Capítulo XIV

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Catherine Smith

No puedo creer que todo esté saliendo tan bien, ya ha pasado aproximadamente una hora desde que Bastián y Cano llegaron. Amanda, Arturo y Cano parecen llevarse realmente bien, todas las veces que los he buscado con la mirada los he encontrado riendo con ganas y jugando decenas de juegos, los cuales parecían perder a propósito para tener una excusa y beber más.

Estábamos dentro de una gran multitud que formaba un óvalo, en un extremo estaban dos mesas blancas que no tengo la mínima idea de donde salieron, encima habían varios vasos llenos de vodka y ordenados en forma de triángulo, en el otro extremo, habían dos parejas.

— ¿Sabes cómo es el juego? —  Me preguntó Bastián.

— Nop — Respondí yo.

— Me lo esperaba — Dijo él — Son dos equipos y una pirámide de vasos que tiene cinco pisos, los miembros de cada equipo se van turnando y van lanzando pequeñas pelotas de ping-pong hacia los vasos, si una de las pelotas entra en el vaso, ese equipo ganará un punto y el contrario debe de beberse ese vaso, el equipo que logre hacer más puntos gana.

— ¿Y qué ganan? — Pregunté.

— Más tiempo sin estar ebrios — Respondió Bastián con diversión.

En los equipos que estaban a punto de comenzar estaban Leo y Emma contra Damián y Ayleen.

— ¡Cat! — Gritó Leo, llamando mi atención, yo dirigí mi vista hacia él — Nosotros nos vamos a quedar a dormir ¿Cierto?

— Por supuesto que nos quedaremos a dormir — Respondió Damián.

— ¡Ni siquiera es tu casa! — Le grité.

— ¡¡Shh!! — Dijeron Damián y Leo al unísono.

Después de decir eso, comenzaron a jugar, Damián fue el primero en lanzar una de las pelotas y esta rebotó en la mesa y cayó al piso, después de eso Emma agarró una y fue a lanzarla pero justo antes Leo se la arrebató y la logró meter dentro de un vaso que estaba al borde de la pirámide.

— ¡Así se hace! — Gritó Leo con orgullo, Emma lo estaba viendo con cierta molestia pero también estaba riendo con él.

— No te emociones tanto — Dijo Ayleen, quitando la pelota del vaso pero antes de que ella alcanzará a beberlo, Damián se lo arrebató.

— Con permiso — Dijo él antes de beberlo completo — Bien, te toca.

El juego continuó con normalidad, para la mitad de este, Leo y Emma ya habían comenzado a fallar la gran mayoría de sus tiros, Damián también, pero Ayleen seguía completamente normal porque ella no había podido beber ni uno solo de los vasos, Damián se los arrebataba todos.

Tan solo quedan tres vasos sobre la mesa, el equipo de Ayleen y Damián llevan la ventaja, si logran obtener un punto, ganan, asi que el equipo de Emma y Leo necesitan encestar en los tres vasos para ganar, en pocas palabras, están perdidos.

Volteé a mi derecha y me sorprendió ver que Bastián no estaba ahí, no habíamos hablado durante la mayor parte del juego, pero de vez en cuando el soltaba algún comentario gracioso del cual yo me reía ¿Dónde se habrá metido?

Lo busqué con mi mirada a través de la multitud de gente pero no alcancé a verlo, de seguro salió, una parte de mi quiere ir a buscarlo pero la otra, quiere terminar de ver la partida.

"Que diablos, Leo y Emma ya perdieron" Me dije antes de darme la vuelta y comenzar a caminar, quizás lo encontraría afuera en el jardín.

Una mano me agarró con fuerza de la muñeca y me jaló hasta el centro del círculo ¿Tan rápido había terminado el juego? ¡Estoy segura que nisiquiera han pasado 30 segundos!

Caminos Cruzados (Saga Pecados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora