Me encontraba ahora en la cocina comiendo lo que me preparó Carmen.Me he percatado que Adam ha estado evitándome,cada vez que nos cruzamos en la casa finge que no me ve o sencillamente me ignora.
Me duele un poco pero en el fondo se lo agradezco,es mejor así.
Sea cual sea la razón por la cual me está evitando a toda costa será mejor que se mantenga.
No quiero tener que luchar contra las emociones extrañas que siento por él.
Cuando terminé de comer me dirigí a mi habitación apresurada ya que me quedaba poco tiempo para prepararme pero sin querer tropecé con alguien.
-¡Auchh!-había chocado contra el fuerte e imperante pecho de alguien y caído al suelo por inercia.
-Vaya,dos veces en un día.
¿Necesitas que contratemos a alguien que vele por tu seguridad Levana?-ahí estaba la molestísisma y mezquina voz de...bueno ya saben de quién hablo.-Un caballero como siempre Trevor.-dije enojada incorporándome sobre mis pies.
-¿No deberías estar lista ya para esta noche?
-¿Y tú no deberías acatar tu regla número tres?-solté con sarcasmo.
-La regla número tres se aplica según mi conveniencia.
Además es divertido ver cómo te caes y humillas a ti misma,definitivamente es entretenido de ver.Habló mostrándome su característica sonrisa torcida y sus ojos llenos de diversión.
-Lástima que siempre te arruine la diversión porque recuerda Trevor,-me aceruqé a él-cada vez que me caigo siempre termino levantándome.¿Supongo que eso te arruina la satisfacción verdad?
No esperé respuesta solo me fui de allí en dirección a mi cuarto.
¡Dios!
¡Ese hombre hace que pierda la paciencia en dos segundos!
¡¿Cómo es que alguien puede disfrutar tanto el sufrimiento humano!?
Será mejor que deje de tratar de entender a Trevor y empiece a prepararme para esta noche.
****
Después de probarme decenas de conjuntos,accesorios y zapatos,por fin estaba lista.
Mi atuendo constaba de un precioso vestido azul marino ajustado al cuerpo que estaba varios centímetros por encima de las rodillas.
Llevaba unos tacones a juego y el collar de luna carmesí que me regaló el anciano.
Mi pelo castaño caía extremadamente lacio por mis hombros hasta llegar un poco más abajo de mi cintura.
Estaba lista físicamente para ir a la fiesta pero emocionalmente estaba echa un caos.
Por supuesto que no tenía la más mínima pizca de humor para salir pero debía hacerlo si quería mantener las apariencias.
Además todavía tenía un plan que ejecutar,descubrir el secreto del mayor de los hermanos,Trevor Kavinsky.
-¡¿Levana ya estás lista!?-odiaba los chillidos de Diego.
-¡¡Ya voy!!-hablé de la misma forma que él y un segundo después entró por la puerta vociferando algo.
-¡Hey,yo no hablo así!,deberí...-paró en seco al verme.
-¿Qué?-pregunté extrañada por su reacción.
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Bajo el mismo cielo
Roman d'amour"NO CONFÍES EN NADIE" Esa sería mi consigna en esta dura batalla que se avecina,no podía ceder ante nadie ni siquiera ante esos bellos ojos grises que me embelesaban... ...Esa noche Levana tenía un nuevo propósito,y no descansaría hasta alcanzarlo...