Ollie es una chica que creció en el campo, pero que gracias a una beca tiene la oportunidad de estudiar la carrera que ha querido desde pequeña en una de las mejores universidades del país, pero más allá de cumplir su propósito, tendrá que verse env...
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Born the middle son of a farmer, And a small town southern man...
La canción favorita de papá sonaba en la radio como todas las mañanas. No la odiaba, pero las emisoras en Williston no iban precisamente de la mano con lo novedoso. Lo que es de esperarse si vives en el campo. Desde que tengo memoria, crecí escuchando Country en todos lados, alrededor de mí, en casa, en mi habitación, en el bus, en el pueblo, en la camioneta de papá, en fin; toda una costumbre. Una que seguramente esta por cambiar el día de mañana. Ya que mañana será el día en el que conoceré un mundo distinto al que creí estar destinada a vivir por el resto de mi vida.
Estaba tarareando la canción mientras cortaba los bordes del pan y untar mantequilla de maní en ambas tapas. Mis dedos se llenan un poco al intentar unirlas entre sí y los elevó a mi boca para limpiar los rastros de la crema con la punta de mi lengua.
Me encantaba el sabor del maní.
—Buenos días, cariño.
Doy un pequeño brinco al escuchar la voz de papá y su mano posarse en mi hombro derecho. Como cada vez que me asusta, cierro los ojos y suspiro.
—Papá, ya te he dicho que dejes de andar por la casa como un fantasma. De verdad, un día de estos me darás un ataque al corazón.
—Eres muy joven para tener infartos, cacahuatico.
Con una sonrisa burlona me da un beso en la cabeza y con un mohín le observo caminar hacia los gabinetes, sacando su taza favorita que le regalé con el escrito grabado "para el mejor padre del mundo" cuando tenía tan solo 6 años y contaba con la ayuda de mamá. A pesar de habérsele caído y romperse en tres pedazos él de alguna forma se las arregló para juntarlas con pegamento.
Mientras sigo untando mantequilla en el trozo de pan que queda en mi plato, lo veo acercarse a la jarra de café que preparé hace unos minutos y servirse una taza. Se aleja, apoyándose en la encimera de enfrente, mientras bebe su café negro y sin azúcar. Observándome y yo a él, me llevo un trozo de pan a la boca.
Esta muy callado hoy...
—Ehm... ¿Pasa algo, papá? ¿Por qué me miras así?
—Voy a extrañarte tanto, Ollie —dice acompañado de un suspiro melancólico mientras me toma por sorpresa.
—Papá, ya hablamos de esto.
—Lo sé, lo sé. Aun así. Eres toda la compañía que tengo aquí. Pensar que estarás lejos y no poder cuidar de ti... Me rompe el corazón, cariño.
