Capítulo 4

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Capítulo 4: Locura bajo las estrellas

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Capítulo 4: Locura bajo las estrellas.

Micaela Maxwell Alston.

Al salir de la casa el viento frío me golpeó, revolviendo mi cabello. El tal Adrien me soltó bruscamente haciéndome perder el equilibrio y caer al suelo y cuando pensé que me ayudaría a ponerme de pie él solo se limitó a verme con cara de pocos amigos.

Que imbécil es por Dios.

Bufando me puse de pie y le propiné un golpe en el hombro lo más fuerte que pude.

—¡¿Qué te pasa?! —rugió molesto.

—Eso es por lo de esta mañana —dije y le di otro golpe en el brazo—. Y este por nombrarme tuya, no soy un objeto, troglodita.

—Niña estúpida —maldijo entre dientes—. ¡Deberías agradecerme!

—Mis ovarios van a agradecerte. —murmuré. Él me escuchó y me dio una mala mirada.

—¡Micaela!

Ante la voz conocida me giré rápidamente. Alexander corre en mi dirección acompañado de un grupo de chicos que no logré ver claramente por culpa de la oscuridad. Los brazos del rubio rodearon mi cuello y con fuerza me abrazó.

—Estaba preocupado. Me dijeron que Julián estuvo incomodándote.

Me removí incómoda hasta que el chico por fin decidió soltarme y permitirme respirar.

—Menos mal Adrien estaba cerca. Ese idiota de Julián. —gruñó.

—No debes dejar a la niña sin supervisión Alexander. —dijo el idiota, viéndome con desprecio.

—¡No soy una niña! —exclamé con enfado.

—Tienes razón Adrien. Es que fui a buscarlos

—Esperen —los miré a ambos—. Alex, ¿de dónde conoces a éste orangután?

Dije a la vez que señalaba al pelinegro que pareció querer ahorcarme. Detrás del peli azul el grupo de hombres rió por lo bajo pero mi mejor amigo no se molestó en ocultar su sonrisa divertida.

—Es el líder de mi pandilla —rió—. ¿De dónde se conocen ustedes?

—¡Es el loco que detuvo el tráfico hoy!

—¡Es la loca que me gritó en la calle!

Gritamos al mismo tiempo, sacándoles risas a los chicos y nos miramos de mala forma.

—Da igual —dijo entre dientes el pelinegro idiota—. La pregunta es, ¿que hace esta niña acá?

Miró a Alexander con una expresión de enfado y mi amigo tragó grueso.

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