Secretos En El Palacio [PUBLICÁNDOSE]

《Capítulo 80》

80. Lo que quiero

-¿Por qué sigues acá?- me pregunta Emilia sin darse la vuelta ni levantar la vista de las hojas, a lo cual la abrazo por detrás y le empujó la hojas suavemente hacia abajo -Estoy bien- dice después de suspirar

-Pero yo no- le responde y se da la vuelta.
Hacemos contacto visual por un tiempo sin hablar.
Apenas respiramos diría yo.
Quiero hablar pero es como si más palabras se quedarán en mi garganta provocando angustia y ganas de llorar.
Ni siquiera se porque me provoca eso.
Pero ahí estan.
Las ganas interminables de volver el tiempo atrás. A los días repetitivos, a donde hacíamos todo lo mismo y quería que pase algo inesperado así cambiaran las cosas.
Volvería a donde solamente eramos Emilia y yo. Los próximos reyes.
No se si eramos las personas más felices del mundo, pero eramos felices.
Obviamente que teníamos altas y bajas. Pero si en ese momento me preguntaban si estaba feliz, contestaría que sí sin pensarlo.
¿En este momento estoy feliz? No lo sé.
¿Me puedo considerar feliz? No lo sé.
Si me dieran la oportunidad de cambiar lo que me paso a Emilia, lo haría.
Si para eso me dirían que no tendría que conocer a Cain ¿Lo haría?
¿Emilia vale el sacrificio de no conocerlo?
Tal vez. Puede que si.
Siento que Amo a Cain.
Pero también a Emilia.
Son amores distintos.
Sin Emilia siento que mi mundo se acaba, que me falta algo para ser feliz.
Que si igual tuviera a Cain no podría ser feliz.
No quisiera ser feliz porque no puedo compartir esa felicidad con ella.
Estaría incompleto.
En cambio...
Con Cain es distinto, lo quiero, me gusta, me atrae, lo deseo, lo amo.
Pero nose si sentiría esas ganas de morirme si me lo quitaran como siento con Emilia.
Cuando estoy con él siento que mi corazón está en paz.
Que solo existimos nosotros dos en el mundo.
Me hace olvidar de todo lo demás.
Solo pienso en él.
¿Quien esta primero? ¿Emilia o Cain?
-Ey- dice ella al abrazarme -Estoy bien. Estoy bien- repite una y otra vez.
Me da la sensación que trata de convencerse a ella misma que a mi.
Ahora solo quiero que las cosas cambien otra vez.
Solo que cambien.
Dicen que el cambio es bueno.
Eso es lo que estoy anhelando.
Que todo vuelva a la normalidad y a la vez no.
Porque si bien quiero que vuelva a la normalidad que tenia con Emilia, tiene quiero que este Cain con nosotros.
Así que nada va a ser lo que era antes.
Aunque lo desee.
Aunque lo anhele.
No puedo creer mi propia realidad.
-Hay que irnos a dormir- digo al apretarla un poco más y ella se ríe

-¿Dormir?- se separa y se da vuelta -Querido... yo recién me despierto ¿Crees que quiero dormir?- agarra más papeles y se sienta en el sillón a leerlos.
No puedo creer lo que esta haciendo. No. En realidad si lo puedo creer.
-Hasta mañana Leo- me dice sin dejar de leer  -Que duermas bien-

-Alto. Alto. Alto- me siento al lado de ella -¿Me estas hechando?-

Me mira con extrañeza -¿No querías dormir?- me pregunta -Pues ve a dormir- propone.
Me acaricia la cara con una mano -Tienes ojeras-
Al sentir su mano contra mi piel siento como el corazón se me llena de alegría y al mismo tiempo mis ojos me empiezan a pesar. Me estoy durmiendo con su tacto.
El contacto físico con Emilia me tranquiliza tanto. El sentir que está viva y que está conmigo me genera una paz increíble.
Y como ya por fin estoy en paz, también tengo sueño.
Me deja de acariciar sacándome de mi profunda paz  -Ve a dormir- eso ya sonaba más a una orden.

-Noooo- apoyo mi cabeza en su falda sorprendidola

-Leo- se queja entre risas

-Quiero dormir- digo caprichoso -Pero también quiero estar contigo- me río y me refriega contra ella como hace los animales cuando quieren dejar su olor en algo.
Ahora comprendo porque lo hacen.
Lo marcan. Para que nadie se los saquen.
Y saben que es de ellos.

Suspira -Yo voy a leer- me aclara -Tu quédate si quieres- me empieza a hacer mimitos en el pelo mientras que con la otra mano sostiene los papeles

-Emiiii- digo y me ignora -Emiliaaaaaaa- nada de nada -Te quiero- me refriego contra ella -Te quiero muchoooo- repito

-Yo también te quiero- dice -Te quiero mucho- aclara -Pero ahora necesito leer-

-Bueno- digo y guardo silencio.
La verdad es que estoy muy incomodo en esta posición.
El sillón es duro.
Y tengo frío.
Y sueño.
Y ganas de abrazar a Emilia.
Qui-e-ro-a-bra-zar-a-E-mi-li-a. Con cada sílaba me refriega contra ella provocando mover hasta el sillón

-Leo- grita tratando de aguantar la risa -¿No tenias sueño?- pregunta -Ya quédate quieto-

-Ta bien- digo sin ganas y hago silencio nuevamente.
Mientras que ella lee, yo trato de dormir para no pensar en la incomoda posición y el dolor que me va a provocar.
Cosa que no funciona.

-Emilia- digo ya con mi vos normal

-¿Y ahora que Leonel?- esta empleando la voz que usa cuando ya no tiene paciencia

-Al menos podemos ir a la cama- propongo al enderezarme -Esta misma posición pero en la cama- la agarro por la cintura y la empiezo a sacudir -Por faaaaaaaa-

-Ay querido- me agarra con las dos manos la cara -Sos tan insoportable- me mira directamente a los ojos y se muerde los labios -Esta bien- me suelta y se para -Vamos a la cama- se agarra la cara como signo de rendición.