Capítulo 20

10 3 2
                                    


Oscuridad...estaba sumergida en la vasta oscuridad.

Me encontraba caminando sin rumbo dentro de un pozo oscuro,no veía nada,no sabía hacia dónde caminaba ni me dirigía.

Estaba perdida hasta que un rayo de luz se alzó,cegada por la brillante claridad frente a mis ojos no pude ver bien la figura que se empezaba a forma frente a mí.

Pelo negro azabache al igual que sus profundos ojos,era blanca,blanca como la luna que alumbra las noches.Se veía como yo,pero no era yo.

-¿Hija?-su voz era tan dulce,sentía una extraña nostalgia al escuchar su voz.

Era como si el precioso sonido me hubiera sido arrebatado desde hace tanto tiempo.

El aterciopelado sonido se hizo paso en mi interior,encanjando como una pieza en un gran rompecabezas de emociones.

Solo que yo no sabía de esta pieza perdida,era algo nuevo pero se sentía bien que por fin haya encontrado su lugar.

-¿Mamá...?-con mi entrecortada voz y lágrimas saladas inundando mis ojos logré musitar aquellas palabras.

La mujer frente a mi sonrió dulcemente.

Era reconfortante ver su sonrisa,hasta que ví como un hombre malo,vestido de negro(no podía ver su cara)se la llevaba,la alejaba de mí.

¡No por favor!

¡No te vayas mamá!

¡No me dejes sola otra vez,te necesito!

No...

No...

¡¡¡Noooooooo!!!



                      ****

Desperté empapada de sudor y respirando con dificultad.No veía nada hasta que mis ojos se fueron adaptando a la oscuridad del cuarto en que me encontraba.

Con mis manos toqué mi cara y la encontré llena de ácidas lágrimas.

¿Dónde estaba?

No reconocía este lugar...

¿Aún estábamos en Nairobi?

Me levanté cuidadosamente de la cama donde me encontraba y caminé por la habitación,no la reconocía para nada.

Era completamente de madera,decorada por unos escasos muebles y nada más.

Las ventanas me permitían ver un bello campo y horizonte,sin duda no estábamos en Nairobi.

Este paisaje era muy diferente a la sabana.

En ese momento los recuerdos de lo sucedido inundaron mi mente como una gran ola que golpea y te arrastra mientras estás desprevenida.

¿Dónde está Trevor,Adam y Diego?

¿Me habrán capturado?

¿Qué pasó ayer?

Todas las respuestas a mis preguntas entraron por la puerta de la habitación donde me encontraba.

-¿Rizzo?-la incredulidad en mi voz era evidente.

¿Qué hacía él aquí?

-Levana me alegro de que hayas despertado,tus hermanos estaban muy preocupados,¿quieres que los llame?

Mi cerebro analizaba cada palabra que decía con extremo cuidado.

-¿Qué hago aquí?

-¿No recuerdas lo que pasó anoche?-no pude responder ya que entró apresurado en el cuarto la imponente figura de Trevor que se dirigía hacia mí.

Bajo el mismo cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora