-Capítulo 29: Jerson

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La conmoción en mi cuerpo era casi incontenible. Eva realmente me había lastimado con sus frívolas palabras.

-Esther, es hora de que vuelvas a tu dormitorio
-Sí enfermera…

Caminé lentamente hacia donde me habían enviado, pero me desvié para entrar al baño…

-Dios mío, toma el control…- expresé observando con detenimiento cada parte de mi cara
-Aquí estás- habló una amenazante voz detrás de mí

Sentí un frío escalofrío recorriendo todo mi cuerpo.

Es él.

-¿Qué quieres, Jerson?- expresé pausada; pero el contexto esta vez era distinto, estábamos solos, de noche, en un baño
-Nada- contestó acercándose peligrosamente a mí tocando mi mejilla

Ahora estaba más cerca que nunca, sus ojos transmitían enojo y su cabello rojizo estaba desordenado, lo cual dejaba ver una cicatriz en su frente blanca…

-Aléjate de mí…

Salmos 56:11
En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?

-No… sabes que todo esto se podría solucionar si tú simplemente abandonaras esa Fe estúpida…

No articulé palabra alguna. Aparté con brusquedad su mano que aún tenía contacto con mi cara.

-Que intrépida Esther… eres hermosa ¿lo sabías?... yo estaría encantado de ser tu amigo, si tan solo fueras más inteligente… Dios no existe, si existiera estuvieras con tu familia ahora ¿no?…

Su halago no fue sincero, podría cortar la tensión con un cuchillo y sus palabras despedían odio.

-Una palabra más y grito…
-No eres tan valiente

Abrí mi boca, pero ningún sonido salió de ella.

-Me voy, sólo por esta vez, pero volveré- amenazó

Yo sé que él sólo quiere hacerme daño.

Hebreos 13:6
De manera que podemos decir confiadamente: el Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.

-Dios mío, cuídame… yo sé que Tú no vas a dejar que me dañen…

Esto ya se salió de control, tengo que acabarlo ahora.

Direccioné mis pasos hacia la oficina de una de las superioras.

EstherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora