《Capítulo 72》

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72. La espera

Por suerte Amelia y Sebastian no vieron nada, o por lo menos no dijieron nada.
Nos sentamos en la mesa que tenia Emi y nos pusimos a comer.
La cena era carne con un par de verduras nada del otro mundo.
Todos teníamos lo mismo menos Amelia, ella solo tenia verduras.
Le preguntamos y nos contó que no le gusta la carne así que come en su mayoría verduras y alguna que otra pasta.
La cena fue muy entretenida, hubiera sido la mejor si tan solo Emilia estuviera comiendo con nosotros.
Estuvimos hablando de todo un poco y como siempre Sebastian salía con una de sus frases como "la vida es una, hay que vivir como se nos de la gana".
En eso tiene razón, pero no es muy fácil hacerlo.
-Bueno- dice Amelia -Voy a llevar los plantos- empieza a recolectar todos los platos y vasos

-Te ayudo- dice Sebastian y hace lo mismo que ella

-Yo también vamos- Cain se les une y yo también.
Cuando quisimos acordado ya estábamos llendo los cuatro a la cocina a dejar los platos. Cuando llegamos, las pocas personas que estaban allí, ya que era tarde, nos vieron sorprendidos de que Cain y yo estuviéramos haciendo eso, pero no le hicimos casos a las miradas y seguimos en lo nuestros
-Quiero algo dulce- digo en voz alta sin pensarlo mucho

-¿Qué es lo que desea comer príncipe?- dice un cocinero acercándose y haciendo una reverencia

-Tal vez un poco de fruta-

-Fruta será- me responde

-Quiero que cortes para los cuatro- digo y se queda pensando un rato

-Como desee- dice por fin y empieza a cortar fruta -Puede irse a su habitación príncipe, luego se lo hare llegar-

-Si príncipes. Vayan. Yo ahora se los llevo- agrega Amelia

-Esta bien- digo y empiezo a caminar.
Cain me sigue sin decir nada

-Yo me quedo contigo- escucho como dice Sebastian

-No me voy a perder si es que tienes miedo de eso- dice Amelia irónicamente y él se ríe
De camino a la habitación con Cain no hablamos de nada, solo silencio, pero no era un silencio incómodo.
Cuando llegamos a la habitación de Emi, él empezó a hablar
-Sabes- dice sentándose en su lugar en la pequeña mesa -Creo que Emilia va a mejorar-

-Si... eso espero. Pero primero tiene que estar lista el agua de luna- digo riéndome por la última parte -Agua de luna. Nunca pensé que diría eso de forma seria. Nunca creí en la magia. Y miramos ahora- digo por último haciendo una señas con las manos

-Nunca nunca creíste en la magia, ni siquiera cuando eras niño- expresó sorprendido y niego con la cabeza

-Emilia si, siempre creyó- asintió lentamente como respuesta.
Después de eso no hablamos más, yo me senté en mi lugar al lado de él y solo esperamos, esperamos y esperamos.
Al rato llego Amelia con la fruta seguida de Sebastian. Se sentaron junto a nosotros y empezamos a comer, también hablamos, como un grupo de jóvenes cualquiera, que se conocían de toda la vida.
Aunque esto no es verdad.
Con Emilia... eso si era verdad y si cumplía con 'nos conocemos de toda la vida'. Me quedo pensando en ella un rato y hablo, cortando su tema de conversación que no tenía idea cual era.
-¿A que hora amanece?- pregunto

-Es verano así que muy temprano- dice Sebastian aunque no le presto atención

-Alrededor de las 5 am- agrega Amelia

-Faltan más de seis horas- expresa Cain

-Si quiere se puede ir a su habitación a descansar. Nosotros después lo llamamos- dice Amelia

-No- digo levantándome de la silla y yendo al lado de Emi -No me pienso ir de su lado- me siento en la silla que estaba junto a la cama.
Guardaron silencio por un tiempo antes de empezar a hablar otra vez.
Sebastian es el que empezó la conversación, no me sorprende.
Hablan entre ellos, yo escucho o al menos eso intento, ya que el sueño me está ganando, pero no quiero dormirme, no quiero, Emilia sigue mal, no me lo puedo permitir.
Les juro, les juro que luche para mantenerme despierto, para abrir los ojos, pero no pude.
Al rato me desperte, me dolía el cuello de dormir en una mala posición, al levantarme note como todos seguian ahí, solo que dormidos.
Amelia estaba sentada en una punta del sillón grande. Sebastian se encontraba también allí, su cabeza estaba sobre la falda de Amelia. Cain estaba en el sillón particular.
Fui a la ventana para ver el cielo, estaba oscuro pero había unas cuantas estrellas. La luna era hermosa, pero no era luna llena, espero que esto sirva igual.
-¿Qué haces?- escucho y salto del susto. Al darme vuelta veo que es Cain

-Me asustaste- digo y vuelvo a mirar el cielo

-Me di cuenta- se acerca a mi lado

-Solo... espero que esto funcione-

-Lo hará y si no lo hace buscaremos algo más- tardo unos segundos en responder

-Es estresante la espera-

-Si. Lo sé. Duerme un poco más. Yo te despertaré cuando salga el sol-

-Ya no tengo sueño. No voy a poder dormir-

-¿Y que quieres hacer?- pregunta
No conteste.
No porque no quería.
Solo que no sabía que contestar.
Estuve pensando que podríamos hacer hasta que se me ocurrió.

-Vamos- digo y lo agarro de la mano

-¡Que!¡Que!¿A donde?- dice gritando cuando salimos de la habitación

Lo beso sin pensarlo dos veces -No grites sino nos van a descubrir- me alejo de él y retomo la caminata -Es de noche así que hay pocos guardias. Va ser fácil evitarlos-

-Esta bien. Pero a donde vamos-

-Lo veras cuando lleguemos-

-Bien- me apreta más la mano pero de forma suave -No me gusta el suspenso- me río suavemente
Seguimos caminando en silencio y nos estuvimos que esconder de varios guardias. Eso me encantaba. Por que cada vez que lo teníamos que hacer yo arrinconava a Cain hacia una pared y se ruborizaba.
Bien. Tengo que confesar. Algunas veces lo hacía apropósito. No había ningún guardia.

Secretos En El Palacio [PUBLICÁNDOSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora