Capítulo 5

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5. Tarde Encantadora

Cuando nos despedimos de las visitas nos dirijimos al salón Luz, para esperarlos ahí.
-Gracias a Dios, que todo salio como lo planeado. Espero que la princesa se acostumbre al palacio y que se sienta cómoda.- Empieza hablar Emilia, ya en su estado natural.
-Si,no te preocupes por eso.
-Bueno y espero que no sean alérgico a ninguna alimento.- Hace una pausa -A y..
-Ya basta de darle vueltas al asunto Emi. Toda va a salir bien.- La tranquilizo mientras la tomo de la mano. Ella se sorprende del acto pero no se queja -Por otro parte, no me gusto para nada como te miraba y hablaba el príncipe Ramue.
-Ayyy estas celoso.- Me dice burlándose -No te preocupes Leo, yo jamas te voy a dejar.- Me apreta la mano y se detiene.
Nos paramos uno frente al otro por un instante y agrega -Pase lo que pase no me pienso alejar de tu lado.- Mientras que con la otra mano me acaricia la mejilla.
Ella sabe lo que pienso, a lo que le temo en el futuro y es por eso que me lo dice.
-Gracias Emi.- Nos ponemos en posición para caminar otra vez -Ahora vamos mi reina, vamos a tomar el té.
Me responde con una sonrisa y empieza a caminar.

Llegamos al salón Luz y decidimos sentarnos a esperar en una mesa cualquiera para apreciar el jardín que daba al salón, no pasaron ni 5 minutos de lo sucedido que empezó a entrar la familia real de Vuldum.
Al final entre todos decidimos tomar el té en el jardín, en una mesa redonda.
En pocos minutos unos sirvientes prepararon las mesas y nos dispusimos a sentarnos.
El orden era así, a mi derecha estaba Emi, como siempre que comemos juntos, a su lado la princesa, después la reina, el príncipe Caín, le sigue Ramue y entre él y yo el rey Reymond.
Fue una merienda muy agradable, por suerte para Emi, la princesa empezó a confiar y a comer y beber como es esperado en una nena de 6 años. Además, de vez en cuando le dirigía la palabra, lo que hacía muy feliz a Emi, aunque no lo admita le encanta los nenes.
Caín estuvo prácticamente callado al igual que su madre y Ramue, el Rey Reymond y yo estuvimos hablando de las batallas y guerras de la historia desde una mirada humorística.
La hora de la merienda termino y me decido a decir algo para todos.
-La Duquesa, preparo un banquete en honor a su visita a las 21:00 pm de esta noche.- Me paro con delicadeza y apoyo mi mano en el hombro de Emi -De aquí hasta esa hora pueden hacer lo que desean, pueden pasear por el jardín o el palacio, o ir a explorar la biblioteca.- Termino con una sonrisa.
-Una pregunta príncipe Leonel ¿Cuándo veremos al rey Filip?- Pregunta el rey Reymond -Queremos agradecerle a él también por dejarnos quedar en su palacio.
-Mi padre se unirá a nosotros en el banquete.-  Le contesto -En este momento debe estar ocupado con asuntos del estado.
-Mama.- grita Tiana -Quiero ir a ver las flores, déjame, por favor.- dice mientras pone ojos de cachorrito.
La reina le dice -Estoy cansada del viaje hija mía y seguramente vos también, vamos a descansar.
-No.- Vuelve a alzar la voz -Yo no estoy cansada- Y se cruza de brazos. Nose porque  pero me hace acordar a Emilia de niña.
-Si quiere, yo la puedo acompañar princesa.- Interrumpe Emi poniéndose de pie -Claro, si su madre lo permite.- Dice antes al mirar a la reina.
-Bueno esta bien, pero que también te acompañe uno de tus hermanos.- Y dirige su mirada hacia ellos.
-Yo puedo acompañarlas, no tenia pensado hacer nada más.- Responde el hijo mayor.
-Gracias hermano.- Grita la niña y va a abrazarlo.
A mi no me gusta para nada dejar sola a Emi, con él, pero después de todo es un príncipe y no creo que haga nada indecente, y menos con su hermanita presente.
Y si se atreve a hacer algo, Emi se puede defender muy bien por su cuenta, aunque me gustaría estar ahí para ocuparme de eso yo mismo.
Cuando se despidieron, se fueron caminando entre los arbustos y flores. Y sus majestades se fueron a descansar a sus aposentos. Solo quedábamos Caín y yo. Nose de que temas hablar con él. Casi no había pronunciado palabra. Pero tenía que romper el hielo.
-Príncipe Caín.- Llamo su atención -Solo quedamos nosotros dos, ¿Tenía pensado hacer algo?
-Tenía pensado ir a la biblioteca a leer algún libro, si eso es posible.- Me responde empezando a juagar con sus dedos, supongo que será un signo de nerviosismo o incomodidad.
-Por su puesto. Vamos. Yo te acompaño. Te puedo recomendar algunos libros interesantes
-Gracias príncipe Leonel

Después de llevar a Caín a la biblioteca y recomendarle algunos libros del género que suelo leer, me dirigí a la oficina de mi padre. Le conté todo lo sucedido hasta el momento y donde estaba cada miembro de la familia real.
También le informe la hora puntual del banquete. Y me retire, y aunque quería ver como estaba Emi, mejor decidí no hacerlo.
Me encamine a mi habitación a descansar un rato, me acosté en la cama y caí rendido. Habían pasado muchas cosas para un día y todavía faltaba el banquete.
Me desperte de un susto, cuando entraron las sirvientas para decirme la hora que era, 20:30 pm ~Me quede dormido, le prometí a Emilia que la pasaría a buscar antes de ir al banquete~. Me cambié lo más rápido que pude con las ropas que habían elegido las sirvientas, en esta ocasión era una camisa blanca, pantalones y zapatos negros y arriba un chaleco/corset verde bandeira que hacia juego con mis ojos color verde esmeralda. Odio los chalecos tipos corset, siento que estoy siendo contenido y apenas me puedo mover, sería exagerado decir que parece que me quiere cortar a la mitad horizontal, pero también se acerca a esa sensación.
Luego de terminar de arreglarme, salí corriendo a buscar a Emilia.
A ella no le gusta la gente impuntual.

Secretos En El Palacio [PUBLICÁNDOSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora