Capítulo 8

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-¡Hola!-saludó muy entusiasta,lo cual me recordó a una persona que no veía hace ya algún tiempo...

-¿Qué haces aquí?-inquirí aún sorprendida por su presencia.

Sus ojos turquesa me miraban juguetones y una sonrisa burlona se formaba en sus labios.

¿Se estaba riendo de mí?

-¿Estás ocupada?-preguntó.

¿A qué se debía esa pregunta?

-No.-respondí más fría de lo que pretendía,y al parecer mi firaldad también le daba risa.

-Eres muy linda.-habló sonriéndome demasiado.

Ok...oficialmente no entendía lo que estaba pasando aquí.

-Ok...-dije dudosa.

No tenía la menor idea de qué responder a eso,y al parecee mi indecisión también le causaba gracia.

¡¿Es que en serio todo lo que hacía le parecía gracioso!?

-¿Quieres pasear conmigo?-comentó con sus ojos turquesa brillando en su pálido rostro.

¿Quién sale a pasear a las 4 de la mañana e invita a alguien a acompañarlo?

Sin embargo había algo en él que me resultaba bastante...atrayente.No lo entendía muy bien,era una fuerza invisble que me impedía decirle que no.

-Está bien.-al decir esto su mano se extendió en busca de la mía en un gesto para que la tomara.

¿De qué siglo es este chico?

Sin embargo,como ya les dije antes,me era imposible negarme así que tomé su mano regañadientes.

Este apretó suevemente mi mano,y sin darme cuenta me ví comparando nuestras pieles.En realidad eran muy parecidas.

A excepción de el cabello y los ojos se podría decir que éramos muy parecidos en ese especto.

Su tacto era suave,y tiraba ligeramente de mí guiándome hacia dirección desconocida.

Hubo un momento en que se detuvo de repente,no veía nada.

Todo se resumía a la oscuridad,sentí como su mano abandonaba la mía y en un momento estaba sola en aquella oscuridad.

-¿Demian?-lo llamé pero este no respondió.

¿Qué diablos está pasando aquí?

-Demian esto no es gracioso¿Dónde estás?-dije ahora un poco molesta por su actitud.

De pronto una luz cegadora se batió con la oscuridad del espacio,dejándome incapaz de ver nada por un breve momento.

Después de unos segundos fui abriendo y cerrando mis ojos hasta que fui capaz de visualizar algo.

Frente a mí se encontraba un salón completamente blanco,bueno en realidad las paredes eran blancas,pero encima de estas habían chispeantes y brillantes colores.

Un torbellino de colores,formas,figuras y texturas adornaban las blancas paredes.

En una parte de la habitación estaba en una selva con exuberante vegetación,llena de frondosos árboles y un majestuoso puma tan negro como el ébano.

Sin embargo cuando girabas estabas en la cima de una montaña,observando al crepúsculo ascender en el cielo,era simplemente mágico.

Cientos de paisajes y lugares rodeaban al cuarto de paredes blancas,mis ojos se dirigieron hacia el techo e imaginen mi sorpresa al encontrarme con centenares de estrellas acompañadas de las blancas nubes,había algo peculiar en este cielo.

Bajo el mismo cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora