Esther

-Capítulo 32: Hace años...

No sabía qué hacer. Tampoco cómo contener las lágrimas. Había perdido mi Biblia. Para siempre. ¿Por qué Jerson?, ¿por qué me odias tanto? Tan sólo de imaginar el enojo de Esmeralda...

Amigo Jesús, ayúdame por favor, te necesito.

Y como una oración respondida Esmeralda se mostró frente a mí portando su ya conocido vestido rosado salpicado de florecillas.

-¿Estás bien?

Mis sollozos constantes me impedían pronunciar palabras coherentes...

-Fue... fue... Jerson...

-¿Jerson?- por unos segundos la expresión de Esmeralda se endureció un poco

Pero su abrazo no se hizo esperar.

Se arrodilló frente a mí y acariciándome la mejilla me prometió que todo estaría bien, que ella se encargaría.

Me calmé unos minutos después.

-¿Qué sucedió exactamente?

Con rastros de sollozos y sin poder contener algunas lágrimas le conté.

-¿Por qué me odian aquí?

-Nadie te odia Esther...

-Sí que lo hacen... me miran raro y...

Ni siquiera sabía por qué razón abrirme con Esmeralda me resultaba tan fácil, mientras que era todo un reto con los demás.

-Lo más importante es que pase lo que pase estaré aquí para ti...

-Eso mismo me dijo mi mamá y...

Sin poder continuar ahogué un grito en mi garganta rompiendo con la poca paz que poseía después del abrazo...

-No pienses en eso... estoy segura de que aquí tienes muchos amigos ¿no?

-No... no tengo...

-¿Y Luke y Ruty qué son...?

-Bueno... ellos...

-Son tus amigos mi pequeña Esstie

-Pero Esmeralda...

-Vamos Esstie, admítelo...

-Está bien

-Prométeme que vas a conversar más con ellos ¿sí?

-Sí

Poco sabía yo que ese día significaba el inicio de muchos conflictos. Sobre todo por parte de la figura pequeña y silenciosa que nos observaba atentamente detrás de una de las paredes del orfanato...

N/A

Otra información que tengo para ustedes es que hay muchas probabilidades de que esta historia tenga secuela y que pronto esta estará en edición.