Capítulo 14

4 2 2
                                    


Busqué mi chaqueta en la recepción del baile y corrí al auto,Dorian ya estaba allí hablando con Trevor un poco alejados de este.

Subí al coche y allí estaban Lynda y Demian,no dije nada,solo me senté allí a esperar a que nos fueramos.

Ni Lynda ni Demian se atrevieron a decir una palabra,sin embargo me atreví mirar un momento a los ojos turquesa que se encontraban a mi lado y estos me miraron compasivos,como si comprendieran mi dolor.

En ese momento Dorian y Trevor subieron al auto y nos dirigimos a la casa.

****

Al llegar a casa subí rápidamente a mi habitación y me tumbé en mi cama a desahogarme.

Sentía rabia por estar llorando por él,sentía rabia por todavía amarlo y sentía mucha más rabia por necesitarlo en este momento más que nunca.

La puerta de mi habitación se abrió y de un momento a otro Trevor y sus ojos más oscuros que nunca entraron.

-Vete Trevor.-dije ocultando mi rostro lloroso detrás de la almohada.

No quería que él me viera siendo débil y llorar.

-No voy a dejar que llores por un gilipollas.-dijo y sentí que se sentó en la cama.

-No estoy llorando por él.-mentí.

-Mientes.

-¡No lo hago!

-¿Entonces por qué te tapas la cara con una almohada?

Silencio...

No sabía qué responder a eso...

-No fue tu culpa Levana.-dijo

-Si lo fue,fui tonta,fui ingenua y estúpida por creer en él.

-No Levana,el único estúpido es él.-soltó un largo suspiro y dijo-Tu corazón tal vez se equivocó pero fuiste sincera,siempre eres sincera Levana y eso eso está bien.Ahora vas ahora llorar y vas a estar perdida en tu sufrimiento por un tiempo, pero al final te vas a levantar,porque así eres tú Levana.No dejas que nadie acabe contigo,y cuando todos piensan que ya no te vas a volver a levantar es entonces que lo haces más fuerte que nunca.Eres fuerte,testaruda y caprichosa,incluso puedes llegar hacer un jodido dolor de cabeza pero precisamente eso es lo que te hace ser tú,no importa cuánto dolor te venga encima siempre ta vas a levantar.

Para cuando Trevor terminó, ya yo había sacado mi cabeza de la almohada.

¿En serio Trevor había dicho todo eso de mí?

No podía creerlo,pero la verdad es que en el fondo sus palabras me habían dado fuerzas para seguir,me habían echo creer en mí otra vez.

Estaba agradecida con él por eso.

-El único caprichoso en esta habitación eres tú.-me miró extrañado por mis palabras para luego decir:

-No lo creo.

-¿Entonces no recuerdas que tiraste un auto por una colina solo porque yo no quería acatar tus órdenes?-dije y una inesperada sonrisa brotó de sus labios.

-Creo que ambos sabemos quién tuvo la culpa de eso.

-Por supuesto que tú.-dije y volvió a reír y fue entonces que sentí el pequeño impulso de reír junto a él.

¿Qué estás haciendo conmigo Trevor?

-Quería darte esto.-dijo al mismo tiempo que sacaba de su bolsillo una cajita roja de forma rectangular.

Bajo el mismo cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora