Capítulo 3: Mía.
Micaela Maxwell Alston.
El reloj junto a mi cama marca las ocho treinta de la noche y ya el sol se escondió dejando mi habitación en penumbras. A mi lado Alex duerme profundamente y sus ronquidos se escuchan por encima del sonido de la televisión.
Quité mi atención de la serie cuando la estruendosa música rock que Alexander tiene como tono de alarma llenó mi habitación. Apagué el recordatorio antes de girarme hacia el muchacho.—Pitufo —lo zarandeé—. Alex.
—¿Mmm? —tarareo él, medio despierto.
—Estuvo sonando una alarma desde tu móvil. ¿Tienes algo que hacer?
Dije. Él se incorporó y mientras estrujaba sus ojos dijo:
—Sí. Saldré. —sonrió adormilado.
—¿Puedo ir?
—¡Claro que no! —exclamó—. No es un lugar para ti.
—Alex...—alargué la palabra, lista para quejarme pero levantó su mano frente a mi rostro, callándome.
—Nos vemos mañana.
Me dio un sonoro beso en la mejilla y después de tomar sus llaves salió de la habitación.
Así es Alexander. Siempre misterioso, escapándose todos los días a la misma hora, a un lugar al que no puedo ir.
A veces se cuela por mi ventana y se duerme a mi lado, algunas noches llega borracho, otras golpeado y aunque pregunto y pregunto ni una palabra sale de su boca.El sutil sonido de una notificación entrante llama mi atención. Alex olvidó su teléfono y a mi lado suena.
Mi mano tembló con las ganas de tomarlo y al final fui débil, mis dedos se deslizaron por las sábanas y terminé tomándolo.Lobo.
Es la hora. Te estoy esperando en esta ubicación.Que nadie te siga.
Ya he visto mensajes como estos y no aguanto la curiosidad. Quiero saber que tanto me oculta mi mejor amigo. Renviee la ubicación hacia mi teléfono y luego de borrar las pruebas dejé el teléfono bajo la sábana ya que, tal y como lo pensé, Alex no tardó en entrar y luego de decirme lo que ya sé buscó el móvil en la cama, lo tomó y seguido de lanzarme un beso abandonó nuevamente el cuarto.
Me levanté de un salto y de camino al baño me fui sacando el pijama. Diez minutos bajo la ducha y luego de secar mi cuerpo y cabello me apresuré en vestirme con un short negro un poco corto y una sudadera gris, encima me coloqué una chaqueta de cuero y luego de ponerme unas cómodas converse altas me maquillé sutilmente y dejé mis tirabuzones sueltos.
ESTÁS LEYENDO
Obsesión
Novela JuvenilMicaela Maxwell Alston, una adolescente que usa vestidos rosas encima de un corazón lastimado y una mente atormentada. Ella sabe lo que es el dolor, ella sabe lo que es sufrir y sobretodo sabe ocultarlo detrás de una sonrisa. Adrien Baumann Carey, u...