|| 16 ~ Nᴏᴛɪᴄɪᴀs Dᴇ Iᴍᴘᴏʀᴛᴀɴᴄɪᴀ ||

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Después de la tan inesperada llamada que se realizó por parte de Salinas hacia José y después de que hallan subido rápidamente al vehículo, Carlo comenzó a manejar en el coche eléctrico que en realidad terminaba siendo propiedad de Toni.

En su ánimo se notaba que no tenía ganas ni mucho menos intención de querer ir a darle algún tipo de visita al abogado, tampoco era como si en estos momentos tuviera una buena y válida escusa para poder evitarlo siquiera, con la renuente seriedad en la que Heredia le dio el aviso para la tal repentina reunión no se parecía en nada improvisada, en realidad se veía que necesitaban de su presencia en el lugar de encuentro, sin contar que su reconocido sexto sentido le adelantaba sobre la noticia que estaba próxima a recibir, cual quiera de la que se trate, de ninguna manera le agradará.

Los tres hombres durante todo lo que duro el trayecto no se molestaron en iniciar algún tipo de conversación que les corte la duración del camino. Carlo para esos momentos se encontraba ensimismado entre sus propios pensamientos, a la par que hacía todo lo que podía por no perderse en su conducción y hacerlo con normalidad, así evitando cualquier tipo de accidente.

José no se encontraba en mejor estado, él de cierta manera ya sabía el tema principal por el que avanzaría aquella inesperada platica, durante los últimos días había tenido algunas reuniones con el abogado sobre la investigación que estaría llevando acabo y con eso ya le daba que desear.

Y mientras Viktor, se veía rodeado entre dos partes: en una, se encontraba curioso sobre aquello que Salinas tiene tantas ganas de contarles, en las últimas semanas apenas había interactuado con él, así que no sabe nada; su otro lado, se encontraba cegado por el enojo, quiera o no quiera, sus pensamientos no dejaba de abarcar el carácter negativo que estaba teniendo Carlo hacia Anya, eso es algo que no le agrada a más que nada por que la albina era una amiga suya, se atrevía a decir que casi una hermana y el trato que estaba recibiendo no era el adecuado.

Fueron por lo menos, unos veinte minutos de trayecto que les tomó llegar a la ubicación que les había enviado el actual presidente para encontrarlos, sus razones eran desconocida y sin embargo, no las cuestionaron.

Estando ahí presentes, observaron el coche de Raúl estacionado a un lado de una pequeña cabaña, bajaron del auto y se encaminaron al lugar en completa precaución, tocaron la puerta dos veces y después de un par de segundos una más, con eso, el peli negro hace acto de presencia detrás de la puerta de madera, comprobando enseguida de las personas a quien esperaba y así abriéndole la entrada.

─ Entren, entren.

Estando una vez, dentro de la cabaña, observan el mal estado de esta, la madera podrida, muebles prácticamente rotos, algunas cuantas prendas y hojas tiradas por todo el suelo, era lo único que podían observar y les parecía demasiado asqueroso.

─ Y bien, ¿A qué se debe tan inesperada reunión y por qué ha tenido que ser en este lugar antes que tu oficina electoral? ─ Carlo se para en medio de una pequeña habitación, quedándose parado pues de ninguna manera pensaba sentarse en alguna parte de aquel lugar, cruzándose de brazos y frunciendo el entrecejo así remarcando su inconformidad.

─ Eh, bueno... ─ Para ese momento, Salinas se sentía un tanto cohibido ante la inminente presencia del Gambino, no es tanto por miedo ya que estaba bastante acostumbrado a su duro carácter, más bien por que ni siquiera sabía cómo comenzar con todo este asunto, sin contar que no sabía cuál sería su reacción ─ Carlo, he hablado un poco con José, y...

Rᴇɪɴᴀ [Mᴀʀʙᴇʟʟᴀ Vɪᴄᴇ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora