Capítulo 9

31 5 7
                                    


Y allí estábamos los tres siendo juzgado por la mirada despectiva de Trevor.

-¿Y bien,alguien va a decir algo?-preguntó este con cierto tono de enfado.

-Cálmate Trevor,solo salimos con Levana para enseñarle el río.-respondió Diego tratando de aliviar la tensión.

-¿Y a quién le pidieron permiso para salir?-allí estaba otra vez ese tono mezquino característico de Trevor.

¡No se imaginan cuánto me enojaba que me hablara así!

-Nunca hemos necesitado tu permiso para salir.-habló esta vez Adam confrontando a su hermano mayor.

-Ustedes no,pero Levana sí.¿Es necesario que les recuerde que está aquí en contra de su voluntad?-dijo mostrándome una sonrisa torcida llena de repugnancia.-¿Todavía recuerdas que estás secuestrada,verdad Levana?.

Esas últimas palabras habían traido consigo dolor,mucho dolor.Era imposible escapar de mi realidad un segundo.

¿Cómo es que podía ser tan cruel?

Quería llorar,ahogarme en un mar de lágrimas para dejar salir todo lo que tenía adentro,pero no podía,jamás me quebraría frente a Trevor.

Nunca dejaría que viera lo rota y destruida que estaba por dentro.

Solo pude articular las siguientes palabras para después irme hacia mi habitación sin mirar atrás.

-Eres detestable Trevor,no tienes una pizca de humanidad dentro de ti.-escupí con furia y salí de allí.


                     ****

Después de tomar una ducha y ponerme ropa seca me tiré sobre mi cama a mirar al techo.

Debía hacer algo para dejar de pensar,solo me hacía más daño a mí misma.

A pesar de todo aún no tenía la más mínima idea de cómo salir de aquí,de cómo volver con mi familia,ni siquiera tenía un celular para hacerles saber que estaba bien,o al menos que estaba viva porque la verdad es que bien no estaba.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por pequeños toques en la puerta.

-¡Pasa!

La puerta se abrió mostrando un par de ojos grises brillantes que me hacían salir de este mundo para sumergirme en el claro color de estos.

Sentía una calma cuando miraba a Adam,tenía una de esas auras que expulsan serenidad,calma,todo lo contrario a Trevor.

Sus ojos gritaban peligro y su aura era densa y completamente oscura e intimidante,pero aún así hacía que tuvieras curiosidad en acercarte.

Al fin y al cabo el misterio es una gran forma de atracción.

-¿Puedo pasar?

-Quiero estar sola.-este hizo caso omiso a mis palabras y se sentó a la orilla de mi cama en silencio,mirándome a los ojos.

-Dije que quería estar sola.-repetí con la esperanza de que hiciera lo que pedía.

-Haz como si no estuviera aquí.-solté un largo bufido y tapé mi cabeza con mi almohada tratando ignorarlo.

Cosa que se me hizo imposible debido a que este se acercó a mí y quitó la almohada de mi cara.

Nuestros rostros estaban muy cerca uno del otro y eso me intimidaba un poco,aún así conseguí decir.

-Devuélveme mi almohada.

-No.-habló divertido.

-¿Qué quieres?

Bajo el mismo cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora