-Capítulo 24. Dolor

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Nuestra casa despertó más temprano que nunca con una terrible noticia. María, fundadora de este orfanato, había muerto a causa del cáncer. Nosotros conocíamos de su enfermedad desde el principio… pero ella siempre se mostraba firme y Esmeralda confiaba en que Dios era el único que conocía cuánto su madre iba a vivir en esta Tierra. A veces se mostraba rígida y fría pero yo supe desde el inicio que en el fondo ella guardaba un ser blando…

Años atrás…

-¡Esstie olvidé mi chaqueta!
-Ruth hace mucho frío aquí afuera… será mejor que regreses por ella…

Salí corriendo hacia los dormitorios…

-Está muy triste… ¿hay algo que podamos hacer por ella?
-Sabes que no… hoy se cumplen 20 años de la muerte de su esposo…
-Por eso es que siempre guarda luto…
-Sí, a María eso le afectó muchísimo…
-Me enteré de que antes de la tragedia ellos eran una familia feliz… ya sabes… cristianos… pero luego María dejó de confiar en Dios y se alejó de Él negando su existencia…
-De todos modos estuvo de acuerdo con la idea de Esmeralda de predicar a los huérfanos…
-Su vida se vino abajo…primero la muerte de su cónyuge… luego le diagnosticaron cáncer…

Al ver a las superioras conversando cerca de mi cama me oculté detrás de la puerta, pero aun así podía escucharlo todo. Se me escapó un suspiro ante tanta información y no pasé desapercibida…

Tengo que contarle esto a Esther…

Pensé.

-¿Quién está allí?

Ambas se dirigieron peligrosamente hacia donde yo estaba…

-¡Es Ruth!- gritaron

Pero ya era demasiado tarde… jamás me alcanzarían…

Después de que Ruth me contara lo que había escuchado me di cuenta de que la causa de la rigidez de María era todo lo que sufrió durante estos años… Solo Dios sabe si verdaderamente se arrepintió de sus pecados…

1ª Corintios 15:22
Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir.

La mamá de Esmeralda fue la que me recibió el día que llegué…

-Hola…
-¿Dónde estoy? Llévame con mis padres, por favor- pronuncié asustada
-Querida tus padres…
-Quiero irme de aquí, por favor- susurré cortándole las palabras y rompiendo a llorar

Romanos 12:15
Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran.

Me siento triste por toda esta situación. Espero ver a Esmeralda pronto… ella se ha convertido en lo más cercano a una madre para mí, aunque no sea de sangre… constantemente preocupada por todos los niños… me apoya en todo momento y me aconseja… No tengo palabras para agradecerle todo lo que ha hecho por mí.

EstherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora