Capítulo 19~ Un reemplazo para Luke

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—Estás usando lentes muy oscuros hoy

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—Estás usando lentes muy oscuros hoy.

—Son para el sol —me excusé.

—Pero no hay sol, Selene.

Me tomo un momento para apartar la vista del camino y elevarla al cielo. Ollie tenía razón. No hay sol. Para ser de tarde el día se ha mantenido gris, así que no había nada de lo que protegerme para estar usando lentes, pero esa no era mi intención real y solo ver lo astuta que es para intentar descubrir que puedo estar ocultando debajo de los lentes me arranca una sonrisa de los labios.

Anoche me fue imposible pegar un ojo cuando las pesadillas han estado volviendo con más intensidad luego de una semana de descanso. Es como si se marcharan para tomar fuerza y regresar tan solo para machacarme mucho más.

Las pastillas hacen su función, pero no sabía por cuánto tiempo más podría estar tomándolas cuando estas ni siquiera se me fueron recetadas.

Tal vez Gigi tenga razón y deba ir con un experto en cambio. ¿Pero cómo hacerlo sin que mis padres se enteren? Si lo hicieran, eso tan solo significaría el fin de mi independencia y el volver a casa una pesadilla continúa.

Tenía que poder soportarlo, como diera lugar.

—¿Crees que tus amigas se enojen si me ven llegar contigo en vez de Luke? —pregunta Ollie y no es desapercibido el tono nervioso en su voz al hacerlo—. Ellas no me atacaran o algo así... ¿Verdad?

Mhmm... —cabeceo sin apartar la vista del frente al conducir y elevar mis cejas a medio suspiro—. No sabría decirte, la verdad. Pero conociendo a mis chicas, cualquier reacción se puede esperar viniendo de ellas. Un atentado, una estampida, cualquier cosa. Yo que tú me mantendría en alerta por si acaso.

Un silencio de su parte me hace querer mirarle a través de mis lentes de sol, siendo imposible no reír cuando sus ojos están abiertos temerosos y sus manos sobre el regazo sujetándose entre sí con un juego nerviosos en los dedos pulgares. Haciéndola ver aún más ansiosa y preocupada que al encontrarnos hace unos minutos.

—Estoy jugando contigo —aclaré, regresando la mirada al frente con una sonrisa sastifecha—. ¿Pero qué puedo decirte, Ollie? Les prometí abdominales y ahora les estoy llevando un par de pechos más. Por supuesto que se enojaran.

—Creí que Luke visitaba tu casa para limpiar, no para mostrar sus "abdominales".

Le miro de reojo, adoptando al igual que ella un arqueo de ceja.

—Limpiando o no limpiando, los abdominales están ahí —me encojo de hombros con una mueca inocente—. No puedes no querer mirar y apreciarlos un poquito cuando están exhibiéndose así frente a ti.

Esbozo una gran sonrísa al escucharle resoplar exasperada y negar divertida después.

—¿Pero cuál es el miedo? Hace unos días me distes todo un sermón en el gimnasio y parecías muy convencida con lo que querías. Ahora que has logrado tu prometido, ¿te me estás arrepintiendo?

Te amaré hasta mi último alientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora