Bajo el mismo cielo

Capítulo 18

Unas manos sueves tocaban mis mejillas...

Se sentían tan suaves y cálidas sobre mi piel...

Un par de ojos grises sobresalían en la oscuridad,estaban brillantes...

Adam...una sonrisa adornaba su rostro y juro que fue la sonrisa más bonita que había visto en toda mi vida.

Su pelo azabache caía desordenado sobre su blanca piel creando un contraste perfecto,sus labios carnosos estaban húmedos y entreabiertos mientras que su pecho y abdomen estaban descubiertos.

Parecía un hermoso retrato barroco,exponiendo su escultural belleza masculina.

De repente sus dedos hábiles se movieron hasta mis labios secos y fue entonces cuando lo noté.

¿Por qué se siente tan real?

¡¿Esto es un sueño,verdad!?

Sentía sus dedos recorriendo mis labios.

¡¡Esto no es un sueño!!

Abrí mis ojos de golpe e imagínense mi sorpresa cuando ví a Adam sentado justo a mi lado en la cama.

-¡Adam!

-Hola.-saludó sonriendo.

¿En serio me estaba saludando?

¡¿Pero que clase de persona irrumpe en el cuarto de otra a media noche para decir "hola"!?

-¿No eres un sueño?-decía al mismo tiempo que le tocaba el brazo para asesorarme.

Más tarde me arrepentí de haber echo eso pero es que todavía estaba medio adormilada.

-Puedo ser tu sueño si quieres.-dijo con una sonrisa seductora.

¡¡Me prohíbo a mí misma sonreír!!

-¿Qué haces en mi cuarto de madrugada viéndome dormir como un jodido asesino serial?-hablé demasiado rápido por el desconcierto.

-Necesitaba hablar contigo.-dijo y desapareció cualquier rastro de diversión,estaba triste ahora.

-¿No podías esperar a mañana?

-No Levana.

-Bueno entonces dime,¿qué es lo que quieres?

Este se veía nervioso,indeciso,como si la pregunta que fuera hacerme le asustara mucho.

-¿Qué pasa Adam?-pregunté más tranquila.

-¿Ya no me quieres?

¡¿Por qué es tan perfectamente hermoso!?

Sus ojitos gris líquido eran tan claros y transparentes que me volcaban el corazón en un segundo.

¡No!

No puedo caer...no puedo volver a creerle él...él no me quiere,él me mintió...

-Eso ya no importa Adam.

-¡A mí sí me importa! Por favor Levana,yo sé que lo que hice estuvo mal pero no mentí cuando dije que te amaba...que te amo,créeme por favor.

-¿Si yo te hubiera echo lo que tú me hiciste,me hubieras perdonando Adam?-al decir esto se quedó pensando,analizando lo que le había dicho.

-Depende...-habló indeciso.

-¿Depende de qué?

-¿Tú me amas Levana?

-¿A qué viene eso ahora Adam?

-Si tú me amaras sí te hubiera perdonado.-dijo mirándome con sus ojos grises ávidos y tranquilos.