-Capítulo 34: Desafío

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-¿Fumas?

-La verdad es que no... Eva

Eva lucía esta noche un vestido negro realmente ceñido que resaltaba su figura. No sabía que tuviera ropa de ese tipo...

-Menuda estúpida que eres- injurió ofreciéndome su caja de cigarros otra vez

-Ya dije que...

-Ruth, Ruth, Ruth...- repitió mi nombre negando con su cabeza- con esa actitud jamás conquistarás a Adán. Mira, hagamos algo: si tú prometes seguir mis consejos ciegamente yo te garantizo que en un mes tendrás a mi mellizo a tus pies...

-Pero Eva... ya me peleé con Esther y... el resultado... la verdad no me sentí como tú me dijiste... al contrario, estoy fatal

-Olvídate de ella ¿para qué la quieres si ya me tienes a mí? Sin mí no eres nada con Adán... ¿recuerdas?

-La verdad es que... no puedo negar tu... ayuda

-En una semana te he demostrado más que esa cristianita en años

-Yo...

Eva me calló colocando un cigarro encendido en mi boca.

Accedí a su petición e intenté fumar...

Después de todo: ¿qué tan malo podría ser?

-Te aseguro que con esto te olvidarás de todos tus problemas Ruty

Y sí. Me dolió que me llamara así. Solo Esther tenía permiso para hacerlo.

-¿Qué te molesta? No, mejor no me digas. La verdad ni me importa

-Esto... sabe mal- tosí provocando carcajadas por parte de Eva

-Sí que eres una sosa Ruth...

-No me llames así- hice un intento por defenderme de sus continuos bombardeos

Si no fuera por Adán...

-Ahora te daré unas lecciones sobre mi querido mellizo... Verás, él adora a las chicas malas, rudas, no tiernas e inocentes como tú...

-Entonces... ¿qué debo hacer?- indagué mientras hacía intentos vanos de agotar el cigarrillo

-Eres peor de lo que pensaba... nos queda mucho camino por recorrer

-Eva...

-Jerson, ven- llamó Eva cortándome

¿Jerson? ¿Qué se supone que hace él aquí?

-Esto sería entre tú y yo Eva

-Cambié de opinión y así será ¿ok?

No me puedo arrepentir. No ahora.

-Así que Ruth fumando... ¿Qué diría la pequeña Esther si te viera así?

Jerson se acercó a nosotras, tenía su pelo rojizo teñido de rubio, supongo que para llamar la atención...

-No me importa- contesté sorprendiéndome de mis propias palabras

-Bienvenida al club- Jerson me tendió una mano

Dudé. Pero le correspondí el saludo.

-Ahora sólo debes pasar la prueba... ¿cierto Jerson?

-Sí Eva- afirmó acercándose a ella deliberadamente pasando una de sus manos por su cintura

¿Qué?

Ruth no te acobardes ahora.

-¿De qué se trata?- cuestioné imitando el tono de Eva

EstherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora