tu amor. Y no sé porqué fui tan estúpido. No me debes nada y yo, en cambio, la vida entera, así que déjame usarla para conseguir tu perdón. Por favor.

Sus palabras suenan sinceras y aceleran mi corazón. Pocas veces había expresado sus sentimientos de una manera tan clara y real. John no miente. No cuando habla de lo que siente. Y escuchar que siente eso por mí, me llena de una cierta calma que sólo siento con algunas personas. Es la sensación como de que todo está bien, de sentirme querida, a salvo... cómo de que todo está en su lugar.

Su mano acaricia mi mejilla después de recolocar un mechón detrás de mi oreja. Se acerca a mi, sin dejar de mirarme fijamente y la tensión crece. Mira mis labios y yo los suyos. Sé que quiere besarme. ¿Quiero yo? No lo sé.

Su cara se acerca a la mia. O le aparto o le beso. O le beso o le aparto. O le aparto o le beso. O le beso o le aparto. Ahora o nunca. Apenas quedan unos centímetros antes de besarnos. Le beso. Abro un poco la boca y cierro los ojos.

Oscuro; noche; chicos; me gritan; me quieren tocar, a saber que más; ando; más rápido; más rápido. Miedo. Miedo. Miedo.

Me aparto y su mano deja de tocar mi mejilla. Respiro intentando calmar mi respiración acelerada. Y cuanto más respiro, más me agobio.

-Vete- le digo intentando calmarme, sin éxito- ¡Vete ya!

Le empujo hasta la puerta y cierro tras él. Me dejo resbalar por la pared, hasta llegar al suelo. Intento coger un aire que mis pulmones se niegan a coger. No puedo respirar.

Tal vez esto es un ataque de ansiedad. Tal vez me muera ahogada.

Vamos Sophie Jones, tu eres más fuerte que todo ésto. Respira. Coge aire, suéltalo. Inspira, expira. Inspira, expira. Estás a salvo, en casa, nadie quiere hacerte nada. Inspira, expira...

Al cabo de unos minutos, mi cuerpo reacciona y mis pulmones ya se llenan de aire. Me levanto del suelo y empiezo a ir a por un vaso de agua a la cocina. En ese momento, suena el timbre. Me vuelvo a acercar a la puerta:

-John, ¡vete! Lo digo en serio.

-Emm... no soy John- escucho decir a una voz detrás de la puerta.

Chico Instagram Donde viven las historias. Descúbrelo ahora