Capítulo XXX

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Catherine Smith 

— ¿Qué? — Pregunté, todavía en shock por lo que Damián nos acabó de decir.

— Leo desapareció — Dijo, apresurado — Hicimos una parada en una gasolinera para rellenar el tanque de la moto y él dijo que compraría unas cosas en la tienda. Estaba tardando demasiado y cuando entré a buscarlo, no lo encontré por ningún lado.

— ¿Revisaste bien? — Preguntó Emma.

— Hasta el baño de mujeres, Ems.

Maldita sea Leonardo. ¿Dónde mierda te metiste esta vez?

Leonardo Díaz

— ¿Usas esa máscara todo el tiempo? ¿No te asfixias o algo? — Preguntó Criatus mientras limpiaba una jarra de cristal. Yo estaba en la barra, Blake, Bastián y Etherus se encontraban sentados en una mesa a unos metros de nosotros, hablando.

— Demasiado, voy a acabar teniendo mejores pulmones que un montañista — Dije — Pero debo hacerlo, es mejor cuidar mi identidad.

— ¿Por qué tienes que cuidar tu identidad? ¿Eres un fugitivo o algo así? — Preguntó.

— No quiero que alguien me vea dentro de... esto — Expliqué.

— ¿Dentro del mundo mágico?.

— No, no, no — Respondí rápido, un poco avergonzado y acercándome a Criatus — Trabajando con "él".

Criatus puso una expresión de asombro, pero la quitó rápidamente y continuó limpiando los vasos. 

— Ese "alguien" es una persona en específico ¿No? — Preguntó.

— ¿Por qué lo dices?

Dejó de limpiar los vasos para poner sus brazos sobre la mesa y mirarme con una mirada de "¿En serio lo preguntas?".

— Veamos... Por dinero no es, es más que claro que Blake no tiene para pagar ni siquiera un alquiler. ¿Qué podrías ganar de él? — Explicó — Bueno... Es solo mi opinión. Yo no me relacionaría con él sin tener un buen motivo, y para mi, alguien importante sería un buen motivo.

Me quedé en silencio observando lo que había detrás de Criatus, era una pared de piedra completamente lisa, llena de repisas con muchas botellas de distintas formas y colores, no reconozco ni la mitad de ellos, en realidad, me sorprende que algunas de las botellas se me hagan conocidas.

— ¿Beben alcohol? — Pregunté, anodadado y buscando cambiar el tema.

— Por supuesto, todos necesitamos un pequeño desahogo de vez en cuando — Dice Criatus — Además, cuando ustedes hacen algo bien, hay que darles mérito, y son muy buenos produciendo bebidas alcohólicas.

— ¿Qué beben ustedes? — Indagué.

— Ambrosia; ámbar fermentado; pociones hechas a base de alcohol; cervezas saborizadas; mi favorita es la de mantequilla, es exquisita — Comenzó a decir Criatus — Cada continente tiene sus propias bebidas que lo categorizan, todos resaltamos en algo. El especial del Moon Paradise es el ponche, lo preparo con leche condensada y queda delicioso. Es una receta que aprendí en uno de mis viajes por Suramérica.

— Suena exquisito — Solté.

Criatus sacó una botella de color crema de debajo de la barra y la destapó, sirviendo el contenido en dos pequeños vasos — La casa siempre invita el primer trago, adelante.

Dudé unos momentos antes de tomarlo, no quería tener que quitarme la máscara en frente de él.

— Puedo voltearme si quieres, así puedes beberlo con tranquilidad — Yo acepté su oferta, me quité la máscara y tomé el contenido del vaso.

Caminos Cruzados (Saga Pecados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora