Secretos En El Palacio [PUBLICÁNDOSE]

《Capítulo 15》

15. Té y sentimientos

Después de pensarlo un rato decide esperar a la hora de la merienda para buscar a Emi.
Ya que así habíamos quedado esta mañana. Hasta que llegara la hora de tomar el té decidí ir a la bibloteca para investigar un poco más sobre el reino de Miliom y su "magia".
No encontré mucha información. Sólo que era una tierra grande bla bla bla... teníamos una alianza bla bla bla, guerra, más bla bla bla. O sea, leí otra vez todo lo que ya sabía. Fue un desperdicio de tiempo.
Espero que a Emi le vaya mejor.
Ya eran las 5:00 pm, es decir la hora de juntarme con Emi a tomar el té.
Pero encontrar a Emi no es un trabajo para cualquiera. Parece que se vuelve invisible. Estuve más de 10 minutos buscándola, hasta que un guardia me dijo que la vio por la zona oeste del jardín.
Claro, como no lo había pensado.
Ese es uno de sus lugares favoritos. Nadie se acerca mucho ahí porque esta repleto de árboles, pero también hay un pequeño lago.
A Emi le encantaba ese lugar, decía que cuando estaba rodeada de la naturaleza se sentía parte de ella y que era más poderosa.
Se ha estado refugiándo allí desde niña.
Cuando llegue ya estaba todo preparado. Había una pequeña manta extendida en el suelo, con el juego de té y unas cuantas cosas para comer, incluyendo los pastelitos que cocine ayer.
Emi ya estava sentada allí devorando un pastelito, esta vestida con una camisa negra y unos pantalones color azul oscuro.
-Buenas tarde Emi-

-Tegas Tarte- (llegas tarde) dice con la boca llena

-Ya lo se- digo mientras me siento al lado de ella y me sirvo un poco de té -Por favor como despacio. No te vayas a ahogar-

-Déjame en paz- me dice cortante -Como sea... ¿Por qué estas con esa cara larga?

Suspiro profundo -Me enteré de que el rey Reymond va a mandar al príncipe Cain como representante de su reino-

-¿Y eso por qué? Y en todo caso... ¿No tendría que mandar a su hijo mayor?- me pregunta mientras agarra otro pastelito

-Se nos notificó que han llegado personas raras a su reino. Y por desgracia al nuestro también- Emi me mira esperando una explicación -Creen que son personas que ha mandado el rey Luka para que nos investigarán-

-Ah si... entiendo, ese fue si primer paso entonces- responde y desvía la mirada hacia el lago -Pero tu no estas con esa cara por lo que esta pasando en el reino. Tu estas así porque el que viene es el príncipe Cain y estas confundido con lo que sientes- no respondo. Nose que responder -Voy a tomar tu silencio como que es cierto- se para y me agarra de las manos para que también me pare. -Escúchame Leo- me agarra la cara con sus dos manos para que le preste toda la atención posible -Tienes que permitirte amar y expresar tus sentimientos- dice desviando su mano derecha a mi corazón  -Si no te vas a hacer daño a ti y a la persona que amas-
Como me voy a permitir amar si la persona que más me ama esta al frente mío y no puedo sentir lo mismo que ella.

-Pero no es tan fácil Emi. Soy raro. Y no.. y no puedo. No- digo con los ojos medios llorosos y la voz quebradiza

Emi me abraza fuertemente -Amor es Amor Leo. Puedes amar a quien tu quieras. Nadie te puede decir si está bien o mal. Y muchos menos obligarte a amar a alguien más- respondo a su abrazo y empiezo a derramar algunas lágrimas.
No es justo. No es justo para ella. Ni para mi. No es justo que no pueda cambiar mis sentimientos. Nada es justo.
Pero quien dijo que esta vida es justa.
Me separo un poco de ella -Bueno, ¿ya estas mejor?- me pregunta mientras me seca las lágrimas y me acaricia la mejilla. Yo asiento -Mejor asi. Ven toma un poco de té, eso te calmara- dice mientras me toma de la mano y nos sentamos nuevamente.
Pasaron unos cuantos minutos sin que ninguno de los dos pronunciará palabra. Sólo estábamos mirando el lago y tomando té.
Esto verdaderamente apesta, ella me ama, y yo la amo, pero no con el amor con el que ella me ame. Y lo sabe. Sabe que no la amo de esa manera y ella sigue portando igual, no me odia. No me odia. A veces pienso que sería más fácil que me odie. Pero luego llegaste veo y no me puedo imaginar una situación donde la persona que más me importa me odie.
-Ya me siento mejor- digo y dirijo la mirada hacia ella

-Me alegro- me muestra una tierna sonrisa. La sonrisa que tanto amo pero no lo suficiente.

-Como te fue con la investigación del nuevo rey de Miliom. ¿Pudiste encontrar algo?- decido cambiar de tema

-Pufff... fue difícil la verdad- responde -Por que piensa que estoy vestida así- Es verdad. A ella por lo general le gusta vestir vestidos y solo viste pantalones cuando tiene que caminar mucho -Estuve persiguiendo a casi todos los sirvientes del palacio, hasta que una me dijo que tiene una amiga que tiene una conocida que vive a las afueras de la ciudad, cerca de las montañas, que antes trabajaba en el palacio como sirvienta en Miliom. Y que se mudo a nuestro reino hace 5 años- toma un sorbo de té -Tenía pensado ir a visitarla el jueves por la mañana. El viaje de ida y vuelta me tomará todo el día-

-Muy bien. Entonces te acompaño- se empezó a reír

-Ni de chiste- se pone seria otra vez y me tira una mirada fulminante -¿O acaso te olvidas que sos el príncipe heredero?-

-Ya se eso. Pero si me disfrazo no me reconocerán- se empieza a reír más fuertes

-Aunque te pongas ropas de campesino te reconocerán igual- me señala mis ojos.
Es cierto. Solo la familia real y sus descendientes tiene los ojos color verde esmeralda.
Todos los reyes que existieron en este reino llevaban los ojos de ese color. Y ningún campesino o hasta la nobleza tenía los ojos de color verde.
Por eso es el color que representa a nuestro reino

-Bueno. Tenes razón- me da una mirada de satisfacción -Pero entonces te acompañará Sebastian-

-No, ni loca. Él solo me retrasaría- responde mientras se pone de pie -Además... me puedo defender sola-

Me paro inmediatamente -Si, yo se muy bien eso. Pero no te acuerdas que te dije recién que hay personas extrañas rondando en nuestro reino. Y si son personas del reino de Miliom no sabemos si tienen magia como tu dices-

-Pensé que no creias en la magia- se sienta nuevamente

-Y no creo en ella. Pero no quiero que nada te pase- le acomodo un cabello que le estaba tapando la cara -Quiero estar seguro de que vas a estar bien. Puedes aceptar que Sebastian te acompañe. Por favoooor- la miro con unos ojos tiernos

-Aghs... esta bien. Pero le aclaras que yo no quería y que tu me obligaste- Emi no se lleva muy bien con Sebastian, se podría decir.

-Hecho. Ahora ten, come- le doy un pastelito y seguimos con nuestra tranquila merienda