Esas palabras...
Esas dulces palabras...
Era mágico como con solo esas palabras todo en mi interior lo quería a él,lo llamaba a él.
-Adam...-conseguí decir aún con todo el huracán de emociones que amenazaban con acabar conmigo,era más fuerte que yo,lo que sentía era más grande y más fuerte que todo mi ser,me sobrepasaba.
-Shhh-dijo Adam llevando su dedo hasta mis labios y lo acarició suavemente,con eso solo consiguió que mi mente y mi cuerpo lo reclamaran con vehemencia y necesitaran más de él.
-Vámonos de aquí.-susurró otra vez tirando suavemente de mi brazo,guiándome hacia un lugar que desconocía.
Nos detuvimos una vez que una suave y refrescante ráfaga de viento nos recibió junto con la oscuridad de la noche, alumbrada solo por el brillo de la luna.
En ese momento,sin siquiera esperarlo,sus labios se unieron con los míos en el tan esperado beso que los dos anhelábamos desde hace tanto tiempo.
Amor,tristeza,añoranza, alegría,deseo,pasión,necesidad y otras emociones desconocidas y sin nombre creaban ese beso,haciéndolo especial,haciéndolo mío y de Adam.
Sus manos se aferraban a mí con fuerza repitiendo lo que ya me había dicho con palabras,que jamás me iba a dejar ir.
Sus labios se movían con euforia y necesidad sobre los míos,presionándolos, acariciándolos y saboreando el exquisito sabor de su boca con la mía.
Estaba colgando en sus brazos,las mariposas surcaban los cielos,mi aire era él y mi cielo sus ojos,sus manos mi tierra y sus labios todos mis deseos,mi corazón reconocía a su único dueño.
Amarlo se convertiría en mi único placer,en el único color que existiría en mi vida,me veía tan vulnerable al descubrir que lo amaba a corazón abierto.
-Te encontré Levana.-dijo orgulloso mostrándome una de esas bobas sonrisas que sin embargo me encantaban.
-¿Y quién dice que no fui yo la que te encontré a ti?
-Tienes un punto,pero me gusta pensar que yo lo hice.-habló ahora todavía con su sonrisa.
-¿Estuviste bien?-pregunté y ahora su sonrisa desapareció.
-Sabes que no Levana.¿En serio pensaste que estaría bien si no estabas tú?-dijo acariciando mi mejilla.
-Tenía que hacerlo Adam,tú no entiendes...
-Entonces explícamelo,dime qué pasa Levana.-su voz era casi una suplica.
-No puedo Adam,quizás algún día.
-Algún día...-dijo molesto y se apartó de mí.
-Es por tu bien Adam,yo no quiero que estés en peligro.
-¡Creo que soy lo bastante mayor para cuidarme solo Levana! Tú...¿Tú no confías en mí?
-¡Claro que sí! Pero no puedo Adam...lo siento.
Este me miró dudando algo,se le veía triste y confuso,justo como yo me sentía ahora mismo en mi interior.
¿Debería contarle a Adam?
¡No!
No puedo,no puedo hacerlo, debo recordar...sí,eso debo hacer,debo recordar las palabras del desconocido.
No confíes en nadie...
Pero...Adam no era "nadie", Adam era...Adam era mi mundo,mi todo.¿Tampoco puedo confiar en él?
ESTÁS LEYENDO
Bajo el mismo cielo
Romance"NO CONFÍES EN NADIE" Esa sería mi consigna en esta dura batalla que se avecina,no podía ceder ante nadie ni siquiera ante esos bellos ojos grises que me embelesaban... ...Esa noche Levana tenía un nuevo propósito,y no descansaría hasta alcanzarlo...