Catherine SmithCasa de Catherine, Cocina, jueves 25 de febrero, 11:13 pm
Estaba preparándome un sándwich para aliviar el hambre que tenía, había preparado todo lo necesario e incluso había exprimido unas naranjas para hacer un jugo y acompañar mi merienda nocturna, cuando escuché que la puerta se abría, cosa la cual se me hizo rara, tenía entendido que Amanda volvería más tarde, se supone que había salido de fiesta con Jack.
Salí de la cocina con el cuchillo en la mano, nunca se sabe que peligros pueden acechar en la sala de tu casa. Hazzel estaba sentado en las escaleras y al verme, bajó de estas y fue caminando hacia mí, extrañamente se dejó acariciar y siguió de largo.
En la entrada estaba Amanda, mojada por la lluvia que había afuera de la casa, tenía los ojos rojos y estaba respirando con dificultad.
— ¿Amanda? — Pregunté extrañada desde la entrada de la cocina.
Al verme, se reflejó en su cara un poco de diversión, lo cual rompió mi corazón porque se veía muy triste — ¿Planeabas apuñalarme con un cuchillo para mantequilla?
— Quizás — Dije mientras dejaba el cuchillo en el fregadero y me acercaba a mi hermana — ¿Qué ocurrió? Pensé que llegarías más tarde.
Amanda dejó su mirada pérdida en el suelo, como si mi pregunta hubiera excavado muy profundo dentro de algo que ella no quería desenterrar.
— ¿Amanda? — Volví a preguntar.
— Me mintió — Respondió ella en un susurro, no necesité más para saber a que se refería, pero de todas maneras pregunté.
— ¿Quién te mintió? — Dije y pude ver como una solitaria lágrima se resbalaba por su mejilla.
— Yo... No pude aguantar más — Dijo ella — Llevaba mucho dando todo de mí, soportando cada pelea, cada estúpida discusión, cada ridiculez ¡Pero ya no puedo más! ¡Ya di todo de mi y nada ha mejorado en lo más mínimo!
— Ven — Dije mientras la agarraba con delicadeza y la ayudaba a subir las escaleras — Toma un baño, quítate el maquillaje y ponte tu pijama, yo subiré en 15 minutos y estaré la noche aquí, no te voy a dejar sola.
— Está bien — Amanda me miró con cierto cariño en sus ojos y asintió varias veces antes de entrar en su habitación.
Yo decidí bajar rápidamente y prepararle algo que comer, debía pensar que hacer el resto de la noche y como animarla un poco.
— ¡MALDITA BOLA DE PELOS! — Grité cuando entré en la cocina y vi a Hazzel comiéndose los tomates y el jamón que había picado para mi sándwich — ¡POR ESO DEJASTE QUE TE ACARICIARA! ¡¿VERDAD?!
Hazzel me bufó en respuesta a mis gritos.
— ¿¡PERDÓN?! — Exclamé — ¡¿AHORA ME RESPONDES?!
Iba a seguir regañándolo y gritándole cuando el sonido de mi teléfono me interrumpió.
— ¿Diga? — Respondí cortante, no estaba de humor para que alguien me estuviera molestando justo ahora.
— ¿Me dejas plantado y luego me respondes de esa forma? — Escuché decir a Bastián pero no lo dejé continuar.
— Vete a comer mierda — Respondí rápido y colgué la llamada, él es la última persona con la que quiero hablar en este momento, ni siquiera me importa como logró conseguir mi número.
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Caminos Cruzados (Saga Pecados)
Science-FictionLa mínima interacción entre dos personas puede terminar cambiando completamente el destino de estas, el roce más pequeño puede convertirse en la herida más dolorosa y la palabra más dulce puede volverse la más agría. Dos chicos condenados a ser pers...