|| 25 ~ Lᴀ Pᴇʟɪɢʀᴏsᴀ Mᴀғɪᴀ ||

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“ ... han pasado ya cinco días desde la aparición de otro de los integrantes de los Red's... ”

La puerta que da entrada a la residencia es fuertemente tocada, detrás de esta se encuentra un hombre de una apariencia de unos treinta y ocho años acompañado por un grupo de tres hombres más y dos chicas, los cuales buscan hacer acto de presencia ante La Mafia que son los altos cargos de las organizaciones de toda Marbella, sus ceños fruncidos y mala ostia que resultan tener ante los resientes atentados realizados en contra de su organización, demuestran que su intencionada visita no es por nada agradable.

Una vez más, con inminente desespero la puerta es tocada, sin obtener ningún tipo de respuesta.

Es entonces, cuando escuchan la rejilla ─que da entrada a la residencia─ ser abierta, dando paso a una camioneta negra blindada de cuatro plazas, la pequeña organización de las pañoletas voltea a mirarlos, observando como las mismas personas que estaban buscando bajaban de aquel vehículo sin ninguna preocupación aparente en sus expresiones. Igor es el que va por delante cuando se topa con las demás presencia.

─ Oh, pañioletas ¿Quié hacer en casia de Amios? ─ Cuestiona el ruso sin ningún tipo de expresión marcada en su rostro.

Tampoco era como si aquella organización fuera seguido a buscarlos a tal punto que ya dar la información a la Mafia, en realidad los Red's comúnmente iban a su búsqueda únicamente para la compra venta de armamento y explosivos, un par de veces más para cuestionar cosas que no les satisfacía y otra solo para presumir sus logros, no había nada más.

Sin embargo, el obvio enojo marcado en la mayoría de las facciones faciales de aquella banda organizada, daba mucho que explicar y en esta ocasión no parecía que fuera a haber una grata conversación de negocios.

Era bastante evidente que Fedor, Hai e Igor conocían lo que estaba ocurriendo en la ciudad actualmente, no eran los jefes de los bajos mundos por nada, además de que la misma organización que estaba realizando tales fechorías ya habían hablado al respecto con ellos sobre el tema y no les molestaba en absoluto; lo que sí provocaba enojo en ellos, era como los Red's cada que les daba el gusto, iban a ellos únicamente para hincharles los huevos y hablar sobre temas a su conveniencia.

─ Además de los dos asesinatos a dos integrantes de mi organización, ¿Qué más podría traernos? ─ Cuestiona con cinismo el hombre que parece ser el líder de los Red's, el cual sin ningún tipo de culpa se enfrenta con palabrerías a La Mafia frente de él.

─ Antes que nada, creo que es bastante obvio que ahora mismo no están en tu guarida, si no que en MI casa, así que guarda un poco de respeto ─ Fedor habla, siendo el último en llegar pero no por eso no evitó escuchar las ásperas palabras del hombre frente a él, arruga el entrecejo y amenaza, para después seguir su camino a la entrada de su hogar.

Donde sin mayor preocupación Hai e Igor habían entrado.

Junto con ellos se encontraba el hombre con vestimenta y pasamontañas negra, la pequeña organización de los Red's cada que tenían una reunión con aquellas personas, se habían percatado de que pocamente falta aquella presencia misteriosa, la única información dada es que trabaja en la policía y es el contacto que tienen con esta, su voz era indiferente ya que siempre que hablaba parecía utilizar uno de esos aparatos que cambian su voz.

Cuando los cuatro hombres están dentro, es cuando las personas de las Pañoletas Rojas deciden abrirse paso, caminando un poco lento por el lugar, eran contadas las ocasiones en las que habían tenido el privilegio de visitar aquella casa, generalmente sus reuniones siempre terminaban siendo en las Cárnica o un lugar con ubicaciones diferentes, lugares que muy pocas veces veían debido a los random que podían llegar a ser. Estando ya dentro de la casa, van en dirección a la sala, lugar donde recurrentemente se realizan las reuniones de la Mafia con cualquiera de las organizaciones bajo su mandato.

Rᴇɪɴᴀ [Mᴀʀʙᴇʟʟᴀ Vɪᴄᴇ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora