《Capítulo 13》

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13. La pijamada

Emi ya se había recostado en mi cama con su camision a mi lado cuando entra la sirvienta con los pastelitos.
Emi se sienta de un salto apenas verlos y emocionada me abraza
-Gracias, gracias, gracias. Sos el mejor- Flor fue tan astuta que también nos trajo un par de bebidas por si nos daba sed

-Gracias Flor. Ya puedes irte- se despide con una reverencia. Cuando me doy cuenta Emi ya había salido de la cama y estaba parada justo al lado de los pastelitos, que estaban en la mesa frente del ventanal.

-Emi... siéntate y come tranquila. Prepare un montón- le digo mientras me acerco a ella y le ofrezco una silla. Me siento al lado de ella y yo también agarro un pastelito

-Tan diquitimos- (están riquísimos) Emi dijo con la boca llena

-Gracias por el cumplido- le guiño un ojo -Esta hermosa la noche- digo mientras miro por el ventanal.
Hoy la noche está llena de estrellas

-¿Y bien?¿Por que fue la convocatoria a tu habitación?- pregunta Emi y le da otro bocado al pastelito

-Por nada en especial. Solo que no venias hace tiempo y aproveche que te debía los pastelitos para invitarte- al parecer por su humor no sabe nada sobre el compromiso. No voy a decir nada, no quiero que se moleste cuando esta tan tranquila

-Okey...- come otro pastelito y mira al cielo estrellado -Sobre lo que paso esta mañana con el príncipe Cain... estas listo para decirme o todavía no...- muerde el pastelito que tenia en mano y me mira

-Yo.. yo nose a que te referis- es cierto.  Nose que quiere que le diga.

-Mjm claro- termina el pastelito y bebe un sorbo de jugo de uva que habia traído Flor

-Bueno este...- dejo el pastelito sobre el plato -Creo que estoy un poco molesto con él- digo al fin y ella me mira -Se entero que estábamos comprometidos-

-Wouw... eso no me lo esperaba-

-Por suerte prometió guardar el secreto. Pero cada vez que mencionaba que estabas comprometida conmigo se escuchaba triste. No sé- digo mirando el piso -Tal vez gusta de vos- digo sin pensar.
¡Por que no pensé antes de hablar! En el momento que termine de hablar ella se levantó y me abrazo por detrás.

-O tal vez... el príncipe Caien gusta de vos- me dijo al oído, en cuento pronunció esas palabras mi corazón latió con fuerza. No. No. Eso no puede ser.

-Ay por favor, deja de decir esas cosas- con cada palabra trato de tragar mi corazón que parecía que me subía por la garganta

-Esta bien... como quieras. Ven vamos a acostarnos- dijo mientras ya se dirijia a la cama.

Una ves acostados allí ella estaba agarrada a uno de mis brazos y apollando su cara en mi hombro.
-Sabes... yo nunca me voy a separar de ti. Por ningún motivo, aunque me echen a patadas o vos mismo lo hagas, nunca... nunca me voy a ir de... de tu lado- pudo pronunciar antes de caer dormida

-Lo se. Lo sé mi Duquesa- le digo mientras le doy un beso en la cabeza y me duermo.

Algunos se preguntaran como no me molesta que duerma ensima de mi hombro, pero el tema es por una parte, que ya estoy acostumbrado, y por otra, que no dura mucho tiempo. La Duquesa se mueve mucho mientras duerme. Y hasta hay veces que me despierta. Como esta noche. Pero ya se el secreto para que se quede quieta. La abrazo por detrás con mi mano en su cintura e inmediatamente se tranquiliza.

👑

Así dormimos hasta la mañana siguiente, cuando alguien entra brutalmente. Sinceramente yo ya había despertado unos segundos antes, pero no había abierto los ojos. Estábamos en la misma posición que recuerdo.
La que había entrado era la señorita Naila, es ma jefa de los sirvientes, y también la encargada de que Emi cumpla con todo lo que tiene preparado en su agenda. Bueno, en realidad también se encarga de mi, pero más de Emi ya que yo si cumplo con despertarme a horario y esos cosas... al menos la mayoría de las veces.
-Lo siento su majestad- dice agachando la cabeza, ya que yo me había sentado en mi lugar y me estaba frotando los ojos -La Duquesa ya se tiene que levantar para poder cumplir con todo sus deberes del día de hoy-

-Esta bien, esta bien- digo mientras bostezo. Emi ni siquiera se había mosqueado. Ni siquiera con todo el ruido -Emi.. ya tienes que despertar- le digo al oído mientras le acaricio el cabello -La señorita Naila te vino a buscar-

-Mmm... déjala. Que se vaya- se da la vuelta apuntado su cara hacia mi aún con los ojos cerrados y se tapa la cabeza con la manta, siento como frota su cara contra mi pierna -Vamos a seguir durmiendo Leo- me tironea del brazo

-Duquesa levántese. Ya es hora de su desayuno y luego tiene que ir con la señorita María, para sus clases- le dice Naila. Y esas clases con las señorita María es lo que más le molesta a Emi.

-No! me quiero quedar en la cama con Leo. Leo decile que se retire- dice mientras me agarra fuertemente de la mano.

-Duquesa no sea así. Deje de molestar a su majestad. Él también tiene deberes que atender- responde Naila

-Emi, ella tiene razón, yo también tengo cosas que hacer- le digo susurrando -Te prometo que te visitaré en la hora de la merienda- recién cuando dije eso ella reaccionó y se sentó

-Esta bien- dijo media molesta y me dio un beso en la mejilla -Te veo en la tarde- agrego  por último después de bajar de la cama

-Y a ti más te vale que me hayan preparado un atuendo espectacular y un desayuno riquísimo porque sino me vengo a dormir otra vez a la cama de mi prometido- eso es lo que alcance a oir mientras se iban.

Emilia es una chica muy responsable y muy lista, que le encanta aprender cosas.
Esta llena de curiosidad y nunca se sacea.
Pero tiene un defecto, le encanta dormir, es muy dormilona.
Si ella pudiera superar eso seria aún más poderosa.
Pero a mi no me molesta ese defecto, ya que gracias a eso, puedo dormir por horas junto a ella.

Secretos En El Palacio [PUBLICÁNDOSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora