-Capítulo 14: Bajo la Luna

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Nos separamos después de un rato.

-¿Qué te parece mi nuevo nombre?
-Súper creativo- dije riendo- me hiciste creer que “Thes” era alguien más
-¿Quiere decir que no querías que fuera yo?- preguntó haciendo un tierno puchero
-No es eso, es que estaba, no sé, intrigada…- solté una carcajada
-Uhhhh, así que la pequeña Esther se siente de ese modo cuando le dejan una nota…
-Pues sí- me sonrojé
-Lo anotaré en mi libreta de cosas sobre ti

Reí ante su comentario.

-Te sobra imaginación- confesé
-Gracias señorita- hizo una graciosa reverencia que me provocó algunas risas
-Bueno, vayamos al grano, ¿deseas decirme algo?
-Sentémonos

Ruth y yo nos sentamos en el suelo, la noche lucía perfecta, la Luna alumbraba todo y las estrellas le hacían compañía, era hermoso.

-¿Recuerdas que me preguntaste sobre el mundo exterior cuando me escapé? Ese día te respondí muy secamente tratando de evitar el tema. Por alguna razón nunca nadie quiso adoptarnos, Lucas, tú y yo estamos juntos hasta el día de hoy, no me siento mal por eso, al contario, agradezco a Dios por tenerlos, pero reconozco que tengo miedo, siento como si no quisiera crecer, hemos llegado a una edad en la que es difícil que alguien nos adopte, temo no volver a tener una familia nunca más, Lucas, Dios y tú son todo lo que poseo. Me aterra ser mayor, tener que trabajar para sustentarme, vivir sola, son muchas las cosas que tengo en mi interior. Me escapé para tener una mejor visión del exterior al cual no me había enfrentado de nuevo desde que mi madre que abandonó y mi padre murió. Quería convencerme a mí misma de que todo allá no es aterrador, que sí puedo volver a tener una vida normal como todos los demás a pesar de mi pasado. Esther, no me encontré con muchas cosas buenas, familias separadas, niños llorando, tristeza, dolor, abandono. Llegué aquí tan desolada por lo que había encontrado, estaba tan decepcionada que por un instante pensé en alejarme de todos, esa fue la razón de mi actitud errada hacia ti. No estoy lista para enamorarme y mucho menos para casarme, ni siquiera sé lo que me pasó con Adán, no era yo misma, se sentía tan extraño, pero a la vez tan nuevo y diferente, tengo dudas, no sé qué hacer- ella no pudo contener las lágrimas

Escuché atentamente cada palabra de Ruth analizando todo lo que me contaba.

-La respuesta a todas tus preguntas es Dios. Búscalo a Él en todo tiempo, solo Él puede darte las respuestas que tanto necesitas, yo siempre voy a estar aquí para ti, pero Dios también está dispuesto a escucharte y responderte, solo quiere lo mejor para ti y te ama incondicionalmente, su amor es tan grande que dio a su único hijo para que hoy tú y yo estemos vivas. Al igual que tú yo he tenido mis dudas y te digo que no hay mejor consejero que Jesús. Cuéntale todo a Él y deja que cumpla su voluntad que es buena, agradable y perfecta y no añade consigo tristeza alguna. Además la Biblia nos dice que en este mundo tendremos aflicción, pero ya Dios lo ha vencido, por tanto, no te sientas turbada por lo que sucede allá afuera, pues Dios tiene el control de todo.

-Gracias Esstie- murmuró aun llorando

La abracé fuertemente.

A pesar de lo que pensé el otro día se siente bien ser esa persona que ayude a los demás, que les brinde apoyo a pesar de tener sus propios problemas. Esta soy yo. Siempre dispuesta a ayudar, a aconsejar, sin importar si recibo o no algo a cambio, porque tengo la certeza de que mi recompensa está en los cielos. Es satisfactorio edificar a los demás. Jesús anduvo por esta tierra haciendo favores, sanando a las personas, repartiendo amor, mientras los demás solo lo rechazaban, Él nunca pidió nada a cambio y ofreció hasta su propia vida para salvar a justos e injustos.

N/A
A que les hice pensar que Thes no era Ruth jajaj. Sorpresas y más sorpresas. Les dejé otro capítulo para que sigan leyendo y no tengan que esperar :)

EstherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora