Capítulo 26

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Ya había logrado calmarme.

Es increíble la capacidad que tiene el fuego de detruirlo todo.

La capacidad que tenía una sola llama de crecer tanto hasta destruir un bosque entero,justo igual que una pequeñita mentira que poco a poco se multiplica hasta convertirse en los cimientos de un turbio engaño.

Pero,a pesar de la capacidad de destrucción que poseía el fuego este tenía su encanto,al igual que una mentira bien adornada,a esas se les llama ilusión.

Veía cada llama flameante y caliente destuir toda fibra existente en la madera de la chimenea.

Era relajante ver cómo la madera iba lentamente consumiéndose en el fuego hasta quedar reducida a cenisas.

El fuego me recordaba a mí,yo era la madera que iba siendo consumida poco a poco por el fuego de los engaños hasta quedar totalmente sumergida en llamas rojizas calientes.

La pregunta era:

¿Yo también iba a ser consumida por el fuego de los engaños o sería capaz de enfriarme lo suficiente para combatir el fuego?

Supongo que tendremos que esperar y ver qué pasa...

-¿Estás dormida?-masculló suavemente Trevor.

Me sorprendía un poco su actitud pero la verdad es que él es un jodido bipolar así que sus repentinos cambios anímicos ya no me sorprendían tanto como antes.

-No.-musité.

-Deberías dormir.

-¿Aquí,no vamos a volver?

-No tenermos auto,estamos a más de 1 hora de distancia de la casa y hay una tormenta local afuera.¿Debo seguir dándote razones por las cuales debemos pasar la noche aquí?

-Si no hubieras echo una rabieta hace unos instantes aún tendríamos el auto y podríamos regresar a casa.-dije secamente.

-La culpa es tuya,no sé cómo lo haces pero logras hacer que pierda la paciencia.-espetó con desdén.

-¿Tú tienes paciencia? Vaya,  pensaba que no conocías el significado de esa palabra.

-Y yo pensaba que con este frío la lengua viperina esa que tienes se te iba a congelar,pero ya ves,aún continuás destilando veneno por la boca.

Sé que con su comentario debería haberme sentido muy ofendida y enojada pero por alguna extraña razón solo comencé a reír.

Y una pequeña risa se convertió en grandes carcajadas que hacían que me doliera el estómago por tanto reír.

¡No tengo la menor idea de qué me estaba pasando!

Trevor solamente me miraba extrañado y confuso.

Frunciendo demasiado el ceño,cosa que hizo que riera aún más.

-Wewe ni mwendawazimu-habló Trevor ocultando una pequeña sonrisa.

Y por primera vez no era una sonrisa torcida o descarada, era una sonrisa genuina,verdadera,de esas que te inspiran a sonreír justo como la persona frente a tus ojos.

La frase que dijo ya la había mencionado antes,la reconocía de la cabaña de Rizzo.

Me tranquilicé y paré de reír para después decir:

-¿Qué significa?-pregunté sin ocultar las ansias de escuchar su respuesta.

-Significa que estás loca.-habló y rió.

Rió...

¡¡RIÓ!!

-¡No puedo creer que yo haya echo reír a Trevor Kavinsky!-comenté entre risas.

Bajo el mismo cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora